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Causas y efectos por el deterioro ambiental de las altas montañas


Enviado por   •  9 de Enero de 2016  •  Documentos de Investigación  •  2.850 Palabras (12 Páginas)  •  365 Visitas

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Causas y efectos por el deterioro ambiental de las altas montañas.

El área del municipio de Amatlán de los Reyes, situado en la zona de la Grandes Montañas, en la región centro – oriental del Estado de Veracruz, sobre la vertiente del Golfo de México, en la Sierra Madre Oriental.

El municipio de Amatlán de los Reyes corresponde a la cuenca del Rio Papaloapan, la cual se localiza al suroeste del estado. Los ríos que la conforman en mayor número tienen su origen en las zonas montañosas de los estados de Veracruz, Puebla y Oaxaca. Dicha cuenca se encuentra enclavada en la Región de Orizaba. Respecto a la sub cuenca en la que se encuentra el municipio pertenece a la del Río Blanco, el cual nace en la sierra montañosa de Veracruz y Puebla (Pico de Orizaba).

El municipio cuenta con varios afluentes, pequeños arroyos, zanjas y el río principal denominado Río Atoyac que está limpio, el cual nace en la comunidad de Ojo de Agua Grande, pasando por Atoyaquillo y Ojo de Agua Chico y el Río Blanco que pasa entre el Municipio de Naranjal y Amatlán de los Reyes este rió se encuentra contaminado, así mismo se encuentra el rió denominado Rió Seco. Entre los arroyos que riegan el municipio, los más conocidos son: Arroyo Tepachero, Arroyo la palma, Arroyo Quimiapa, Arroyo Tepetlapa, Arroyo Jabalin, Arroyo Laguna, Arroyo el Camarón, Arroyo Biscocho, Arroyo la Loma, Arroyo Quiroz entre otros. Nacimientos: El Encanto, El Otate, del Río Atoyac, Azul Agua de corriente permanente Rojo Agua de corriente intermitente Las corrientes de aguas intermitentes pasa por Rancho San Martín, La Cantera y La Palma, y baña los cultivos de las siguientes comunidades: Colonia Emiliano Zapata, Cacahuatla y  Tapias. Flora y Fauna.

La región de las Altas Montañas, como se conoce a las estribaciones de la Sierra Madre Oriental, en el centro de Veracruz, es origen de las subsecuentes del Río Blanco y Cotaxtla/Jamapa tributarios de las cuencas del Papaloapan y del Río  desde mediados del siglo XIX. El Pico de Orizaba constituye el corazón de los acuíferos que alimentan todo el valle del Huitzilapan, la sierra de Zongolica y dos grandes zonas metropolitanas: Orizaba/Córdoba, para verter sus aguas en la laguna de Alvarado.

A su vez, el río Jamapa deposita sus aguas en la zona conurbada Boca del Río-Medellín, la más importante del estado. Estos subsistemas hidrológicos son fuente invaluable de recursos hídricos y eco sistémicos que alimentan la vida lagunar y humedales costeros, así como los sistemas interconectados de ciudades que van de la sierra a la costa.

Todo lo que ocurre aguas arriba impacta positiva o negativamente a estas ciudades costeras. En conjunto, constituye un territorio donde el agua, antes abundante y poco cuidada, hoy es bien escaso, altamente contaminado, y fuente de múltiples confrontaciones para su acceso, distribución, uso y preservación ambiental.

Sobre la cuenca del Río Blanco, empresas como Río Blanco, Cerritos, Cocolapan fueron emblemáticas de la gran industria y detonadoras del desarrollo industrial textil. La industria cervecera ya configuraba el paisaje industrial/urbano de finales del siglo antepasado y la papelera Kimberly Clark después de la segunda mitad del siglo XX. La industria azucarera recobra su auge en la posrevolución, instalándose principalmente en las partes bajas de ambas subcuencas.

La segunda fase de industrialización data de mediados del siglo pasado y es la zona industrial de Ixtaczoquitlán-Fortín su centro de crecimiento y el repunte del aumento poblacional. Fábricas de alimentos, bebidas, cemento, papel y azúcar forman el principal conjunto urbano-industrial moderno regional. Mientras tanto, vemos en la zona metropolitana de Orizaba  un proceso de desindustrialización y crecimiento de las actividades terciarias.

Sostener estas grandes empresas y su subsecuente urbanización intensa requirió cantidades inmensas de agua, procesos graves de contaminación y daños irreversibles a los ecosistemas regionales

Desde la segunda mitad del siglo pasado, el acceso al agua para diversos usos ya era motivo de múltiples tensiones entre el agua de uso público, industrial o agropecuario.

Por otra parte, las reformas neoliberales prepararon el escenario para que la empresa privada y las trasnacionales vieran en el agua un fresco negocio en el futuro inmediato. Para ilustrar lo anterior recurrimos a los casos más emblemáticos en las vertientes de los ríos Blanco, Jamapa y Cotaxtla, donde los procesos de control político y privatización del agua han desatado reacciones colectivas contra estos proyectos.

El control de mantos acuíferos y la extracción de agua para dotar a las ciudades aceleraron las confrontaciones regionales.

Destacan tres fuertes conflictos: la construcción del acueducto Nogales-Córdoba-Orizaba el proyecto Sierra del Gallego, para llevar agua a comunidades de la zona baja y la ciudad de Córdoba  y el proyecto Bandera Blanca para llevar agua del nacimiento del río Atoyac a comunidades de Córdoba, la ciudad misma y algunas comunidades de Amatlán

El manantial Ojo de Agua es el nacimiento del Atoyac, uno de los principales afluentes de la cuenca del Jamapa cuyas escorrentías alimentan cinco municipios productores de caña, cítricos, ganadería, granjas de aves y cerdos, un ingenio azucarero y dos plantas alcoholeras de la empresa Zapopan. Se encuentra al interior del área natural protegida El Clarín, cuya cobertura actual es de 70 hectáreas. Pero proyecta expandirse hasta 70 mil en los ejidos de Carrillo Puerto, el Paraje, Miguel Aguilar y Naranjos. El área natural protegida es producto de más de 25 años de lucha contra la caza indiscriminada, el saqueo de maderas preciosas, la minería, la pesca no controlada y la explotación de flora y fauna endémica y en peligro de extinción. El área natural protegida El Clarín es administrada por una asociación civil integrada por ejidatarios y propietarios de los predios, quienes vigilan, controlan y norman la vida productiva y de conservación

Sobre el río Atoyac se ciernen graves riesgos: a unos cuatro kilómetros de su nacimiento funcionan cuatro enormes granjas de aves y cerdos. Existe una presa derivadora que desvía cerca del 90 por ciento del caudal del río para abastecer a otras granjas de pollos y cerdos, la alcoholera Atoyac, el ingenio El Potrero y la unidad de riego Alfredo B. Bonfil, en Cuitláhuac, Atoyac, Yanga y Carrillo Puerto, irrigando cerca de 120 mil hectáreas dedicadas a la caña de azúcar, la citricultura, maíz y frijol, así como la ganadería. Así lo relataron los integrantes de la Coordinadora Regional en la Defensa del río Atoyac:

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