Cazador De Microbios

CAPITULO II

Leeuwenhoek, mira y remiraba ciento de veces, la pata de un piojo en algunos meses dejaba muestras en la agujas de su extraño microscopio, y para observas muchísimas cosas mas, hizo mas microscopios ,el trataba de estar seguro de que no había variación alguna en la observación que hacia, después de mirarlo ciento de veces, hacia dibujos de sus observaciones , y aun asi el no se sentía satisfecho y decía: «La gente que por primera vez mira por un microscopio dice: «Ahora veo una cosa, luego me parece diferente».

El dedicaba mucho tiempo pero decía que lo hacía por gusto ya que muchos le pregunta que porque, lo hacía y cuál era su objetivo, a el le gustaba escribir a los filósofos.

Por veinte años trabajo en completo aislamiento, pero en esos años hubieron movimientos en todo el mundo, ya nadie creía en lo que inventaban y solo juzgaban a los reales inventores e incluso al papa, decían que solo se guiaran por sus observaciones.

Esos revolucionaria formaron un sociedad llamada “The Invisible College” cada uno aportaba sus observaciones.

Existia un hombre en Delf que no se reia de Antonio Leeuwenhoek su nombre era Regnier de Graaf era miembro correspondiente por haber hecho estudios del Ovario humano, aunque Antonio ya desconfiaba de si mismo pero le dio una oportunidad a Graaf de mirar con sus lentes únicas en Europa con ello, Graaf se sentía diferente a el y se avergonzó de si mismo.

Leeuwenhoek hizo exposiciones sobre lo que veía el la carne la piel del ser humano todos por supuesto quedaban sorprendidos,

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