Ciudadamización
Enviado por JEDI14 • 30 de Junio de 2013 • 2.117 Palabras (9 Páginas) • 249 Visitas
República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del poder popular para la educación Superior
Universidad Iberoamericana del Deporte
Coro – Estado – Falcón
Área: Actividad Física y salud
Realizado por:
- Jeddyfred, Bustillos
- Mervin Pirona
- Rusmely Hernández
- Karelys Morles
- Melvin Noroño
Santa Ana de Coro; diciembre de 2009
Ciudadanización
La ciudadanización surge como un concepto y estilo de vida que comprende acciones y conductas cívicas que favorecen los procesos democráticos. Fortalece las organizaciones de la Sociedad Civil, facilita y promociona los procesos de participación y transformación socio- económica. La transición requiere de la participación de todos. Con información oportuna, clara y suficiente, tendremos la posibilidad de aportar nuestras ideas, opiniones, experiencias y sugerencias para el mejor logro de los objetivos prioritarios, los estratégicos y aquellos a largo plazo que somos capaces de sostener aún antes que se anuncian ineludibles.
Globalización y Ciudadanización
La globalización significa, por sobre todo, una transformación radical de nuestro marco de referencia. Cuestiona las formas heredadas de vida social y exige una recomposición del vínculo social. El fenómeno de la globalización está minando o disminuyendo la gobernabilidad, la capacidad colectiva. La pregunta central que urge responder es la siguiente: ¿Qué nuevas formas hay para (re) construir ciudadanía, para lograr unir el vínculo horizontal (el “estar y actuar juntos”) con la relación vertical
Dentro de este contexto se ha puesto de actualidad un concepto tan antiguo como el de “ciudadanía”. El sistema político depende de la disponibilidad de los ciudadanos a comprometerse en la cosa pública lo que implica la identificación del ciudadano con su comunidad. El hecho de saberse y sentirse ciudadano de una comunidad, puede motivar a los individuos a trabajar por ella.
El desafío presente y futuro del sistema político y de la convivencia democrática no consiste sólo en recomponer su relación con la ciudadanía, sino en apostar a la construcción de una ciudadanía capaz de ser agente de su futuro individual y colectivo, así como de los espacios privados y públicos. Desde el ángulo del ciudadano significa asumir el desafío de pasar de una conciencia de los derechos a una conciencia de los deberes y responsabilidades. En última instancia, el desarrollo humano es también una responsabilidad individual que pasa, entre otras cosas, por asumir un rol activo en la esfera pública. Para promover el desarrollo humano es necesaria una “ciudadanía activa”.
Participación Ciudadana Eficaz
La participación política no sólo implica que las personas elijan a sus autoridades y delegue en éstas toda la responsabilidad del gobierno y la toma de decisiones, sino también importa una permanente actitud de colaboración y cogestión en dicha toma de decisiones. Brünner concibe participación política como la participación de los ciudadanos “en una actividad que intenta, o tiene por efecto, influir sobre la acción del gobierno; ya sea directamente, afectando la formulación o implementación de las políticas o, indirectamente, influyendo sobre la elección de las personas que hacen esas políticas” [Brünner, 1997].
Podemos distinguir tres modelos diferentes: el liberal, el comunitarista y el cívico republicano; en los que cambia radicalmente el concepto de ciudadanía y la forma de gestionar la relación entre emancipación y tradición:
1. Ciudadanía liberal. El liberalismo considera prioritaria la protección de los derechos individuales frente a las demandas de grupo. Considera que los individuos se mueven por intereses particulares, que son previos incluso a la sociedad. Concibe el proceso democrático como un compromiso estratégico de intereses. El Estado y toda su maquinaria institucional no es más que una agencia de protección de estos derechos individuales que permiten a los ciudadanos perseguir con seguridad y libertad la realización de sus intereses particulares. La ciudadanía queda recluida al ámbito de la vida privada. El liberalismo es, por tanto, eminentemente individualista, y da preferencia a la exigencia de emancipación individual, entendida como independencia privada, a costa de los sentimientos de pertenencia a comunidades o grupos étnicos, culturales o religiosos particulares, cuyas demandas grupales son a menudo desatendidas.
2. Ciudadanía comunitaria. Para el comunitarismo las tradiciones a las que los individuos pertenecen inevitablemente son prioritarias sobre las exigencias de emancipación individual. Un ciudadano siempre es tal dentro de una o varias tradiciones identitarias concretas, y por eso es preciso atender a los grupos antes que a los individuos, pues los individuos solo se forman como verdaderos ciudadanos en el seno de sus grupos de pertenencia. Los derechos colectivos o de grupo tienen prioridad sobre los derechos individuales, con el fin de establecer las condiciones reales para que no haya discriminación en una sociedad multicultural. El comunitarismo se basa en el principio de que buenas cercas hacen buenos vecinos. El Estado es el encargado de levantar esas cercas entre los distintos grupos de manera lo más equitativamente posible.
3. Ciudadanía cívico-republicana. Al igual que en la tradición liberal, el ciudadano republicano considera de máximo valor la libertad, pero no la entiende como independencia y ausencia de injerencia ajena, sino como autonomía frente al clericalismo de cualquier tipo y a la dominación arbitraria. El Estado y las instituciones gubernamentales no son un mero instrumento para la protección de intereses privados, sino el medio de realización de la autonomía, que solo es posible alcanzar conjuntamente. Para el republicanismo, la emancipación de los individuos, entendida como autonomía y lucidez frente a cualquier tipo de coacción, sólo es posible si los individuos se implican en la vida política y asumen como un ejercicio de responsabilidad cívica la participación en la cosa pública. A diferencia del liberalismo, esta participación es condición indispensable para que se dé la igual libertad de todos los individuos. Este tipo de ciudadanía cívico-republicana viene encamada por el ideal de una ciudadanía laica, que requiere individuos comprometidos con los deberes
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