Coaching personal: El optimismo y el pensamiento positivo mejoran realmente la vida
Enviado por 120525 • 19 de Noviembre de 2014 • Ensayo • 1.224 Palabras (5 Páginas) • 344 Visitas
. mar 4, 2010
Coaching personal: ¿El optimismo y el pensamiento positivo mejoran realmente la vida? (681)
En una comida familiar, le dicen al niño: -Vamos a bendecir la mesa.
Éste responde con naturalidad: -No hace falta, mamá cocina muy bien.
¿Hasta qué punto las oraciones, las expectativas y los buenos pensamientos y actitudes tienen influencia en la conducta diaria, en los verdaderos logros y avances? Se preguntaba David Bartolomé en su blog, ¿puede la actitud positiva ayudar a salir de la crisis? Y lo hacia en el contexto de la ya conocida campaña estosololoarreglamosentretodos.org y cuyo vídeo os dejo aquí mismo. ¿Son las actitudes negativas o positivas causas o consecuencias?
En los últimos tiempos vivimos bajo el yugo del optimismo en píldoras y parece que la solución a todos los males es una “actitud adecuada”. El pensamiento positivo vende libros de autoayuda, consagra gurús y llena Twitter de frases hechas tan bienintencionadas como retuiteadas, pero sin efecto alguno sobre el cambio vital.
Si echamos un vistazo en profundidad a los éxitos supuestamente causados por las emociones del buen rollo nos encontramos que los factores claves del desarrollo profesional nada tienen que ver con el pensar bien sino con dos comportamientos muy concretos: definir objetivos claros, motivadores y ajustados al perfil personal y/o competencial (en sentido amplio) de cada uno; y la dedicación, el esfuerzo y la resistencia a la frustración adquiridas en las experiencias educativas y vitales, y no en ejercicios positivistas de un día para otro. El clásico estudio de Lewis Terman en 1921 (Universidad de Stanford) sobre 1528 niños superdotados, reveló que la perserverancia y la tendencia a definir objetivos son más importantes, por ejemplo, que la mera inteligencia cuando se trata alcanzar logros.
El pensamiento positivo vende no porque funcione sino porque nos trae la idea de que nuestra vida puede mejorar “pensándola”. ¿Quién puede resistirse a ese bálsamo de fierabrás en cuya etiqueta reza que tu buena suerte es cuestión de actitud? El reverso aún más tenebroso de esta campaña es que la sociedad y la educación no son en absoluto responsables de tu mala situación, eres tú el que no gestionas bien tus emociones ante la vida. Es el lado negativo de pensar en positivo, en palabras de Barbara Ehrenreich:
“Si quieres controlar a la gente díles que piensen positivamente y que si su vida va mal es por su culpa.”
En fin, como me he decidido a intentar redactar artículos más breves, os dejó con algunas ideas que creo muestran la verdadera cara comercial del optimismo y del pensamiento positivo.
1. El verdadero pensamiento positivo tiene mucho más que ver con “comportarse positivamente” que con limitarse a “pensar bien”. Uno no puede elegir sus emociones a la carta ni escoger la actidud adecuada porque esos estados son consecuencia de lo que hagas, de lo que te pase y de tu estilo aprendido de vivir y afrontar. Si te sientas como te sientas o pienses lo que pienses haces lo que debes, lo que tienes previsto para hoy, aumentan las probabilidades de que las buenas emociones te acompañen. ¿Cuánto valen y para qué sirven realmente los consejos que te invitan a ser positivo? Cuantos más términos técnicos, trascendentes y optimistas utilicen los expertos, ya sea en orientación, coaching o consultoría, más probable es que te estén vendiendo la moto.
2. Si pensar en positivo es tan positivo, ¿por qué no nos ponemos todos a pensar en positivo y ya está? Porque pensar también es un tipo de conducta, en este caso verbal, y como cualquier otro comportamiento depende de las cosas que nos pasan, del contexto en que nos movemos, de nuestra historia de experiencias y de la educacion recibida. Pensar o sentir no son en muchas
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