Colombia

Internacionalmente Colombia goza de un importante reconocimiento por ofrecer un café de

calidad, situación que ha permitido que los compradores aprecien y paguen un “sobre precio”

por este producto, lo que se denomina “prima de calidad”. Ésta ha sido la principal estrategia de

competitividad del café colombiano a lo largo del tiempo y se ha mantenido gracias a los

permanentes esfuerzos en materia de producción (prácticas estandarizadas de cultivo,

recolección manual, beneficio húmedo) y de control de calidad en todas las etapas del proceso

de comercialización.La caficultura es quizá la actividad agrícola más importante y antigua en Colombia. El café más que un producto de exportación es ante todo un tejido social, cultural, institucional y político que ha servido de base para la estabilidad democrática y la integración nacional. Esta actividad representa el corazón de la sociedad rural Colombiana ofreciendo una oportunidad de trabajo, de ingreso y de subsistencia a millones de colombianos en áreas donde no existe alternativa viable. El café extiende su impacto económico y social mucho más allá de las regiones cafeteras. Como núcleo de absorción de mano de obra rural y como generador de demanda sobre los demás sectores de la economía

La caficultura mundial y la Colombiana actualmente atraviesan por una de sus peores crisis en su historia, este factor sumado a la concentración de la producción en pequeños productores, el grado de dependencia del productor con el ingreso económico producido por el café, en las formas de explotación de la mano de obra, las prácticas culturales y en general el nivel de tecnología aplicada, significa que este sector podría quedar imposibilitado en producir café en las condiciones actuales del mercado

Internacionalmente Colombia goza de un importante reconocimiento por ofrecer un café de calidad, situación que ha permitido que los compradores aprecien y paguen un “sobre precio” por este producto, lo que se denomina “prima de calidad”. Ésta ha sido la principal estrategia de competitividad del café colombiano a lo largo del tiempo y se ha mantenido gracias a los permanentes esfuerzos en materia de producción (prácticas estandarizadas de cultivo, recolección manual, beneficio húmedo) y de control de calidad en todas las etapas del proceso de comercialización.

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