Conclusiones

El razonamiento clínico envuelve a los procesos mentales implicados en la interpretación de la información obtenida para poder llegar a una elaboración diagnóstica. Es un proceso complejo, ya que se pueden optar por diversos planteamientos o hipótesis para tratar de obtener una conclusión; considero que el razonamiento clínico hace parte de un tipo de habilidad clínica, del producto de los conocimientos adquiridos, de las experiencias previas y también puede entenderse como un proceso que puede ser aprendido.

La formación de dicha habilidad, esencial para la fase racional del diagnóstico psicológico (aplicable en cualquier campo ocupacional), posee un mayor nivel de complejidad porque no es algo observable y no se tiene claridad frente al proceso de pensamiento que involucra.

Estar en contacto con casos clínicos simulados y reales, como parte de la formación académica, permite una adquisición de nuevas experiencias en las que se puede reflexionar y analizar con cuidado los errores cometidos, para poder aprender a corregirlos; ya que en la práctica lo usual es que no se encuentran diagnósticos ya establecidos.

Para enriquecer el proceso formativo se debe estar al tanto sobre los conceptos actuales de esta temática, para entender las variantes que se interponen en la adquisición de habilidades que permiten ejercer un razonamiento clínico e intentar evaluarlas de manera formal.

Y para evitar caer en una interpretación ilógica al intentar analizar una realidad, no deja de ser importante realizar un análisis personal, ya que al mejorar nuestra perspectiva interna no corremos el riesgo de dar lugar a deducciones interpersonales apresuradas e inexactas.

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