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Consejos para cuidar el medio ambiente.


Enviado por   •  9 de Noviembre de 2016  •  Monografía  •  2.868 Palabras (12 Páginas)  •  294 Visitas

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20 CONSEJOS PARA CUIDAR EL MEDIO AMBIENTE DESDE EL HOGAR Y DESDE LA ESCUELA

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  1. consejos para cuidar el medio ambiente desde el hogar.
  1. Instala economizadores de agua en regadera y escusado; son baratos, fáciles de instalar y los puedes adquirir en tiendas de autoservicio, tlapalerías o ferreterías.

El consumo de agua per cápita en México es en promedio de 90 litros en la actualidad, y aunque mucha gente no gasta más de 40 litros al día, la cantidad se acrecienta debido al consumo en los comercios y pequeñas y medianas empresas. En éste caso, las grandes empresas quedan fuera del promedio debido a que pagan fuertes sumas de dinero a los organismos operadores del agua por su alto consumo, mientras que las personas promedio pagan un consumo mínimo.

Ahorrar agua en la regadera y el excusado es de vital importancia para la subsistencia de éste recurso natural, que para hacerlo renovable se requiere de fuertes sumas económicas para la adquisición de herramientas y procesos.

El adquirir economizadores representa un ahorro promedio de un 15 a un 40 por ciento de agua en regaderas y excusados.

  1. Báñate en 5 minutos. Cierra las llaves del agua mientras te enjabonas o afeitas. Ábrelas sólo para enjuagarte.

Si a causa de la precaria economía familiar no es posible adquirir economizadores para el agua sanitaria, la opción primordial es el ahorro por decirlo así, manual, del agua.

Bañarse en poco tiempo acrecienta las posibilidades de privilegiar la subsistencia de uno de los principales recursos naturales con que contamos y el cual nos da la vida.

Cerrar las llaves del agua mientras no la usamos reflejará sin duda alguna un importante ahorro de por lo menos un 50 por ciento del consumo per cápita.

  1. Limpia pisos, paredes y vidrios con dos cubetas de agua o mediante el uso de un atomizador; una para limpiar y otra para enjuagar. No abuses de los productos de limpieza.

El desperdicio del agua a la hora de limpiar vidrios de ventanas, paredes y pisos es considerable. Por comodidad se prefiere limpiarlos con un uso inmoderado del vital líquido, sin embargo, el consumo responsable debe ser privilegiado. Racionar el consumo al momento de limpiar las ventanas se ahorra agua si se usa un atomizador y un limpiador de goma y finalmente secar la superficie con periódico o papel reciclado.

En el caso de los pisos y paredes, es mejor el uso de un recipiente pequeño para esparcir agua de una primera cubeta al momento de lavar y posteriormente usar una segunda cubeta con agua para enjuagar. El ahorro representa entre un 30 y 50 por ciento del consumo irresponsable.

  1. No dejes basura en la calle y áreas verdes y recoge la que encuentres, aunque no sea tuya.

Como lo dice uno de los postulados básicos de la sustentabilidad, “todos somos responsables del cuidado de nuestro planeta y del uso de los recursos naturales con que contamos”.

Esto aplica por ende, al mantenimiento del lugar donde cohabitamos. Un consejo popular es “si no cabe la prudencia en el otro, que quepa en tí”. Es por ello que debemos colaborar con el planeta en su limpieza y mantenimiento y el consejo es mantener limpias las áreas calles y áreas verdes; si alguien deja basura tirada o mal puesta, cada uno de nosotros deberíamos apoyar en llevarla a su lugar, de esta forma, evitaríamos problemas de inundaciones por cañerías sucias y la contaminación de muchas áreas. Además, muchos animales silvestres mueren por haber ingerido bolsas, botellas, colillas u otros objetos tirados por los visitantes.

  1. Enciende el televisor sólo cuando realmente desees ver algún programa.

Quizá, muchos de nosotros estamos acostumbrados a prender el televisor solamente para que haya ruido a nuestro alrededor y no porque realmente la estemos viendo. Esto, además de representar un problema psicológico a causa de la soledad e inseguridad propias, representa una seria contribución al calentamiento global. El calor que despiden estos aparatos es considerable; para comprobarlo basta solo con colocarse a unos 20 o 30 cms. De la pantalla y se dejará sentir la alta temperatura. El problema se agrava cuando el consumo de energía eléctrica aumenta, contribuyendo aún más al calentamiento del planeta y al consumo de más recursos naturales no renovables.

  1. Elige una estufa con encendido eléctrico o sin piloto; ahorras gas y reduces la emisión de los contaminantes generados por su combustión.

Tal parece que el encendido de la estufa mediante el uso de cerillas o encendedores no representa riesgo alguno, sin embargo, de acuerdo a estadísticas de la Organización Mundial de la Salud y el INEGI en el caso de México, existen 2 mil 100 millones de estufas de gas que sin lugar a dudas se encienden en promedio unas 10 veces al día, lo que representa 21 mil millones de encendidos diarios, dejando una contaminación considerable por las emisiones de dióxido de carbono y la quema del fósforo y otras sustancias. (Sin contar las estufas de leña y otros tipos, que también agravan el calentamiento global).

El uso de estufas sin piloto o de encendido eléctrico reduce los contaminantes y mejoran la calidad del aire que respiramos y evita el daño a la capa de ozono.

  1. Utiliza el automóvil sólo lo indispensable.

Nuevamente, el confort y la comodidad de utilizar, en este caso el automóvil representa un riesgo importante para la calidad del aire y para nuestra salud.

El número de automóviles ha crecido de forma exponencial en las últimas 5 décadas en todo el mundo. De los menos de 3 millones de autos existentes en México en 1960, en 2015 ya existían 60 millones registrados oficialmente para la circulación en el territorio nacional, según reportes de la Secretaría de hacienda y Crédito Público.

El uso del auto es quizá uno de los mayores contaminantes del aire en México. Una muestra de la gravedad del problema lo tenemos en la Ciudad de México, donde los índices de contaminación son elevados y causan daños a la salud de sus habitantes.

A manera de prevención de la contaminación en ciudades pequeñas, al igual que en la CDMX se debería usar el automóvil con menor frecuencia.

  1. Camina las distancias cortas; haces ejercicio y no contaminas.

Caminar es la opción saludable frente al uso inmoderado del automóvil y vehículos automotores. Problemas como obesidad mórbida, colesterol y diabetes son generados en gran parte por la falta de actividad física. Si caminamos prevenimos daños ambientales irreversibles o reversibles a largo plazo y con dificultades, mejoramos nuestra salud física y mental y contribuimos a la sustentabilidad del planeta.

  1. Adquiere sólo lo que necesites; recuerda que no vales por lo que tienes, sino por lo que eres.

El problema de las compras compulsivas o en exceso no radica en el gasto de dinero, sino en el gasto de los recursos no renovables. Este es el problema que nos ocupa. Todos queremos más cosas y de mejor calidad, pero no tenemos en cuenta que eso representa terminar más pronto con los recursos escasos y aceleramos el fin de nuestra sociedad, tal como sucedió en la Isla de Pascua, donde el consumo irracional de sus recursos los llevó a su propia extinción. Pero se requiere de mucha madurez para no caer en las trampas de la mercadotecnia y la publicidad, por lo que sería una buena costumbre poner en la balanza el problema que nos ocasionamos y la necesidad de adquirir artículos. Si lo hiciéramos a diario, quizá se reduciría el desgaste de los recursos no renovables.

  1. Reutiliza al máximo todos los artículos o productos antes de deshacerte de ellos. Por ejemplo, usa los frascos de vidrio para guardar otras cosas; usa tu creatividad.

Reutilizar lo que tenemos o adquirimos es una forma de contribuir a la sustentabilidad de nuestro entorno, fomentar nuestra actividad cerebral mediante la creatividad, y ahorrar dinero. La desintegración de muchos de los artículos que adquirimos y que son aparentemente desechables tarda desde algunos meses hasta decenas de años, tal es el caso de algunos plásticos. Si reutilizamos los frascos de vidrio, recipientes de plástico y latas de metal contribuimos a disminuir la contaminación del suelo, mares, ríos y lagos.

Por otro lado, es una actividad que se puede realizar en familia aplicando la creatividad, convirtiendo objetos comunes y hasta obsoletos en artesanías, adornos para la casa, contenedores alternativos.

        

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