Costos del Interés

Costos del Interés.

Típicamente los informes y los estados contables reconocen el interés contractual, pero pasan por alto el interés imputado sobre el Capital. Aunque la inclusión del interés es indispensable en el estudio de inversiones, es una tarea que presenta algunas dificultades, a veces se considera erróneamente al interés como si fuese igual al rendimiento sobre la inversión, que consiste en dos elementos: interés y utilidad, el primero representa el costo del dinero, el segundo una recompensa por el riesgo y por la incertidumbre. El Costo del Interés, constituye el elemento de criterio mínimo para la aceptación de proyectos de inversión de Capital, que se emprenden para obtener utilidades.

Una empresa debe recuperar por lo menos sus costos de dinero, antes de que pueda obtener una utilidad sobre su nueva inversión; por otra parte, el elemento de criterio de aceptación mínimo, que puede considerarse como una recompensa por el riesgo y la incertidumbre, varía con la naturaleza del riesgo incurrido.

Costos Incrementales.

Estos son costos adicionales en los que no se incurriría, si no se emprende un determinado proyecto; por lo tanto son costos evitables.

Los Costos Incrementales también pueden considerarse como la diferencia en costos totales, que resulta de un cambio. En este sentido son costos diferenciales, aunque los costos variables generalmente son incrementales, que pueden incluir costos fijos.

Al evaluar la conveniencia de un cambio, los Costos Incrementales pueden compararse con el ingreso incremental, o sea, con los ingresos adicionales que causaría el cambio. La diferencia puede llamarse Utilidad Incremental.

Un costo incremental, o ingreso incremental, es el costo adicional, o entrada, que resulta de aumentar la producción de un sistema de una (o más) unidades. El costo incremental con frecuencia se asocia con decisiones “se hace / no se hace” que implican un cambio limitado en la producción o en el nivel de actividad.

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