Crecimiento y medio ambiental

Crecimiento y medio ambiental

Existe cierta aceptación en cuanto a que todo crecimiento económico y toda interferencia y transformación de la naturaleza, alteran el medio ambiente natural. Sin embargo, no se aprecia una posición consensuada en torno a si los efectos del crecimiento sobre el medio ambiente humano, son positivos o negativos y si es compatible crecimiento con desarrollo. A esto se suma la incertidumbre que provoca la falta de información sobre la cuantificación de los daños ecológicos.. el diagnostico realizado es que el crecimiento en economías basadas en uso intensivo de recursos están conduciendo a un patrón de desarrollo insostenible: disminución de la razón trabajo/producto, aumento en la intensidad de capital de producción, incremento en el largo plazo del uso de energía y materias primas por unidad de producto, incremento en degradación ambiental y tensión ecológica.

En países cuyas economías son fuertes dependientes de los recursos naturales, el crecimiento económico, difícilmente puede ocurrir con prescindencia de una intensificación en el uso de ellos. Bajo esta relación medio amiente – crecimiento económico tendría que darse al menos en un contexto de complementariedad.

Si el crecimiento hace consumidores más ricos y como el medio ambiente es un bien superior, los consumidores al aumentar el ingreso estarían dispuestos a demandar y pagar más por bienes y servicios del ambiente o una mejora en os recursos naturales. Así, por un lado el crecimiento genera presiones ambientales destructivas, pero por otro proveería los recursos financieros que potencialmente pueden ser utilizados para combatir el deterioro ambiental.

En general una economía abierta tiende a incorporar las nuevas tecnologías mucho más rápidamente que en un economía cerrada y en consecuencias puede ser favorable porque tienden a ser tecnologías limpias y más apropiadas con el ambiente. En el ámbito del ambiente es donde muchos han tratado de centrar las ventajas del crecimiento, haciendo prevalecer la preocupación por la pobreza por sobre el ambiente natural y de alguna manera aceptando que el mejoramiento de una componente de la calidad de vida pueda provocar el deterioro de otra, si la sociedad ha establecido esa prioridad. No obstante, esto es discutible dado que el “deterioro del ambiente es brutalmente agresivo”. Además sin lugar a dudas, crecer para repartir, se contradice cuando se observa países con tasas de crecimiento sosteniendo y donde persiste una inadecuada distribución del ingreso y por consiguiente se mantienen altos niveles de pobreza.

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