Criminologia.- Integración De Teorías.

INTRODUCCIÓN.

La criminalidad es una realidad social siempre presente a lo largo del tiempo y del espacio, que ha motivado diversas formas de reacción social frente a la misma. La convivencia humana a la que nos vemos obligados genera conflictos que han de ser resueltos para garantizar la continuidad de la especie y, a veces, estos conflictos sociales, especialmente los originados por los comportamientos más graves, precisan solucionarse mediante la represión de los intereses de una parte en beneficio de la otra.

El estudio de la criminalidad constituye el principal objeto de estudio de la Criminología. La Criminología, por tanto, puede definirse como la ciencia que se ocupa del estudio del comportamiento delictivo y de la reacción social a tal comportamiento. Por tal razón, por los métodos y técnicas de investigación que se utilizan, podemos decir que se trata de una disciplina empírica, es decir, basada en la experiencia y en la observación de la realidad. La Criminología trata de responder mediante la investigación empírica a cuestiones tan importantes como cuáles son los factores sociales o individuales que influyen en la comisión de los delitos, quiénes se encuentran en mayor riesgo de delinquir o de ser víctimas de un delito, cómo evolucionan las carreras delictivas, cómo influyen los sistemas de control social en el comportamiento delictivo o cómo puede prevenirse la delincuencia.

La Criminología más actual e integradora tiene por objeto tanto a la persona infractora como a la infracción en sí misma, y también a la víctima y el control del componente antisocial. La intención es esclarecer el fenómeno criminal. También se considera que la criminología es una ciencia disciplinaria, ya que comparte conocimientos y se nutre de otras disciplinas científicas que se ocupan del crimen como fenómeno individual y social especialmente de la información que aportan otras disciplinas sociales como son la Biología, la Psicología o la Sociología.

DESARROLLO.

Tradicionalmente la delincuencia ha intentado explicarse desde tres posiciones que, aunque vistas desde lejos pudieran parecer excluyentes, no lo han sido para determinadas corrientes integradoras de las mismas. Aquéllas serían las teorías biológicas, las teorías sociales y otras que hacen hincapié en la propia personalidad del individuo, que podríamos denominar psicológicas.

Veamos ahora como estas tres orientaciones pueden influir en la delincuencia dentro de mi carrera en el área de seguridad publica pero principalmente ya aplicándolo en mi campo de trabajo, ya que actualmente laboro en la Secretaria de Seguridad Publica de Distrito Federal, dentro del área de inteligencia policial y es en esta área y en la calle donde nosotros como policías debemos aplicarnos para poder identificar al delincuente y sus diferentes formas de actuar, como se desarrolla o como su entorno lo envuelve y encamina a la delincuencia.

Desglosemos cada una de estas tres teorías y veamos cómo influyen en el hombre y como desencadenan una criminalidad; así mismo tenemos que tener conocimientos para su posible detección con tiempo para poder así prevenir la criminalidad o delincuencia:

Orientación biológica; según esta teoría hace que en el hombre exista una predisposición innata hacia el delito, que es lo que le lleva a delinquir. Césare Lombroso considera al hombre delincuente como un ser criminal nato, que ha evolucionado menos que los de su misma especie. Los criminales lo son ya desde su nacimiento y las tendencias delictivas constituyen una enfermedad que se puede heredar, conjuntamente con factores sociales y antropológicos. Según Lombroso existen personas abocadas a delinquir por su propia naturaleza. El delincuente sería un hombre predestinado a la delincuencia sólo y exclusivamente por su herencia genética.

La Criminología Biológica busca las bases fisiológicas del comportamiento anormal de los seres humanos que los predisponen a la antisocialidad. Investiga la causalidad física; es decir, la relación entre el hecho somático y la criminalidad o el comportamiento violento.

Otros autores han llegado a relacionar la aparición de altos niveles de testosterona con la comisión de delitos violentos y delitos sexuales, puestos de manifiesto por “Dabbs” en 1988.

Wilson y Herrnstein (1985) han concluido afirmando que la delincuencia no puede ser comprendida sin tomar en consideración las predisposiciones individuales y sus raíces biológicas. De acuerdo con la investigación biológica actual, no existe una delincuencia ni genética ni biológicamente determinada. Lo que sí existe es una tendencia a la agresividad en determinados individuos que cuando se desencadena puede dar lugar al delito.

En esta orientación la principal función que se le daría dentro de la seguridad pública sería la de detectar a hombres que dentro de un núcleo de personas que por naturaleza hayan nacido para delinquir tratando de localizar en alguna parte de su cuerpo el factor diferencial que explique la conducta delictiva, mediante la aplicación de un substrato biológico del individuo criminal, que delinque a consecuencia de una patología, disfunción, trastorno orgánico o ya sea como una enfermedad neuronal; otros que por su estado de neurosis, suelen alterarse y cometer delitos principalmente del índole sexual, hemos mostrado que la angustia, las fobias, el comportamiento obsesivo-compulsivo y otras características del neurótico desencadenan delincuencia esto quiere decir que existen factores que hacen que el hombre tienda a la agresividad y se altere a un estado violento y cometa un crimen.

Orientación

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