Cronica De Una Muerte Anunciada

Dagas del silencio y golpes de las palabras

¿Hablar o silenciar?

Terminado el libro y después de tener una charla con la profesora de literatura me di cuenta que el libro “Crónica de una a muerte anunciada” del autor García Márquez nos enseña dos grades lecciones de vida, una de ellas es que el hombre puede juzgar, maltratar y hasta matar a una persona con el solo hecho de pronunciar unas palabras; pero la otra lección es que al no decir ni una palabra podemos desterrar o -ññññññdesterrarnos a nosotros mismo a la muerte al maltrato y a la deshonra.

Sin darnos cuenta tenemos un gran poder en el habla y a la vez tenemos una estrategia al no hablar.

Este razonamiento me hiso viajar a mi infancia, porque me juzgaban por mi físico, “ellos” HABLABAN a mis espaldas, sabiendo que yo los escuchaba y a la vez que no les iba a decir nada. Esas palabras eran como una daga para mí me mataba por dentro; por ese motivo tuve que aprender a madurar a la fuerza repitiéndome una y otra vez que ellos no sabían lo que decían. Y NO HABLE, mire hacia adelante y seguí mi vida. El motivo de mi silencio no lo sé; Tal vez por miedo. Lo que en verdad no puedo entender cómo podían maltratarme, hasta el punto de no querer ir más al colegio.

A mí me enseñaron a respetar a las personas sin importar su físico, manera de hablar, vestirse, su religión etc. Por suerte gracias a mis verdaderos amigos, mi familia y por mí lo supere pero muchos personas no lo hacen, no tienen esa contención que yo tuve.

Así llegue a la conclusión que tenemos que pensar en lo que decimos aunque sea verdad ya que nuestras palabras pude dañar a otras personas y llevarlos al punto de matar o que sean protagonista de su propia muerte. Este es el caso de la historia de la bella mujer llamada Ángela Vicario- protagonista de la historia crónicas de una muerte anunciada- que fue devuelta a su casa por su marido con el pretexto de que ya no era virgen. Muy molesto los hermanos obligaron a su hermana que confesara todo. Ella dijo dos palabras, para ser más exacto un nombre “Santiago Nazar” esas palabras lo marcaron a un destino muy trágico. Así llegamos al punto de la historia, que para mí es la más importante la muerte del que destruyó el matrimonio. Pero el relato me dio la razón de mi otra lección el no hablar hicieron que mataran a esta persona, que capas era inocente. Las personas del pueblo podían advertirles sobre su muerte pero decidieron callar, porque pensaron que ya lo sabía o por que no querían meterse, en fin por una razón u otra no dijeron nada y condenaron a este pobre hombre a su muerte sangrienta sin darse cuenta.

Seguidamente me puse averiguar sobre este fenómeno de “hablar o silenciar”. En primer lugar averigüe sobre el bullying porque me pareció que intervenía muy bien en mi concepto. Así llegue al caso trágico de un joven de 15 años que el día martes, 28 de septiembre de 2004 causó la muerte a tres compañeros de clase, al balearlos indiscriminadamente en un aula de una escuela pública de Carmen de Patagones.

El agresor, de nombre Rafael, alias "Junior" de 15 años, detenido y trasladado al juzgado de menores de Bahía Blanca, no pronunció palabra al ingresar al aula y descargar trece balas de una pistola 9 milímetros, perteneciente probablemente a su padre, suboficial de la Prefectura Naval.

El agresor, un chico "tímido, introvertido", según lo describieron sus familiares y compañeros, actuó "en estado de shock" y sin pronunciar palabra, informaron testigos de la masacre. (1)

También vi un documental tratando de descubrir porque reacciono de esta manera y me di cuenta que el tal junior era sometidos contantemente en insultos de su compañeros.

Unas de sus compañeros afirmo que el guardaba y callaba todo lo que sentía. Era obvio que en un momento iba a reaccionar y su manera de defenderse fue la peor. (2)

El otro caso que me pareció que tiene que ver con el tema de mi hipótesis es la violencia de género.

Unos de los temas que me impacto fueron de Wanda Taddei.

Su madre había advertido de que andaba mal en su relación. Por más de que su hija asegurara ser la mujer más feliz del mundo, había algo en esa relación que nunca lo convenció. Habían logrado separarlos en la adolescencia. Pero ella ya había crecido y volvió con él, con dos hijos de una pareja anterior. Este se convirtió en su marido. Y fue el principio del fin.

Se casaron dos años antes de que Wanda muriera. Beatriz, la madre de Wanda, estaba preocupada por los chicos. Sus nietos dejaban traslucir una violencia que se respiraba en el ambiente.

Beatriz temía que algo malo pasara, pero nunca imaginó que iba a ser la muerte de su hija.

Llegó a la madrugada, Wanda lo había estado llamando insistentemente al celular. Su hijo Facundo le había advertido: "No lo llames porque se pone como loco".

Lo que sucedió luego según Vázquez, fue un accidente: cuando estaban "forcejeando" con una botella de alcohol "él se prendió fuego, se produjo como una nube y ahí se incendió ella".

Lo cierto es que, más allá de cómo sucedió realmente, Wanda llegó al Hospital Santojanni con el 60 por ciento de su cuerpo quemado. Días después, moriría. (3)

Acá volvemos con las palabras que lastiman y trastorna y la falta de dialogo de no decir de lo que te hace mal llegando nuevamente a la muerte.

Todo este tema se llama estigma sicológico que es la condición, atributo, rasgo o comportamiento que hace que su portador sea incluido en una categoría social hacia cuyos miembros se genera una respuesta negativa y se les ve como culturalmente inaceptable o inferior. El concepto fue acuñado en 1963 por el sociólogo estadounidense Goffman.

Él dice que las personas estigmatizadas son enviadas al ostracismo, devaluadas, rechazadas y vilipendiadas. Experimentan discriminación, insultos, ataques e incluso asesinatos, y aquellos que se perciben a sí mismos como miembros de un grupo estigmatizado experimentan estrés psicológico.

Y Los individuos estigmatizadores lo utilizan como para mejorar su autoestima mediante la comparación a la baja, comparándose con otras personas que parecen menos afortunadas y mejorar así su bienestar mediante el desprecio a los demás. (4)

Buscando más sobre este fenómeno social, más exactamente los dos temas que recalque que son el bullying y el femicidio encontré estadísticas interesantes.

Sobre el bullying:

1 de cada 4 alumnos argentinos entre 10 y 18 años manifestó tenerle miedo a alguno de sus compañeros y 1 de cada 3, entre 12 y 15 años. Entre las conclusiones más relevantes del hasta ahora único estudio hecho en la Argentina podemos

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