Cuento Sobre Manos A La Siembra

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo hace referencia del propósito del actual proyecto titulado “Manos a la Siembra”, y de la importancia de ser partícipe del mismo, ya que se espera garantizar, a corto plazo, la soberanía alimentaria regional, bajo un enfoque agroecológico.

Para impulsar el proceso de transición de las nuevas relaciones de producción,

Diversificación de las cosechas y la rotación de cultivos. Con la intención de desarrollar sistemas integrales de gestión de los ecosistemas cultivados que incluya el manejo racional de los suelos, la diversidad biológica, diversidad productiva, las aguas, los nutrientes y su reciclaje, las plagas y enfermedades y el establecimiento de una política adecuada.

A través de este trabajo, se presentara un cuento de una familia, que deberá luchar para salir adelante rescatando el valor de la unidad y el perdón, cabe destacar que el objetivo principal es impulsar, motivar y promocionar al lector sobre el tema de “Manos a la Siembra”, que actualmente en nuestro país, se está desarrollando.

DESCRIPCIÓN DE LOS PERSONAJES

Había una vez, una familia llamada los Oliveros, quienes vivían en una granja en el estado Bolívar, específicamente en una ciudad de San Félix. Su grupo familiar está integrado por tres hermanos; el menor de todos se llama Juan Antonio, seguido Alberto Antonio y el mayor Fernando Antonio, con su madrastra Ana Karina y el padre Marco Antonio. Todos desempeñaban el oficio de la agricultura para poder sobrevivir y eran muy felices, porque sabían convivir en familia. Hasta que un día, sucedió el más terrible de los accidentes, dejando como víctima al señor Marco Antonio, desde ese momento la familia no volvió a ser la misma, a continuación veremos porque:

Como todos los días uno de los tres hermanos saluda a su madrastra muy cortésmente y la señora le responde lo siguiente;

Ana Karina: ¡Mira Alberto Antonio!, se acabaron los saludos para ti, yo he soportado demasiado tu comportamiento de buenos modales, ya estoy cansada de eso, a partir de hoy no hay más saludos para ti. Me fastidia tu buena educación.

Alberto Antonio: ¿Por qué me respondes así? Siempre has sido una amiga para nosotros y te hemos considerado como una madre.

Ana Karina: Pero yo nunca los he querido como unos hijos, porque no lo son y ahora que tu padre ha muerto, no tengo que disimular en serlo.

Alberto Antonio: No pienso discutir más con Usted, porque la respeto, por ser la esposa de mi padre (Se dio la vuelta y se fue)

Pero Juan, sin saber lo que había ocurrido con su hermano y su madrastra, se acerca a ella a pedirle sui desayuno, como era por costumbre

Juan Antonio: Como está la madre más hermosa de este mundo,

ya está listo el desayuno.

Ella muy amargada le responde:

Ana Karina: Como ya le dije a tu hermano Alberto Antonio, no pienso seguir atendiéndolos, mi responsabilidad con ustedes terminó cuando su padre falleció.

Juan Antonio: Es lamentable que nos hayamos dado cuenta tan tarde de la clase de mujer que eres. Mejor olvidemos esta conversación. Adiós.

Pero la incomodidad con esta señora se repetía en diferentes ocasiones y con cada uno de los hermanos Oliveros, hasta el punto de romper con sus lasos familiares.

Al pasar los días. El hermano mayor Fernando Antonio, decide conversar con su madrastra Ana Karina, para hacerla cambiar de parecer.

Pero solo complicó más la situación. Veamos…

Fernando Antonio: Querida madre, es importante que conversemos. Me preocupa mucho lo que está sucediendo, siempre hemos sido muy unidos.

Ana Karina: Los trate bien durante tanto tiempo por respeto a tu padre, pero yo nunca los he querido, siempre han sido un estorbo para mí.

Fernando Antonio: ¿Por qué nos dices eso? Me duele en el corazón tus palabras.

Ana Karina: Además aprovecho la oportunidad para notificarles, que quiero desalojen mi casa.

Fernando Antonio: ¿Qué dices?

Ana Karina: Como lo escuchan, no pienso vivir más con ustedes.

Juan Antonio: En realidad de nada nos sirve, estar bajo un mismo techo, con tanta peleas.

Alberto Antonio: Yo también estoy de acuerdo.

Fernando Antonio: Pensamos dejarte la casa, por ser la viuda de nuestro padre.

Ana Karina: No, no, lo siento, pero a mí no me importa lo que piensen o quieran hacer ustedes, mi decisión es otra. Y es quedarme con los negocios de la agricultura, todas las tierras con sus cultivos y siembra, serán míos también. No pienso darles ni una hectárea.

Alberto Antonio: Pero el negocio es de todos. Hemos trabajados con mucho esfuerzo.

Juan Antonio: ¿Y de qué vamos a vivir?

Fernando Antonio: Solo sabemos trabajar la siembra y ni siquiera nos ha dado un terrero para trabajarlo. ¿Cómo vamos a salir adelante?

Ana Karina: Ese es su problema, salgan de mi casa y mis tierras ahora mismo.

Al pasar el tiempo: Los hermanos están muy preocupados ya el dinero se les terminó y no tienen como mantenerse.

Fernando Antonio: Es necesario tomar una decisión de inmediato.

Fernando Antonio: Es necesario tomar una decisión de inmediato.

Alberto Antonio: Se me ocurre una idea. ¡Vamos a realizar

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