Cuento mezcla entre caperucita roja y chanchitos

Cuento mezcla entre la caperucita roja y los tres cerditos.

en un bosque muy bello y lejano había tres cerditos que querían construirse casitas. EL primero dijo: “yo haré mi casita de paja, así terminaré pronto y tendré tiempo de salir a jugar”. El segundo dijo: “la paja es demasiado blanda y puede no ser buena, yo haré mi casita de madera, eso me ayudará a terminar rápido, tener una casita segura y luego tener tiempo de salir a jugar”. Mientras que el tercero dijo: “La paja y la madera no son suficientes, si el lobo viene lo único que nos mantendrá a salvo son los ladrillos. Por eso yo haré mi casita de ladrillos y no importa si tengo tiempo para jugar.”

Así lo hicieron, cuando la casita de paja y la de madera estuvieron listas la de ladrillos apenas iba por la mitad. Así que los cerditos decidieron comenzar a jugar y reprender al cerdito que había decidido usar ladrillos por solo tener tiempo para trabajar. El eso apareció una niñita que venía por el bosque llevando una canasta y una capa roja.

Los cerditos la saludaron: “¡Hola caperucita roja! ¿A dónde vas con esa canasta?” y caperucita respondió: “voy a casa de mi abuelita llevándole pancitos y golosinas”. El cerdito que construía todavía su casita de ladrillos advirtió: “Si vas a la casa de tu abuelita debes ir al otro lado del bosque, usa el camino largo que es seguro, porque en el corto ronda el lobo y te pude atrapar”

Los cerditos que jugaban dijeron: “ese lobo es un cobarde, nunca sale y nunca ataca, pero para que no tengas miedo, iremos contigo caperucita”.

Y partieron por el camino corto hacia la casa de la abuela. En el camino se encontraron con el lobo que los tomó por sorpresa y preguntó: “Hola niños, ¿A dónde van con tanta prisa y esa canasta de ricas golosinas? Y ellos respondieron, vamos a ver a la abuela. Y el lobo les respondió: “que delicia de canasta, ¿me podrías obsequiarla? Y la caperucita respondió que no y echó a correr. Los cerditos al ver la escena volvieron con su amigo que ya terminaba su casita. Le contaron lo sucedido y todos fueron en auxilio de caperucita.

El lobo que había llegado a la casa de la abuela antes que la niña la había escondido en un armario y se había disfrazado como ella. Cuando la niña llego se le acercó y le dijo: “¡abuelita que ojos tan grandes tienes!” y el lobo disfrazado respondió; “son para verte mejor”, La niña exclamó:” ¡abuelita, que orejas tan grandes tienes!” y este respondió: “son para oírte mejor” y la niña dijo: “¡abuelita, que dientes tan grandes tienes!” y el lobo respondió: “¡son para morderte mejor!” y el lobo se le abalanzó y la escondió en el mismo armario donde estaba su abuelita. En ese preciso momento llegaron los cerditos que al ver lo que el lobo había hecho tomaron una olla y metieron al lobo dentro y lo enviaron muy lejos. FIN

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