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Cátedra: Seminario. Diseño Gráfico, UNaM.


Enviado por   •  30 de Mayo de 2018  •  Monografía  •  4.449 Palabras (18 Páginas)  •  97 Visitas

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Monografía

Diseño de libro.

Cátedra: Seminario. Diseño Gráfico, UNaM.

Estudiantes: Korell Rebeca, Galeano Noelia


Nota a la profesora.

El proyecto que llevaremos a cabo en la cátedra de Taller IV será sobre un proyecto de la Secretaría de Extensión y Vinculación Tecnológica de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales sobre el pueblo Cerro Corá, la base de este proyecto es un libro que realizaron sobre la historia del pueblo, en consecuencia, quisimos centrar esta monografía en temas que conciernan a la edición y diseño de un libro.

Índice.

  • Introducción

  • 1. El diseño de un libro.
  • 2. Partes de un libro. Según Buen Unna, Jorge (2000).

2.1 Exteriores        

2.2 Interiores (pliegos de principio)        

2.3 Finales

  • 3. Retículas.

  • 4. Construcción de la Mancha.

Introducción.

En este escrito se va a hablar sobre lo que debe tener en cuenta un diseñador gráfico a la hora de hacer o trabajar con la edición y el diseño de un libro.

1. El diseño de un libro.

Según Hochuli y Kinross (2005, p. 32) se debe tener en cuenta particularidades como el formato, la extensión y la tipografía, también los materiales como el papel y la encuadernación, reprografía, la impresión y acabados. Seguido de esto, define la microtipografía (o tipografía de detalle), la cual se ocupa del interlineado y la palabra, el espacio entre palabras, la línea y el interlineado y la caja. La macrotipografía (concepción tipográfica), que tiene en cuenta decisiones sobre el formato de la página, el tamaño de la caja de texto e ilustraciones, su disposición, organización de epígrafes, elementos tipográficos y notas.

Por otra parte, Douglas Martin (1994, p. 16-17) señala que el diseñador debe tener una vinculación importante con el autor del libro y analizar al cliente oculto; que no es necesario comprender por completo el texto con el que se trabaja, sino tener presente qué cualidades hacen único a un libro, siendo sensible a su estructura, las características que presenta el texto y sus ilustraciones. Douglas hace hincapié en la importancia que debe tener el exterior del libro, el cual debe ser bocetado hasta llegar a un resultado adecuado para el lector-cliente, anexando a esto una primera investigación sobre fotografías o ilustraciones que se puedan necesitar a la hora de diseñar.

“En su defecto, es necesario que el diseñador se imagine al lector. No existe ningún problema en imaginarse al potencial lector de un determinado título, sin embargo es diferente cuando se visualiza al comprador.” (Douglas 1994, p. 17)

“El diseño de libros tiene una triple función: debe reflejar el texto y, con él, el objetivo del autor de una manera eficaz y de acuerdo con su sentido. Debe adecuarse al lector y, finalmente, producir un libro hermoso sin que trascienda a un primer plano la intención de lograr un bello diseño. “

                                                                           (Kapr Alvert 1976, p. 2)

2. Partes de un libro. Según Buen Unna, Jorge (2000)

2.1 Exteriores.

Las funciones que cumplen los exteriores eran y siguen siendo proteger el libro, las cuales pueden lograrse de diferentes maneras.

Tapa.

Es la cubierta rígida de un libro, construida normalmente con cartón grueso; puede estar forrado con papel, tela, piel o una combinación de los mismos. Surge en la antigüedad, con la necesidad de conservar en buen estado los valiosos manuscritos y sus extraordinarias obras de arte; las pieles que se utilizaban para cubrir la tapa en los tiempos antiguos fueron reemplazadas por telas, papeles y hasta plásticos.

Se coloca la tapa cuando el libro ya ha sido desbarbado, teniendo en cuenta dejar una ceja para que los bordes de las hojas estén protegidos.

Las tapas pueden dividirse en cuatro partes, que llevan la denominación de primera, segunda, tercera y cuarta de forros, según corre la numeración de las páginas.

[pic 1]

(Buen Unna, Jorge 2000. Manual de diseño editorial. p.353)

Encuadernado rústico.

Hoy en día la encuadernación rústica se utiliza en la gran mayoría de libros. Esta encuadernación utiliza cubiertas de cartulina delgada que están protegidas normalmente con una lámina de plástico translucido, encoladas al canto del paquete de pliegos.

Existen cubiertas laminadas que no se adecúan a los cambios de temperatura y humedad; las cartulinas pueden expandirse o contraerse a causa de las alteraciones higroscópicas, sin embargo, el laminado plástico (no hidrófilo) se mantiene estable, como consecuencia puede tener un desagradable alabeo de la cubierta, en comparación a los libros encuadernados con tapa dura. En los libros que utilizan cubierta rustica usualmente se hace el armado del interior del libro junto con dicha cubierta, sin guillotinar, seguido de esto se lleva el libro a una guillotina trilateral en donde se hacen tres cortes sin la necesidad de rotar el mismo.

Lomo.

Parte opuesta al corte de las hojas que tiene un libro, que cubre el peine de encuadernación. Es una pieza importante para los editores y bibliotecarios, ya que es lo único que se ve cuando el libro está colocado de manera vertical en el estante. Contiene el nombre del autor, el título de la obra, nombre o sello de la casa editorial y, en su casa, el número del tomo; en el caso de las obras lexicográficas que se encuentran separadas en varios volúmenes lleva impresa la primera y la última palabra que se utiliza en el tomo. Las encuadernaciones  antiguas resaltaban los bramantes con los que estaban cocidos los pliegos bajo la piel del lomo, se aprovechaban esos salientes como un elemento distributivo para la información que llevaba el lomo y también como algo ornamental, tanto así que comenzaron a insinuar falsos bramantes con tiras de cartón.

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