DESPERTANDO EL AMOR A TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN
Enviado por 5816037 • 2 de Junio de 2013 • 1.293 Palabras (6 Páginas) • 310 Visitas
DESPERTANDO EL AMOR A TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN
El pasado mes de febrero tuve la fortuna de participar en un espacio de reflexión que llevaba el mismo título por nombre, “Despertando el amor a través de la educación”; se trataba del XVII encuentro Montessori y más que reseñar la riqueza de dicho evento; me ocuparé de resaltar el motivo de tal reunión, que es además elemento fundamental de nuestra sociedad e ingrediente indispensable en la educación, me refiero al tema del amor.
Actualmente la educación sufre tiempos de crisis, lo cual sugiere una revolución de la misma para crear un nuevo paradigma que ayude a dar respuestas a las nuevas preguntas, que afronte un profundo cambio de valores en la sociedad y que aporte a ella hombres y mujeres que han sido tocados por el amor y por la pasión, durante su formación. Dice Carlo Corinto, estudioso del tema de formación, que tenemos un problema de seguridad nacional mucha tele chatarra y poca lectura; este es sólo uno de los síntomas de nuestra sociedad poco apasionada, poco comprometida y poco preocupada con el tema de formación.
En época de inscripciones, he visto a padres de familia correr de una escuela a otra, comparando, contrastando y evaluando cuál será la mejor opción para la educación de sus hijos, sin embargo la formación de nuestros hijos trasciende el microambiente de la escuela y esto involucra a las familias, ya que nuestros niños se construyen a sí mismos y sólo es el ambiente en el que están inmersos y los estímulos a los que están expuestos los que realmente impactarán en la delicada construcción de su personalidad. Por tanto como sociedad estamos obligados a procurar un mejor ambiente para que nuestros niños de hoy se adapten a él y sobre todo una mejor actitud como adulto.
Se habla de la autoconstrucción de un nuevo niño, cuando a través de su trabajo y de la concentración, se ha normalizado, es decir han desaparecido en él conductas antisociales y defectos en su naciente personalidad; pero más que un nuevo niño, requerimos un “nuevo adulto”, que acompañe, respete y sea capaz de tener un ambiente preparado para el niño dentro y fuera de la escuela; con estímulos, con actitudes que sean congruentes con los valores en los que pretendemos formarlo, un adulto con una nueva actitud, un adulto en quien se haya despertado el amor. Un adulto que mantenga el equilibrio entre la calidez y el control, que sepa fijar límites claros con amor, un adulto que se renueve constantemente a sí mismo, que deje el sentimiento de incompletud y de frustración, para crecer en la pasión, en el amor, que elija, que renuncie, que se comprometa, que sea capaz de vivir y de compartir con el niño una libertad constante en su formación.
Dice Eduardo Cuevas, apasionado y especialista en educación, cuando habla de la libertad espiritual y la responsabilidad moral, se refiere a una libertad interna y externa, que la haga una libertad perfecta, entendiendo que una de las premisas de la educación es la expresión espiritual y que su propósito es liberar el espíritu humano.
Coinciden gobernadores, especialistas en la educación y voceros del mismo sindicato, en que
los maestros son pilar fundamental del desarrollo educativo, lo cual es una gran verdad; sin embargo habría que hacer corresponsables en esta misión de mostrar al niño que se forma a sí mismo, a todo adulto que está en contacto con él, para que no se convierta en un obstáculo frío y pesado, a pesar del cual, el niño de todas formas se construye. El niño imita las actitudes sociales y antisociales, por tanto el adulto debe ser el modelo, mostrar al niño lo que si se hace y cómo se hace, en lugar de sólo reprimir desde el exterior, como un tirano. El adulto debe ser un modelo de gracia y cortesía al conducirse a sí mismo y al interactuar con los demás.
...