DIA MUNDIAL DEL TEATRO

DÍA MUNDIAL DEL TEATRO

27 MARZO 2020

El día 10 de junio de 1961, el Instituto Internacional de Teatro reunido en el Congreso de Viena acordó que el 27 de marzo se celebre en todas partes del Día Mundial del Teatro; fecha que coincide con la apertura del Festival del Teatro de las Naciones en París.

El teatro como dimensión del hombre, hurgador de los torniquetes que rigen las profundidades del Ser humano vive testigo de las grandes conmociones como Coranavirus-19 que actualmente padecemos a escala mundial y al que tratamos de sobrevivir en medio de tensiones que amenazan a los seres humanos del planeta Tierra!. Un conflicto de salud donde se encuentran los desamparados  en busca de una explicación a sus desdichas. El teatro se ha convertido en alto tribunal donde se enjuician las desmesuras de los tiranos; lugar donde llegan los hombres despojados de sus ideologías, sus razas, sus fronteras con el corazón abierto al encuentro con el hombre universal. En esta época posmoderna se descubre la diferencia entre ciencia y arte que se ubica en dos sentidos: la ciencia busca la verdad para encontrar las leyes que rige la naturaleza para desentrañar los misterios de la vida; el arte, por el contrario, no trata de encontrar la verdad, no pretende descubrir leyes, sino observar la naturaleza, su comportamiento, para con ellos realizar propuestas escénicas, crear otras realidades que pueda transformar la visión inmediata que el hombre tiene del mundo.; de ahí se construye la realidad teatral de laboratorio para reinventar el suceso desde lo corporal, lo inmanente, lo sensorial y desde la corporeidad. Los episodios de un acontecimiento conllevan variaciones de ritmo e intensidad desarrollado por el actor sobre temas específicos como su manera de caminar, de tratar los objetos, de utilizar su maquillaje o el vestuario, los objetos polivalentes que se transforman adquiriendo distintos significados o tonalidades emotivas y sobre todo las acciones paralelas acompañadas por una intertextualidad donde opera la acción que incide en la atención del espectador sobre su emotividad. Para el teatro se abre un inmenso campo de investigación por la apertura hacia la búsqueda de soluciones  que nos permita relacionar fenómenos aparentemente visibles y caóticos, pero que contiene en su estructura elementos repetibles, no lineales, que tienden a una intrincada red de detalles auto similares al infinito; las posibilidades de crear una relativa forma real coherente. También la física cuántica aporta a la dramaturgia una visión de la realidad que tiene como referencia en sus construcciones sobre la realidad espacial, los principios científicos de la incertidumbre, el azar, la contingencia. La intuición, la improvisación y la dramaturgia colectiva aportan un conocimiento intuitivo relacionado con el racional científico. Hoy tenemos que aceptar que el espacio vacío está muy lleno; es la sede frenética de rapidísimos procesos cuánticos y donde aparentemente no hay nada, ocurren muchas cosas desconocidas.

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