De carrete con Yoda
Enviado por Jocker_Hassihim • 21 de Octubre de 2017 • Ensayo • 640 Palabras (3 Páginas) • 98 Visitas
Ya habíamos caminado un buen rato después de que salimos de la casa de una amiga, caminábamos lento, ya que el maestro Yoda tenía las piernas cortas. Queríamos comprar más cervezas, y un ron, ya que al maestro le gustaba mucho el ron.
De repente, mire hacia atrás y vi como las nubes se empezaban a abrir en un punto, y una figura enorme empezó a descender desde los cielos. Era una enorme jirafa, pero con la estructura de cuando uno compra un peluche de jirafa, con la cabeza desproporcionada con el cuerpo de unos cuatro metros de largo, una panza y unas piernas hinchadas. Volaba entre los cielos sin alas, entonces recordé que en un documental de “Si los dragones hubiesen existido” explicaba que estos eran tan grandes, que la única forma en que hubiesen podido volar es que dentro de ellos tuviesen gas metano para hacerse más livianos, y con este podrían haber tirado fuego, por lo que al tirar fuego no habrían podido volar inmediatamente.
Cuando aviste la jirafa gigante descender de los cielos, les grite a todo el grupo que estaba ahí conmigo, lo que provocó risas al principio, y quién no lo haría si te dijeran de repente “Hay una jirafa gigante volando en el cielo!!”, pero cuando vieron que mis palabras eran reales, solo atinaron a gritar “CORRAAAAN ¡¡¡¡” y luego hacerlo.
Yo también corrí, pero me di cuenta de que el maestro Yoda no podía correr muy rápido por sus cortas piernas, por lo que me ofrecí a cargarlo, sin embargo, jamás habría imaginado que el pequeño cuerpo del maestro Yoda pesaba tanto, no pude avanzar más de un par de metros hasta apoyarme en un auto y la jirafa gigante, por alguna extraña razón, se dirigía directo a nosotros, y sentí que la muerte la acompañaba.
Cuando el maestro Yoda se dio cuenta de que yo no podía avanzar más rápido de lo que el corría, y que ya no se podía esquivar a la jirafa gigante, se bajo de mi espalda y me dijo “Entrar al auto debes”, y enseguida entré, no se imaginan lo persuasivo que puede ser el maestro con solo decir unas palabras. Cuando entré, me tapó con unas almohadas que no sé de donde salieron, y luego cerró la puerta, se colocó delante del auto y se preparo mientras venia la gran jirafa, no obstante, no pude ver que hiso, no sé si entre en shock por el miedo o simplemente las almohadas no me dejaban ver, solo sentí el impacto de cuando la jirafa cayo, y estaba frente al auto y a un costado el maestro tirado.
A penas lo vi, baje del auto, con miedo pues la jirafa gigante estaba ahí y no sabía si había muerto o solo estaba inconsciente. Tome al maestro en mis brazos y sentía que ya no pesaba tanto, me asuste nuevamente, pero sentí como respiraba, así que lo subí a mi espalda y empecé a caminar. No recordaba por donde podía regresar a la casa de donde venia, pero camine y camine entre las poblaciones, pregunte a una señora que estaba barriendo, y me dijo que tenía que cruzar un potrero
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