Decimas Del Amor Iluminado

¡Te quiero! así como suena, sin una vacilación broto de mi corazón este amor de luna llena, una dorada cadena que yo soporto sonriendo porque sé que está encendiendo en tu corazón y el mío una llama contra el frío y una canción en crescendo.

Acaso tú, que eres mía, no sabes cuanto te quiero desde el instante primero que me atravesé en tu vía, y no sabes todavía que un amor iluminado por tu presencia ha brotado, cristalino y transparente, como una mansa corriente de mi pecho desolado. (…)

Para decir que te quiero bastó una sola mirada que te gritó desolada ¡tómame por compañero!, eres todo lo que espero, la compensación mejor para todo este dolor que de siempre me acompaña y me lacera la entraña con su punzante escozor.

Bese una noche tu boca con su sabor de colmena y desde entonces qué pena en mi alma sencilla y loca; qué angustia de aguda roca me invadió por ese beso que me diste; si es por eso que estoy tan enamorado: ¡Al fin la hora ha llegado de saber lo que es un beso!

Por ese beso divino que me dio tu corazón me estremece la emoción más honda de mi camino; busco sin tregua en mi sino un lugar donde esconderte, en el que pueda tenerte toda la vida en mis brazos sin temor a los zarpazos del olvido y de la muerte.

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