Del Amor y la Fidelidad

Del amor y la fidelidad

El amor es tema de polémica en la vida contemporánea, los limites y características del amor han sido borrados y confundidos debido a la posición filosófica relativista y profundamente individualista imperante. Es por ello que es necesario hacer una revisión de los términos a niveles filosóficos y religiosos con sus implicancias en las distintas facetas en que el amor es encontrable.

Primeramente es necesario definir el amor y sus principales tendencias, es en ello que Aristóteles nos presenta el primer acercamiento al amor al decir “amar es querer el bien para alguien” que luego es complementado por Santo Tomás al referir que el querer el bien puede darse tanto como un medio como para un fin. Cuando es amor se presenta hacia un algo estamos en presencia de un amor que considera un medio para obtener un placer para uno mismo (Amor de concupiscencia); es en este amor donde se cosifica que Alguien transformándolo en un Algo cuyo fin último es servir de medio para el propio placer y luego ser desechado.

Es en este punto donde el amor sufre ante el relativismo: si el hombre es un ser infinito e irreducible, es un acto violento e inmoral querer al hombre como un medio, como una reducción de su mismo en un afán utilitarista.

Por otro lado se denomina amor sincero a aquel amor que busca el bien hacia alguien considerándola como un fin en sí mismo, más allá del placer propio sino por el ser mismo del desear el bien, es decir en la honestidad del amor al declarar al hombre como un infinito y por consiguiente como un fin absoluto.

Es de esta forma que las manifestaciones del amor (Amistad, Matrimonio, Familia, etc) pueden ser concupiscentes u honestas dependiendo la forma de ver a lo amado (como un objeto (medio) o como un fin. De esta forma el matrimonio presenta un amor que es primeramente concupiscente y dado (En el enamoramiento) donde es inevitable y natural la atracción de un ser u otro, y que luego es acto consciente y diario en la mantención del enamoramiento día a día (en el amor y en el matrimonio). Ocurriendo el fenómeno del amor como un proceso de decisión y mantención, como un trabajo constante sobre el amor mismo, donde el fin último es el bien del ser amado mediante una serie de objetos u objetivos que constituyen fines pequeños en pos del fin último; dichos fines pequeños son denominados honestos debido a que son fin y medio en sí mismo, no falseando la dimensión absoluta ni objetual de los mismos.

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