Del barrio a la escuela, resignificación de la currícula y el universo temático
Enviado por WMoro • 26 de Abril de 2020 • Ensayo • 936 Palabras (4 Páginas) • 1.060 Visitas
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TRAMO DE FORMACIÓN PEDAGÓGICA PARA EL NIVEL MEDIO
Materia: Pedagogía
Trabajo Final
Docente: Gisella García
Estudiante: Wenceslao Moro
Fecha: 30/03
“Ayer y hoy: Pensar la Escuela Secundaria desde los aportes de la Pedagogía”
Del barrio a la escuela, re significación de la currícula y el universo temático.
La escuela goza de una legitimidad que le da el ser sancionadora oficialmente de quien tiene o no conocimiento a través del título que otorga. Tiene el monopolio de un nuevo tipo de capital cultural: el capital institucionalizado[1]. El conocimiento escolarizado (saber-poder) da cuenta de un proceso que “recorta, selecciona y ordena los saberes que se considera que debe impartir a sus alumnos por medio del proceso de elaboración y concreción del currículo prescripto”[2].
Esta operación de legitimación responde a una cultura hegemónica que decide qué enseñar, revalorizando determinados saberes a los cuales llama científicos y desjerarquizando otros, vinculados al saber popular.
La sistematización de esos saberes recortados y administrados por el Estado se encuentra en los proyectos curriculares. Estos son “documentos públicos que expresan una síntesis de una propuesta cultural, formulada en términos educativos, sobre cómo y quién define la autoridad cultural en una sociedad dada”[3]. Así se elaboran los saberes básicos y se definen cuáles son los contenidos curriculares obligatorios. El desarrollo de los mismos lo realiza cada Escuela, y son los y las educadorxs quienes lo aplican “con sus márgenes de libertad” en las aulas dotándolos de sentido.
La acción educativa que realiza el o la educador/a se fundamenta en poder dotar de significados a los conocimientos que se abordan en la escuela. Partiendo de las experiencias significativas de los estudiantes se imprime sentido a su reflexión y acción. Se trata de construir saberes socialmente productivos, es decir que permitan a él o la estudiantx transformar su realidad, modificando su habitus y enriqueciendo su capital cultural.
Recuperar las experiencias significativas de los y las estudiantxs, es colocar a la escuela de frente a la realidad que viven los y las jóvenes, re-conectando sus intereses, sus pasiones con los contenidos como dice Tenti Fanfani.[4] Partir de esos contextos para que a través de su palabra puedan llegar a un texto que le dé sentido a su vida cotidiana.
La vida cotidiana es el lugar desde donde se inician los procesos educativos y, desde luego, el lugar a donde se regresa después, a través de una práctica con sentido y con opción transformadora.
La escuela, necesita cruzar la calle que la separa de las vivencias de los estudiantes, las familias, el barrio, con sus problemas y necesidades, sus saberes, sus formas de responder y organizarse en lo cotidiano. La escuela necesita abrirse al barrio para dar nuevos sentidos y romper con las estructuras de dominación presentes en el currículo.
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