Derecho .

El derecho no existe para ser objeto de reflexiones y elaboraciones académicas, sino para ser aplicado. La aplicación es el centro de gravedad de todo sistema jurídico. El derecho se aplica cuando las relaciones humanas en una comunidad se adaptan a las reglas o las costumbres adoptadas por la misma comunidad, . un sistema jurídico es un “proyecto” para regular y organizar la vida social y ese proyecto no alcanza nunca una plena realización, lamentablemente siempre hay un negrito en el arroz, la aplicación del derecho no siempre se lleva a cabo al cien por ciento, algunas veces por parte de los ciudadanos, pero en la mayoría de los casos por la autoridad. El grado de aplicación de un derecho, o como suele decir, su vigencia social, es muy variable.

Si un sistema jurídico en su conjunto, y prescindiendo de lo que pueda ocurrir con algunas normas particulares, no alcanza ese grado razonable de eficacia no puede considerarse como verdadero derecho positivo. Aquí las construcciones lógicas de los juristas se han de rendir a la evidencia de los hechos. Lo contrario significaría mantener un fantasma de legalidad sin ninguna consecuencia práctica y envolverse además en un laberinto de dificultades de todo tipo. Tal y como ocurre en nuestro sistema jurisdiccional, lamentablemente.

La aplicación del derecho significa su tránsito desde una regla general a una decisión particular de mayor a menor nivel jerárquico.

Que todo sistema jurídico, para ser considerado existente, ha de tener un grado apreciable de aplicación en su conjunto, es un hecho que reconocen incluso los más fervorosos partidarios de derecho que toda alusión a la realidad social debe ser excluida en el estudio del derecho.

El derecho se aplica cuando los ciudadanos ajustan su conducta a las normas que aquel establece. Así la mayoría de los individuos, no matan, no roban, no causan daño a otros, es decir, cumplen con las órdenes y prohibiciones que componen una parte del ordenamiento jurídico. Aunque también existe la otra parte, donde los mismos gobernantes evitan la aplicación fehaciente del derecho. Una parte considerable aunque de difícil valoración, de esas violaciones y de esos conflictos no llegan a salir a la superficie, y me gustaría decir que es por dos casos únicamente; uno porque quedan ignorados y dos porque las partes prefieren acudir al arreglo amistoso, al margen de la intervención oficial, pero creo que la tercera es la peor, evitan los ciudadanos la aplicación del derecho porque las autoridades realizan manejos turbios y sospechosos, donde la personas ofendidas resultan ser los acusados y culpables en la mayoría de los casos.

Se conoce como silogismo a un argumento compuesto por tres proposiciones; de ellas, la última es la que se deduce siempre de las anteriores. El vocablo deriva del concepto latino syllogĭsmus que, a su vez, halla su origen en una palabra griega.

Puede considerarse

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