Desastres Naturales Riesgos Y Desarrollo

DESASTRES RIESGOS Y DESARROLLO.

MARZO 2013

¿Cómo y porqué inciden los procesos de desarrollo en la generación del riesgo?

Para dar respuesta a esta interrogante es necesario inicialmente conceptualizar el término de “Riesgo”, el cual en su concepción más amplia y en forma proporcional con la existencia humana sobre la tierra, evoca ideas sobre perdidas y daños asociados a las distintas esferas de la actividad humana.

Es indispensable entender que la noción de riesgo es inherente con la idea de empresa y búsqueda de avances y ganancia bajo determinadas condiciones de incertidumbre.

A lo largo de toda su historia, la naturaleza ha dado sobradas muestras de su gran poder y cuando se produce un gran desastre natural, nos recuerda su presencia. La vida del hombre desde los tiempos más remotos, ha experimentado inundaciones, la fuerza de los huracanes y tornados la violencia de las erupciones volcánicas y los terremotos, año tras año los desastres naturales traen como consecuencia un mayor número de pérdidas humanas y materiales. Las causas de este aumento están relacionadas con el incremento poblacional, la creciente urbanización de los espacios, el tipo de actividades económicas y sobre todo el asentamiento de población en lugares de riesgo.

Los daños producidos por las catástrofes naturales en muchas ocasiones es el resultado de la combinación peligrosa entre fuerzas naturales y las actividades del hombre, se hace entonces evidente que el impacto de las catástrofes no serían tan devastadores si el ser humano fuese más prudentes y tomara mayores previsiones.

Pero para saber realmente como incide el desarrollo en la generación de riesgo podemos mencionar diversos ejemplos a nivel mundial, en donde iniciativas de crecimientos económicos y mejoras sociales han generado como consecuencias nuevos riesgos de desastres. La rápida expansión es quizás uno de los mejores ejemplos , el crecimiento de asentamientos informales y antros en el corazón urbano alimentado por inmigrantes o por la migración interna desde asentamientos rurales o urbanos mas pequeños ha provocado el incremento de entornos habitacionales inestables, los cuales muy a menudo se encuentran ubicados en barrancos, laderas empinadas, en zonas de inundaciones, o próxima a plantas industriales, sistemas de transportes nocivos o peligrosos.

En consecuencia y para dar respuesta al por que el desarrollo incide en la generación de riesgo tenemos que a pesar de la frecuencia con que algunos países experimentan desastres naturales los riesgos de desastres no son incluidos como la principal prioridad para los planificadores del desarrollo dejando en la mayorías de las oportunidades de considerar las dos formas de acción para gestionar los riesgo de desastres.

La primera de ellas la gestión prospectiva del riesgo de desastre como parte de la planificación del desarrollo sostenible entendiendo que los programas y proyectos de desarrollo deberían analizarse para conocer su potencial para reducir o agravar la vulnerabilidad y el peligro y la segunda, una gestión compensatoria como parte de la preparación y la respuesta frente a los desastres , acompañado de una planificación del desarrollo haciendo hincapié en tratar de superar la vulnerabilidad existente y los que sean acumulado a raíz de las opciones de desarrollo del pasado.

Finalmente y en este mismo orden de ideas se aprecia claramente la necesidad de implementar políticas compensatorias como forma para reducir los riesgos actuales pero las políticas prospectivas son esenciales para lograr reducir los riesgos de desastre a mediano y largo plazo.

¿Por qué se dice que el riesgo de desastres es producto de un proceso acumulativo del riesgo?

Los desastres se originan por la combinación de las amenazas naturales, socio naturales, de degradación del relieve y del subsuelo causado por la acción del hombre y a todo esto se le une la falta de planificación en el desarrollo de habitas, lo cual va creando condiciones de vulnerabilidad que predisponen a la sociedades a tener mayor o menor grado de facilidad de encontrarse en presencia de diferentes amenazas que pueden llegar a ser potencialmente destructoras, llegando a producir una o muchos pequeños desastres con diferentes daños a las comunidades y a las personas.

Estos desastres surgen como el producto de la mezcla de complejas acciones interrelacionadas con los factores económicos, sociales, culturales, ambientales, físicos, políticos administrativos junto a los inadecuados procesos de desarrollo y a programas de ajustes estructural o proyectos de inversión económica que no contemplan en ningún momento el costo social ni el ambiental de sus acciones.

Si a toda la situación anteriormente planteada se le agrega un desequilibrio en la distribución de la riqueza, la falta de oportunidades, los inadecuados patrones de asentamientos en zonas de muy alto riesgo (principalmente de las poblaciones de escasos recursos), entonces tal situación se agrava significativamente, por otra parte la incontrolable y desmedida urbanización sin ningún tipo de planificación junto a los procesos continuos de degradación ambiental y la débil capacidad de gestión y reducción de riesgo de desastres por parte de las autoridades y las comunidades, aunado a la carencia de recursos humanos, técnicos y materiales de las sociedades afectadas, permite tener una visión clara y panorámica del proceso acumulativo de riesgos que pueden llegar a desencadenar una tragedia o desastre.

Por lo general los impactos de estos desastres son mucho más fuertes en los países pobres y cuyos índices de desarrollos humano son bajos, la responsabilidad de la reducción y de la generación de riesgo no son responsabilidad única de estos países, ni surgen como respuestas a patrones de desarrollo locales o nacionales , sino que por el contrario son consecuencia también de patrones y políticas globales como la globalización económica, el calentamiento global del planeta, los cambios climáticos, las desertificación y la constante degradación ambiental.

Sin embargo la responsabilidad en la reducción

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