Descentralización Y Conflicto Social En El Perú De Hoy
Enviado por arweowin • 27 de Noviembre de 2013 • 2.996 Palabras (12 Páginas) • 260 Visitas
Resumen:
El presente trabajo busca mostrar como el Perú de hoy está pasando por un lento y progresivo proceso de descentralización que se viene desarrollando desde el 2002 a la fecha pero que, durante el proceso mismo, ha acarreado una serie de conflictos sociales a lo largo del territorio nacional, siendo ahora los que mayor relevancia han cobrado en la opinión pública el problema de Conga (Cajamarca) que durante el presente año han puesto en tela de juicio el avance de la descentralización y en boca de la opinión internacional la capacidad de solución de conflictos del estado peruano.
Palabras claves: Descentralización, Conflicto social, Gobierno Central, Gobiernos Regionales, Cajamarca, Ollanta Humala, Politización de los conflictos.
En la actualidad el Perú afronta una serie de problemas que se han venido generando a partir de la agresiva introducción de capitales extranjeros para realizar proyectos de inversión a lo largo y ancho del territorio nacional, lo que, a consecuencia de las malas políticas de distribución de los recursos que posee el Estado y el pésimo control ambiental y mal manejo de las políticas sociales que tienen las empresas ha ocasionado un descontento general en la población de una región determinada y en mayor medida las comunidades aledañas a los grandes proyectos mineros.
El texto se dividirá en dos secciones; la primera tratará de trazar un marco general en base a los dos conceptos que estamos tratando, tanto el de descentralización como el de conflicto social (tomando como base a la teoría que plantea Aníbal Quijano desde la lógica de la colonialidad del poder); y la segunda sobre cómo se está desenvolviendo el contexto actual peruano en base a los límites que ha presentado la descentralización y como ha generado una serie de reacciones en las distintas regiones de nuestro país, en particular Conga.
Descentralización y conflicto social, dos ejes del sistema histórico peruano
En su desarrollo histórico nuestro país se ha visto caracterizado por dos factores muy importantes que han sido el eje de muchas de las problemáticas sociales que hemos vivido desde que existimos como nación: el centralismo y la inestabilidad política.
En la historia de nuestro país se puede ver que han sido innumerables los intentos de descentralización y que en el vaivén de este proceso, durante el período republicano –sobre todo en los años que van desde la independencia hasta “El Oncenio” de Leguía- el clamor por una política que borrara del rostro nacional este centralismo limeñista ha sido bastante marcado pues tal centralismo dejaba y deja de lado aún las oportunidades de progreso para las demás regiones del país, ya que hasta la fecha se vive una condición importante de desigualdad social y de acceso a los recursos y servicios que brinda el Estado como parte de su proyecto de país.
La descentralización corresponde, tomando la definición que presenta la Friedrich Eberth Stiftung (2009):
Proceso de transferencia de atribuciones, capacidades y recursos –es decir, de poder- para que las necesidades y problemas puedan ser razonablemente identificados y priorizados al nivel en que sea más probable determinar e implementar una manera pertinente, eficiente y sostenible de resolverlos (p.4)
Teniendo en cuenta esto podemos entender que la lógica que plantea la descentralización se encuentra basada en dar cierta porción de poder –en base a atribuciones de carácter fiscal, jurídico y administrativo- a una región determinada (para el caso del Perú); además hay que tomar en cuenta que la descentralización en nuestro país es un proceso que se debe comenzar de manera íntegra, paulatina –ya que es un proceso de desarrollo lento y progresivo- y general, donde se debe gestar consensos con cada uno de los actores que conforman el territorio nacional, sin obviar el importante papel que desempeña el análisis de la situación, con la aplicación correcta de políticas públicas, y así como esto una innumerable lista de puntos que son menester en este procedimiento.
Tomando el término acuñado por Manuel Dammert, “las reformas progresistas impostergables” muestra la gran necesidad que este país tiene ante la actual coyuntura de desigualdad existente entre las distintas regiones del país, que no se debe retroceder sino que continuar adelante en el arduo proceso de construir la nación, una nación única y descentralizada.
Sin embargo también debemos tomar en cuenta que el proceso de descentralización en un país que ha estado caracterizado por un hipercentralismo concentrado en la región metropolitana de Lima ha hecho que, desde el mismo Gobierno Central afincado en la capital nacional, surja una suerte de recelo a ceder los poderes a las demás regiones ocasionando contradicciones entre ambas partes que conforman el Estado (Gob. central y la sociedad civil en conjunto con los gobiernos regionales), Rolando Ames (2006) examinó desde el panorama que afrontaba el entrante gobierno de Alan García –recordemos que una de las alarmas más fuertes que se dieron durante su periodo fue el caso Bagua que hasta la fecha sigue latente y, a mi consideración, es muestra de la aún escasa presencia del Estado en las provincias amazónicas que a pesar de formar parte del gobierno central y de poseer representantes legislativos la capacidad de decisión sobre los recursos naturales que poseen sus tierras, sobre todo de las comunidades originarias, sigue siendo mínima- , lo que él nos menciona es que existe esa reticencia a ceder poderes a pesar de que singularmente exista la pretensión por parte del Estado de hacer presente que supuestamente se está desarrollando o como en mejores términos él menciona “Empezó el proceso de DyR (Descentralización y Regionalización)”, pero esta cuestión en la praxis no se hace presente, por lo que:
“La descentralización es un proceso aún resistido en las instancias centrales porque implica transferencias no solo de bienes, sino sobre todo de poderes de decisión.” (p.12)
Con esto llegamos a otro punto que, al surgir estas contradicciones entre el Gobierno Central (que se resiste a ceder poderes) y la sociedad civil, sobre todo las comunidades rurales esparcidas dentro del territorio nacional (que reclaman reivindicaciones históricamente justas), surge como se puede apreciar desde que uno ve esta relación, una tensión de trasfondo histórico muy profundo, la situación actual responde a esos patrones permanentes que han generado la supervivencia de las estructuras coloniales de dominación , la colonialidad del poder y la exclusión de las comunidades campesinas que sin consulta previa son despojados de las tierras que por generaciones han pertenecido a sus antepasados.
Todo esto ocurre debido a esta situación
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