Descripción de la problemática a intervenir

Descripción de la problemática a intervenir.

La inseguridad es uno de los grandes problemas sociales por los cuales pasa México. En un tema muy preocupante para la sociedad mexicana, ya en los últimos años surgen con mayor frecuencia las demandas por parte de los ciudadanos y por parte de empresas, que piden una acción más efectiva realizada por las autoridades para erradicar esta problemática que genera temor e incertidumbre (Tapia, 2013).

La inseguridad ciudadana surge y se define en la actualidad como un fenómeno y problema social en sociedades que poseen un diverso nivel de desarrollo económico, múltiples rasgos culturales y regímenes políticos de distinto signo, no pudiéndose establecer, por tanto, distinciones simplistas para caracterizar factores asociados a su incremento y formas de expresión.^[1]

Naturaleza del problema

La inseguridad en México se ha ido incrementando a partir desde que el Gobierno de México le declaró la guerra al narcotráfico en el 2006, estrategia iniciada por el mandatario Felipe Calderón pocos días después de asumir su cargo. Introduciendo el uso de la fuerza militar contra los carteles del narcotráfico que operan en nuestro país. (Muñiz y Ramírez, 2014)

Desde el inicio de esta “guerra” los niveles de inseguridad aumentaron drásticamente en México, en aumento de delitos como secuestros, robos y asesinatos relacionados con las drogas (Carreón y de la Cruz, 2012; Rios, 2014).

Se estima que durante el sexenio del ex Presidente Felipe Calderón, entre 2006 y 2012, se produjeron entre 60,000 y 100,000 muertes relacionadas directamente con la citada guerra contra los cárteles de la droga y las actividades relacionadas con los mismos (Campbell y Hansen, 2014; Magaloni et al., 2014).

Gracias a las acciones inadecuadas de la guerra contra el narcotráfico, México ha tenido gran diversidad de delitos como asaltos con armas, violaciones, secuestros y homicidios, sufridos por la ciudadanía (Magaloni et al., 2014).

 Magnitud del problema

Por otra parte, surge grandes retos en México como lo es el acceso a información oportuna y confiable sobre el fenómeno delincuencial y sus manifestaciones más evidentes dentro del territorio nacional. Es así México Evalúa 2010, con su programa en Seguridad Pública, busca ofrecer a la sociedad mexicana parámetros confiables para dar seguimiento al fenómeno de la inseguridad y participar de manera informada en el monitoreo de las acciones de gobierno.^[2]

De acuerdo con la encuesta del ENSI-6, durante 2008 habría habido al menos una víctima del delito en 13.1% de los hogares, y 16% de los encuestados dijo haber sido víctima de al menos un delito. Con base en este último dato se obtiene que, en México, en dicho periodo, 7,500 personas por cada 100 mil habitantes habría sido víctima de algún delito Durante 2007 la criminalidad en México no presentó cambios significativos con respecto a años anteriores, pero la percepción de inseguridad se ha incrementado. En 2004, una de cada dos personas (54%) se sentían inseguras en la entidad donde vivían, durante 2007 se incrementó a tres de cada cinco personas (59%). Sin embargo, la prevalencia delictiva, que se refiere al porcentaje de personas que fueron víctimas de un delito con respecto al total de la población, se ha mantenido estable, en 2007, al igual que en 2004, 11% de la población de 18 años y más fue víctima de algún delito.^[3]

Gravedad del problema

En México, los delitos se dividen entre el fuero común y el federal. En el primer fuero se incluyen aquellos que afectan habitualmente a la población: robo, homicidio, violación, secuestro y fraude. En total, suman más de 90% de la actividad delincuencial. El resto corresponde al crimen organizado.

La Quinta Encuesta Nacional sobre Inseguridad, como las anteriores ediciones de esta encuesta, capta información sobre los delitos del fuero común, que constituyen 95% del total de la delincuencia en México. En 2007, al igual que en los cinco años previos, seis de cada siete delitos cometidos en el país (86%) fueron robos, concentrándose en dos tipos: robo a transeúnte (42%) y robo parcial de vehículos (20%). Más de la mitad de los delitos (60%) se cometieron en los lugares donde la gente se siente más insegura como lo es la calle y el transporte público. Se destaca que, en 2007, el robo a casa habitación registró un descenso respecto de 2004 lo cual pasó de 18% a 10.5% respecto del total de hechos delictivos. Es en este ámbito donde las personas se sienten más seguras. Entre los delitos diferentes al robo destacan las lesiones, que afectó a 5.7% de la población encuestada por la ENSI-5 en 2007. Aunque son delitos con un alto impacto individual y social, los delitos sexuales y el secuestro registran niveles de 1% y 0.7%, respectivamente.

 El miedo a ser víctima de algún delito provocó, durante 2007, que 65% de las personas entrevistadas cambiaran algún hábito o dejaran de hacer alguna actividad. Según el estudio, la mitad de los encuestados no permitieron salir a sus hijos menores a la calle y 42% suspendieron las salidas en la noche^[4]

Factores causales y factores de riesgo (árbol del problema)    

Existen diversos factores sociales que influyen en la inseguridad social, Leandro Azuara Pérez (2012) menciona que la necesidad económica influye a muchos individuos de clase indigente a cometer delitos contra la propiedad y específicamente, el robo. Otra de las causas por la necesidad económica es la migración de jóvenes del campo a la ciudad donde no terminan sus estudios y van en busca de nuevos trabajos, sin embargo no encuentran un salario adecuado para tener una calidad de vida entonces la única solución la encuentran cometiendo delitos.

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