Desempleo

Imaginemos que, al igual que un virus arrasador, comenzaran a decrecer irrefrenablemente las oportunidades de empleo en un país cualquiera; Colombia, por ejemplo. ¡No olvidemos que lo estamos imaginando! Cualquier día alguno de sus funcionarios informa al gobierno que según sus extensos estudios el desempleo ha adquirido el mayor índice en toda la historia y que la economía del país no había previsto a tiempo una fórmula que contuviese el problema. Al poco tiempo otro funcionario informa que los niveles de criminalidad han aumentado enormemente; otro más afirma que la taza de desnutrición se incrementa día a día dramáticamente, y que debido a esto la mortalidad asciende de manera preocupante. Mientras el gobierno estudia la manera de frenar el demencial problema, el caos se ha tomado a la sociedad. La gente hace mítines, protesta violentamente, se comienzan a vulnerar los derechos humanos en todas las formas posibles. De seguro la ilegalidad reina por doquier. Si finalmente se hallase la solución al problema, reconstruir el anterior estado de la sociedad acarrearía de mucho tiempo, esfuerzos y sacrificios que la atrasarían en su progreso. Si no se hallase una pronta solución es mejor no pensar en lo que pasaría.

De la anterior hipótesis deducimos que pobreza, criminalidad (casi siempre asociada al hurto), desnutrición, violencia, y por lo tanto mortalidad, son factores que se derivan cuando se le codena al hombre a sufrir el castigo del desempleo. Cuando a un ser humano se le coarta el derecho a valerse de un medio que le provea lo necesario para vivir dignamente también se le condena a padecer de todos los males que resultan de esa dolencia.

Finalmente las anteriores afirmaciones me llevan a una reflexión final: educar al hombre para enfrentarse a la vida laborar es una de las formas adecuadas de construir sociedad, es cierto, pero para capacitarse se necesita asistir a instituciones de formación y esto acarrea gastos para quien necesita profesionalizarse. En el caso de un joven a quienes sus padres no puedan brindar el apoyo económico, por ejemplo ¿qué le puede esperar en el campo laborar? Tal vez la solución esté en que el gobierno de una nación suministre la posibilidad del estudio gratuito para las clases menos favorecidas, que representan la mayoría de ciudadanos. Y además que incentiven económicamente a la construcción de empresa una vez egresen de la academia; esto sumado a la generación de industrias sería, sino la solución definitiva, por lo menos una manera de frenar el impetuoso avance del desempleo.

...