Desengrasado de la lana sucia

Desengrasado de la lana sucia

Las diferentes calidades de la lana procedentes de diversas pates del mundo varían mucho en el porcentaje de impurezas que contienen y en la facilidad con que dichas impurezas pueden ser eliminadas. Estas substancias comprenden aren y materiales terrosos, cera y suarda propias de la lana, materias nitrogenadas y albuminoides, y substancias vegetales.

La cera de la lana puede ser considerada como una mezcla de alcoholes libres combinados, incluyendo colesteroles, junto con proporciones variables de ácidos grasos de elevado peso molecular.

Las ceras son de carácter insaponificable, pero se emulsionan rápidamente; los ácidos grasos libres se saponifican con carbonato de sodio, pero los jabones producidos son muy insolubles en agua y poseen todos escaso poder detergente.

La cantidad de suarda presente en la lana sucia muestra considerables variaciones, pues las lanas merinas contienen mayor proporción que las de razas hibridas y de montaña.

Los materiales vegetales conocidas con los nombres de cadillo, agrimiza o pajas, brozas o motas, varían en cantidad según los pastos que ha frecuentado el carnero, y desde la lana más impurificada hasta la completamente limpia se limpian en las operaciones de peinado y cardado. Sim embargo las lanas cardadas para fabricación de hilos de lana requieren la carbonización. En cuanto a las lanas de animales sacrificados son por lo general más difíciles de desengrasar que las de vellón.

Existen cuatro métodos distintos para la eliminación de las impurezas de la lana sucia y estas son:

• Sistema de emulsión

• Sistema Duhamel

• Sistema de disolventes

• Sistema de refrigeración

Sistema de emulsión

La máquina de uso más general para el lavado de lana es el Leviatán, que consta de una serie de 3 a 5 barcas, largos y estrechos provistos de pesados cilindros exprimidores, a través de los cuales pasa la lana antes de entrar en el recipiente siguiente.

La manera normal de proceder en el caso de un levitán de cuatro dépositos cosiste en emplear carbonato de sodio y un poco de jabón en el primero de ellos, cantidades aproximadas iguales de jabón y carbonato de sodio en el segundo y jabón de acite de oliva o de oleína o bien cualquier detergente sintético en el tercero. En el cuarto deposito se emplea generalmente agua sola, aunque en algunos casos se añaden muy pequeñas cantidades de un detergente sintetico. El principal efecto detergente se produce en los dos primeros depósitos; los siguientes se destinan principalmente a la eliminación de la grasa emulsionada, de los grumos de álcali y de jabón residual.

Resulta particularmente ventajoso el empleo de detergentes sinteticos en estos últimos depósitos, ya que previenen la reprecipitación de los jabones cálcicos en virtud de esta propiedad, su empleo facilita la producción

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