"Disposición Final De Residuos Sólidos Urbanos" - Problemas Asociados A Las Características técnicas De Los Mismos

"Disposición final de Residuos Sólidos Urbanos"

INTRODUCCIÓN

Los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) constituyen en la actualidad una de las principales preocupaciones de las grandes ciudades. Los cambios en los hábitos hacia un consumismo excesivo, el ritmo y velocidad de producción de desperdicios que supera al de su degradación, los sistemas de tratamiento y/o disposición final inadecuados y/o inexistentes; son sólo algunos de los factores que agudizan la conflictividad de la situación.

Este es un problema que incumbe a todos los integrantes de la sociedad. Pretender que sólo las autoridades lo resuelvan, constituye una verdadera utopía. Utópico también es el pensar que la población pueda enfrentarse y solucionar individualmente este problema. Resulta indispensable asumirlo en su complejidad y analizarlo en el contexto en el cual se desarrolla, a fin de encontrar soluciones más eficientes en cada caso.

La Problemática de los Residuos Sólidos Urbanos / Soluciones que traen problemas / Los Rellenos Sanitarios.

En gran parte de nuestro país, la disposición final de RSU se realiza en basurales o vertederos a cielo abierto, provocando un “Impacto ambiental” que deriva en efectos negativos para la población y sus actividades. Esta práctica - que se implementa no sólo en Argentina sino en todo el mundo - está siendo reemplazada por la de los Rellenos Sanitarios (RS).

Distribución porcentual por tipo de Disposición Final en Argentina

(ENGIRSU, 2005)

Históricamente, a nivel mundial, el RS ha sido el método más aceptado desde un punto de vista económico para la disposición a largo plazo de los RSU. En el mundo se desechan actualmente alrededor de 4 millones de toneladas de RSU. Un 30% de estas toneladas son enterradas en RS. (PINA, 2007)

Involucrando al suelo como depósito de basura, los RS están pensados para mitigar algunos de los problemas que ocasionan los basurales a cielo abierto. No obstante la instalación de estas tecnoestructuras, no logra evitar la existencia de los vertederos a cielo abierto.

Cabe destacar que en la actualidad, aunque muchos gobiernos en diferentes países, consideran que el destino final de los RSU debe efectuarse a través del RS, está comprobado que los mismos presentan fallas y deficiencias técnicas. Estas falencias trasforman a los RS en grandes productores de metano, dióxido de carbono, tolueno, cloruro de vinilo; y muchas otras sustancias, que al igual que las anteriores, son tóxicas y/o cancerígenas. (GREENPEACE ARGENTINA, 2004)

Las fallas del RS pueden darse en:

1. Capa Arcillosa

2. Recubrimiento plástico

3. Sistema de recolección de lixiviados

4. Cubierta protectora

(GREENPEACE ARGENTINA, 2004)

Rosario no es ajena a este problemática. Considerada como la de mayor gravedad ambiental de la ciudad, se sostiene en la agenda política desde hace dos décadas. La instalación de RS ha sido la “solución” planteada por el municipio para enfrentar dicha problemática, que hasta el día de hoy no encuentra salida. (RINALDI, 2012)

Entre 1994 y 2001 los RSU de Rosario fueron dispuestos en dos RS (Gallego I y II) localizados al sur de la ciudad, en las inmediaciones de Puente Gallego. Luego de los serios conflictos, que tuvieron lugar a raíz de la instalación y el mal funcionamiento de los RS, las autoridades municipales, como única respuesta, han buscado espacios alternativos que acepten hacerse cargo de la disposición final de RSU de Rosario y la convivencia con sus consecuencias.

Desde entonces, casi la totalidad de RSU que produce la ciudad, se depositan en un predio de 15 hectáreas, ubicado en la localidad de Ricardone, a 20 km de la ciudad de Rosario. Esta decisión implicó un nuevo conflicto ya que, paradojalmente, se trasladó el problema de la contaminación ambiental y de la salud a otra población.

Según un trabajo analizado (TALLER ECOLOGISTA, 2004), el municipio gasta en el año alrededor de 10 millones de pesos en disposición final de las 328.500 t de RSU generadas anualmente por los rosarinos. Aproximadamente un monto de $30.000 por mes a la comuna de Ricardone, y $29 por cada tonelada a los dueños del RS.

Las estrategias actuales apuntan, en general, a la eliminación progresiva de los RS, adoptando una serie de medidas orientadas a la reducción en la generación de residuos, la recuperación y el reciclaje. Estas medidas constituyen las premisas planteadas por el programa “Basura Cero”.

La composición de los residuos que están enterrándose, indica que se están desperdiciando grandes cantidades de papel, plásticos, metales, restos orgánicos, etc. Un cálculo sencillo indica que se derrochan mensualmente los siguientes volúmenes de material: (MUNICIPALIDAD DE ROSARIO, 2004)

• 2600 toneladas de papel y cartón

• 2800 toneladas de plásticos

• 400 toneladas de metales

• 9500 toneladas de restos orgánicos

Estimación de la Composición Física Total de los RSU de la República Argentina

(GONZALEZ, 2010)

Como indicó el municipio, el 70% de esas 328.500 t podrían reciclarse. Transcurridos cuatro años de la sanción de la Ordenanza N° 8335/08 “Basura Cero” en la ciudad de Rosario, las expectativas no se concretaron. Datos oficiales indican que hoy en día sólo se llegan a reciclar 4t diarias equivalente a menos de un 5% anual, sobre el muy lejano 70%. (MUNICIPALIDAD DE ROSARIO, 2005)

Sin dudas, el contexto macroeconómico y las fluctuaciones propias de cada uno de los potenciales mercados inciden fuertemente en la posibilidad de recuperar residuos para su efectiva valorización.

En el territorio nacional alrededor del 15% de las localidades más pequeñas, de entre 2.000 y 10.000 habitantes, tiene recolección selectiva y plantas de tratamiento de los residuos para su posterior reciclado y compostaje en el caso de los residuos orgánicos, siendo creciente el número de comunidades que adhieren a este tipo de manejo. (GONZALEZ, 2010)

En la ciudad de Rosario la cantidad de RSU producidos pasó de 400 toneladas diarias en 1988, a 900 al día de hoy. Este notable aumento no se correlaciona con el aumento de la población en ese período, el cual se puede estimar en un 20%. Esto no es exclusivo de nuestra ciudad: los datos disponibles sobre Capital Federal y los municipios

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