Dos tipos de redes
Enviado por CLEMENTE • 10 de Octubre de 2011 • 1.741 Palabras (7 Páginas) • 654 Visitas
Dos tipos de redes
De acuerdo a la polifuncionalidad descrita, es posible distinguir, de modo provisorio, dos tipos de redes4.
1. Redes de identificación: aquellas que contraen unidades asociativas de actores que descubren, durante su expansión, una identidad común o de semejanza. Ejemplo: un movimiento indígena que se organiza para cumplir determinados fines (por ejemplo: autogestión, soberanía territorial, devolución de bienes materiales y culturales, etc.) y "descubre" que en el mismo país, e incluso en uno ajeno, hay otro movimiento que se plantea los mismos, o muy similares, objetivos. Es posible entonces que ambos movimientos contraigan relaciones que, redificadas, les permiten articularse con otros movimientos indígenas, descubriéndose, durante el período de "tejimiento" de redes, una identidad común que les permite transformar una identidad plural en una singular; por ejemplo, en vez de referise a los movimientos indígenas, comienzan ya a hablar de el movimiento indígena (Mires, 1991).
2. Redes de correspondencia: establecen actores que no pueden identificarse mutuamente, pero que, sin embargo, "descubren" que es posible concertar acciones comunes en torno a objetivos concretos y puntuales. Ejemplo: un movimiento indígena que se siente amenazado por la construcción de una represa hidroeléctrica en, o en las cercanías de, su territorio. Para impedir dicha construcción, teje redes asociativas con campesinos no indígenas de la región, con movimientos ecológicos, con algunas ONG e, incluso, con personeros del Estado con sensibilidad social.
A partir de ambos ejemplos, podría pensarse que el concepto, o metáfora, de red es sólo un substituto para designar el mucho más antiguo de "alianza". Esto es, en parte, verdad. Pero hay una diferencia notable. Toda red implica una o muchas alianzas, pero no toda alianza implica la formación de redes. Con esto se quiere decir que la red es un tejido mucho más fino y complejo que una simple alianza, la que por lo común desaparece cuando se ha cumplido el objetivo que la hizo posible. Se puede luchar juntos sin establecer relaciones. Incluso, la red suele subsistir, aun después de haberse cumplido un objetivo común, pues, y esto debe ser remarcado, la conformación de redes es imposible si es que no tiene lugar una mínima institucionalización que permita su persistencia en el tiempo.
Mas allá del Estado
Las redes, en buenas cuentas, facilitan, mediante sus ligamentos, la formación de una consistencia social que difícilmente puede garantizar el Estado, y permiten no solo anudar relaciones, sino también la posibilidad de deshacerlas, cumpliéndose, en este sentido, las dos "artes" que para un autor como Walzer son básicas en la formación de la vida social: el arte de unir y el arte de separar (Walzer, 1996). Esa es otra diferencia con las amarras que sujetan a la sociedad con el Estado, las que son muy difíciles de separar sin pasar por experiencias políticas traumáticas, como motines, rebeliones e, incluso, revoluciones.
Revoluciones son, por lo común, posibles cuando no hay una regulación interna de los conflictos sociales. La idea de "sociedad dinámica" de la cual las redes son algunos de sus atributos, prescindiría en este sentido del trauma revolucionario, no porque el cambio social es imposible, sino justamente porque es posible. Desde luego, se está hablando de sociedades altamente redificadas o, en el buen concepto de Messner, "post-estatistas", lo que no es el caso de la mayoría de los países del mundo (1997: 58); y tampoco, todavía, de los latinoamericanos.
Pero, por otra parte, hay que destacar que el proceso de redificación, social y político, se encuentra en plena expansión, de modo que el retiro del Estado no siempre deja detrás de sí desiertos o tierras áridas, sino múltiples núcleos autorredificados, los que pueden conducir y regular relaciones sociales de un modo más flexible que las, a veces, pesadas y burocráticas instituciones estatales5. Quiero decir que se está abriendo, cada vez con más expectativas, la alternativa de un nuevo tipo de relación entre lo social y lo estatal. No sería aventurado, por lo tanto, postular que el período de globalización multidimensional, en lugar de liquidar la acción del Estado, abre la posibilidad para que surjan nuevas relaciones entre el Estado y un conjunto social cuyos actores se encuentran organizados en redes horizontales.
Las redes tienen, además, la propiedad de traspasar los límites territoriales fijados por la existencia de cada Estado; es decir, no son solo estructuras "nacionales". Ello se demuestra muy bien mediante la articulación que han alcanzado las redes ecológicas y ambientales, cuyos ritos modernos, como son encuentros, foros y congresos internacionales, son lugares que al mismo tiempo permiten la formación de nuevas redes, hecho que llevó a escribir a un periodista, al analizar la increíble expansión de las ONG durante el último decenio, que estamos en presencia de una "Nueva Internacional" (Die Zeit).
Esa es, por cierto, una exageración; pero, por otra parte, hay que convenir que la internacionalización de redes es también parte de una globalidad, que no solo afectaría al mundo económico sino que, además, es multidimensional. La idea de una globalización multidimensional es, sin embargo, muy distinta a la que predomina en círculos académicos. En una multidimensionalidad global, ninguna globalización podría existir independientemente de las demás, de modo que cada una se interfiere con otras en múltiples formas de representación. La llamada "autonomía de la esfera económica", y la utopía negra relativa al "totalitarismo del mercado", al ser interferidas por múltiples redes, serían simples imposibilidades.
Las interferencias mencionadas
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