EDUCACIÓN AMBIENTAL EN ESTUDIANTES CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES EN EL MARCO DE LA SOCIEDAD ACTUAL
Enviado por Jeancar22 • 17 de Mayo de 2018 • Ensayo • 2.341 Palabras (10 Páginas) • 202 Visitas
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO
EDUCACIÓN AMBIENTAL EN ESTUDIANTES CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES EN EL MARCO DE LA SOCIEDAD ACTUAL
MOMENTO I
Aproximación al Objeto De Estudio
A lo largo de la historia se puede entender la educación como un instrumento de control social y clase, que sirve para la reproducción de las desigualdades, pero también como un instrumento de liberación que posibilita a las personas para controlar su propio destino. Se puede preguntar si las niñas, niños, jóvenes y adultos con necesidades educativas especiales, (discapacidad) han disfrutado o gozan en la actualidad de sus derechos como seres humanos y la respuesta claramente no es muy alentadora.
La Educación constituye uno de los factores determinantes en la lucha contra la desigualdad, la exclusión social y la pobreza, tal y como se recoge en diferentes documentos, entre ellos Manifiesto sobre los Derechos de las Mujeres y Niñas con Discapacidad de la Unión Europea (2011), el Informe Mundial sobre la discapacidad (2011), Estrategia Europea sobre Discapacidad (2010-2020) entre otros. Es por ello que la Educación Ambiental debe ser incorporada a las planificaciones diarias de los estudiantes por ser motivadora, flexible, participativa, basada en el autodescubrimiento personal pero también en procesos grupales, es muy apropiada para la consecución de los objetivos del trabajo en el ocio y tiempo libre para las personas con diversidad funcional, es decir, para su integración, normalización y el fomento de su autonomía personal.
La educación es una herramienta imprescindible para el desarrollo social y personal, todos tienen derecho a recibirla, por ello, hay que tener en cuenta las necesidades que cada persona requiere para acceder de forma efectiva a ella. La atención a la diversidad en la educación ambiental permitirá que no existan barreras que impidan a nadie el acercamiento a la belleza y a los valores de la naturaleza.
Para Alberti (2013) Las necesidades especiales son: “ características intrínsecas de los grupos humanos, ya que cada persona tiene un modo de pensar, de sentir y actuar, independientemente, desde el punto de vista evolutivo, existan unos patrones cognitivos, afectivos y conductuales con ciertas semejanzas. (p.89). Dicha variabilidad, ligada a diferencias en las capacidades, necesidades, intereses, ritmo de maduración o condiciones socioculturales, abarca un amplio espectro de situaciones, en cuyos extremos aparecen los sujetos que más se alejan de lo habitual.
En este sentido, también la comunidad internacional ha reconocido la doble discriminación de las niñas y mujeres con diversidad funcional así como las múltiples barreras que dificultan la consecución de objetivos de vida considerados como esenciales, entre ellos el derecho a la educación. A nivel internacional, existe un largo camino por recorrer en lo que respecta a los derechos de estos niños, sin embargo el cambio del término ha supuesto un avance en este aspecto, de hecho, es indispensable un cambio de mentalidad para garantizarles sus derechos.
Con base a lo antes señalado, es de acotar que la educación ambiental es una herramienta para repensar el mundo y para la búsqueda de nuevas alternativas socio ambiental, debemos preguntarnos por qué excluimos a una gran parte de la ciudadanía de este proceso de cambio. Según Marcano (2013) Hablar de diversidad o de estudiantes con necesidades educativas significa: “Hablar de diferencia, movilidad de comunicación, de relaciones. La voz de las personas con mayores dificultades para moverse, para comunicarse o para relacionarse, nos aporta una visión muy interesante sobre estos temas.(p.47) Los espacios y los programas que no están diseñados para todos, no nos permiten escuchar las voces de las personas con diversidad funcional. Todas las personas pueden y deben participar en la medida de sus posibilidades en la toma de decisiones sobre el entorno en el que viven
La situación antes mencionada, lleva a la reflexión sobre los aspectos que corresponden o son responsabilidad de la familia, el sistema educativo, sociedad o estado en cuanto a la discriminación, la cual proviene de una cultura reducida con inclinación a aceptar solo lo perfecto intelectual y físicamente, para así, alcanzar ese ideal inherente al ser humano, pero hoy comenzamos a luchar para aceptar esa diferencia como parte de un mundo que no podemos homogeneizar caprichosamente pero donde se debe reconocer aquel que es diferente, como igual en derechos, ese corresponde al mayor logro de la Humanidad.
Actualmente, Venezuela, ya superó seis de las metas del milenio en materia de educación, de acuerdo con la clasificación de la Organización de las Naciones Unidas, con la política social promovida e impulsada por el Gobierno Nacional y tras la implementación de las misiones, la Unesco reconoció esta labor y la declaró como territorio libre de analfabetismo el 28 de octubre de 2005, convirtiéndola en referencia en lo que a estrategias educativas respecta.
Sobre la base de las consideraciones anteriores, entender las diferencias es aceptar la diversidad, facilita comprender la existencia de grupos de personas que, por diversas causas, presentan unas características funcionales distintas, las cuales son vistas tradicionalmente, no por su desempeño y potenciales logros, sino por su diferencia, limitando así su participación en la coexistencia personal, familiar, social y escolar, es importante que la familia se integre al proceso de educación de sus hijos.
Es evidente entonces, que la educación y convivencia, se inician con el aprendizaje de normas y reglas, básicamente por la interacción con otras personas, supone coexistir con las diferencias y conlleva a entender la sociedad constituida por seres humanos heterogéneos en muchos aspectos, lo que admite el reconocimiento de unos y otros como distintos pero iguales, que cohabitan y comparten no solamente espacios comunes, sino también los mismos proyectos de vida. En relacion a ello, Tedesco (2013) afirma:
“Vivir juntos, siempre ha implicado la existencia de un compromiso con el otro,…, no puede surgir como producto exclusivo de determinaciones económicas o culturales..., razón por la cual el objetivo de vivir juntos constituye un objetivo de aprendizaje y un objetivo de política educativa. Intentar comprender esta situación constituye un paso necesario para brindar un soporte teórico sólido y un sentido organizador a la definición de líneas de acción para todos aquellos que trabajan por una sociedad más justa y solidaria” (p. 6).
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