EL CIELO ES MÁS QUE UNA META...
Enviado por isa_skjh • 10 de Octubre de 2022 • Ensayo • 1.087 Palabras (5 Páginas) • 72 Visitas
Escuela Normal Urbana Federal Cuautla
Materia: El sujeto y su formación Profesional
Imparte: Mtra. Rocío Acosta Jaimes
Nombre del trabajo: Narrativa
Nombre de la alumna: Celine Isabel Gutiérrez González
Grado y grupo: 1° B
Licenciatura en Educación Primaria
Fecha: 03 de octubre de 2022
EL CIELO ES MÁS QUE UNA META…
Soy Mariana, tengo 18 años, nací en Cuautla, Morelos el 30 de junio de 1994. En la actualidad sigo viviendo en esta ciudad con mi madre, Alma González, con quien siempre he tenido una relación de unión cercana y de confianza pues siempre me ha motivado y apoyado; mi padre de nombre Moises Gutiérrez y mis dos hermanas mayores Ramira y Eugenia Gutiérrez. Es toda la familia que tengo la cual radica en Cuautla; mi familia por parte materna vive en Saltillo, Coahuila. A pesar de tener una familia pequeña siempre celebramos con mucha alegría los cumpleaños de todos los integrantes.
Cuando tenía dos años mis padres me inscribieron a un Centro de Desarrollo Infantil para la Educación Inicial, ahí desarrollé habilidades y descubrí que disfrutaba del baile y la música. Transcurrido un año ingrese al jardín de niños “Club de Leones”, un kínder pequeño y tuve el privilegio de tener la misma maestra por tres años, su nombre era Imelda, hizo que disfrutara e hiciera entrañables momentos del jardín de niños. Siempre jugaba en el receso con mis compañeros y me encantaban actividades como los festivales o las matrogimnacias. Después de cursar los tres años del jardín de niños, entré a la primaria “Ricardo Flores Magón”. Mi maestra de primer y segundo año se llamaba Cristihian Montes; durante mis primeros dos meses de primaria lloraba porque no quería estar demasiado tiempo fuera de mi casa. Sin embargo, ella siempre fue paciente conmigo y me intentaba calmar, incluso se veía preocupada y un poco apenada con mis padres por no poder parar mi llanto durante toda la jornada. Con el paso del tiempo comprendí a través de conversaciones con mis padres y mi maestra que no era malo estar fuera de casa y que asistir a la escuela era benéfico para mí. Fue entonces que valoré las horas con mis amigos y la forma tan única de enseñar de mi maestra, debido a que era joven tenía ideas innovadoras y creativas. Quinto y sexto grado de igual forma fueron impartidos por una sola maestra, Elva. Una mujer que mostró
gran empatía conmigo y generó entre mis compañeros una atmósfera de apoyo emocional, pues me ausenté muchos meses del quinto grado debido a que tuve una enfermedad intestinal y estuve hospitalizada aproximadamente cuatro meses.
La maestra Elva sabía que vivía muy cerca de la primaria y me hacía llegar semanalmente cartas de ella y mis compañeros dándome palabras de aliento, contando sobre lo que habían hecho durante esa semana y lo mucho que me extrañaban. Jamás olvidaré sus cálidas atenciones y la red de apoyo que creó para alentarme mientras estuve convaleciente.
Como siguiente etapa en mi vida está la secundaria, me inscribieron en la Secundaria “Cuautli”; mis profesores favoritos fueron los que me dieron Español II y III porque me enseñaron que la lectura era importante en la vida de cualquier individuo, lo mucho que puedes aprender de un libro y cómo es que una frase de un autor puede cambiar tu perspectiva de la vida. Al concluir la secundaria quise aplicar examen en el Cbtis 76 de Cuautla en dicha institución tuve toda clase de profesores pero un maestro especial que me hizo recordar como la constancia y disciplina dan frutos, Cesar Fonseca un maestro que todos odiaban por sus reglas y métodos tan inflexibles de trabajo pero en mi creó un compromiso tan grande de poder acreditar su materia que obtuve el mejor promedio de todos los grupos en los que daba clases. Es por eso que su mensaje escondido detrás de su exigencia llegó a mí.
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