EL DEPORTE DE LOS TERCEROS

Ya las personas no son felices, no sonríen casi, parece que la felicidad hubiese huido de esta época, que la actividad física no fuera más que cosa del pasado, un tiempo en el que el vulgo celebraba más que si fuera suyo propio el triunfo de un compatriota en el deporte. Hoy la monotonía nos consume en la batalla por conseguir la grandeza intelectual, pero, ¿cómo seremos lumbreras para todos los demás si no tenemos luz propia?

Somos un país tercermundista, pisoteado por el ímpetu de grandeza de las primeras potencias mundiales; sin embargo, con gran talento bruto en cada uno de nuestros habitantes. Entonces, ¿por qué la mediocridad?, la falta de ejercicio físico es culpable, porque el ejercicio mental no basta, por lo menos debemos cuidar la envoltura, por lo menos, si queremos triunfar en la vida.

El único deporte válido, y por lo mismo el único digno de admiración para los juerguistas colombianos, que son la mayoría, es el fútbol. ¿Qué pasa entonces con todo lo demás que une al cuerpo y al alma?; los nadadores, patinadores, corredores, tenistas, todos ellos, han sido olvidados. En este país se cree que el cuerpo no tiene nada que ver con la consecución de cualquier meta, aunque es todo lo contrario.

En las grandes naciones, ésas que nos pisotean cada vez que tienen la oportunidad, los deportistas son sumamente respetados, porque todos saben que algún día, ellos serán sus líderes. Aquí y ahora, el deporte está olvidado.

...