“EL DERRAME DEL EXXON VALDEZ”

Universidad: Escuela Colombiana de Ingeniería “Julio Garavito”

Materia: Control por factor de riesgos

Estudiantes: Andrés Felipe Cárdenas

            Laura Stephanie Cruz Carrillo

            Ana María Núñez Tabares

“EL DERRAME DEL EXXON VALDEZ”

El caso Exxon Valdez, da lugar a consecuencias provocadas por la irresponsabilidad de los dirigentes y personas a cargo, además de cuantificar el impacto que este descuido provocó en la fauna y la flora. Es evidente la reacción de la respuesta que hay en la Alyeska para atender las emergencias.

En un principio, el desastre del Exxon Valdez, se desata desde el momento en el que se omite la revisión y control sobre la tripulación. El Exxon parte el 23 de marzo de 1989, a las 9:12 pm, de Alyeska hacia Long Beach, California, con una carga de 200 millones de litros de petróleo crudo, bajo el mando del capitán Murphy mientras salía del puerto y después quedaría al mando Hazelwood. Hazelwood, comete el error de no cumplir las reglas y tripular una embarcación con cierto grado de alcohol en el cuerpo, además que no se debe dejar de lado, que la tripulación mantenía largas horas de trabajo sin poder descansar que pudieron haber causado la falta de atención y reacción ante situaciones como estas (20 personas insuficientes para la embarcación).

Al relevar su cargo al tercero al mando Sr. Cousins que no tenía experiencia para pilotear un barco, y como consecuencia de la inexperiencia no se percató en el momento del choque con el arrecife Bligh, que el barco estaba en piloto automático haciendo que las maniobras realizadas no tuvieran respuesta. Estas maniobras se realizaron por aviso de la boya iluminada sobre el risco de Bligh. Tras no haberse logrado evitar el choque, el Exxon Valdez es perforado en 11 tanques y derrama 41 millones de barriles.

Después del choque, el derrame fue inmediato, se pide ayuda a la guardia costera de Prince William Sound, Alaska, esta aborda el Exxon Valdez para hacer las investigaciones; sin embargo, las acciones para  minimizar y controlar los daños fueron lamentables, por lo que la tardanza en la  respuesta agravó aún más el problema. La Guardia Costera se declaró incompetente  por no contar con los recursos necesarios - ni económicos ni materiales - para atender  la catástrofe, limitándose a dar cuenta de los hechos. Ellos consideraron que 72 horas  después del accidente, el derrame estaba fuera de control.

La Compañía petrolera propietaria del buque tardó mucho en reaccionar, el presidente  general de Exxon, Lawrence Rawl, nunca se presentó al lugar del siniestro. Exxon  propuso inicialmente el uso de dispersantes, por lo que el Sr. Lee Kelso, director del Departamento de Conservación Ambiental de Alaska,  no autorizó esta acción hasta que se realizaran pruebas para comprobar su efectividad,  pues éstos solamente habían sido probados en situaciones controladas, y había una  fuerte oposición de parte de la población local, debido a que el dispersante empujaba el  petróleo al fondo del mar; y, según expertos locales, esto solamente trasladaría el problema a las profundidades, y las especies marinas acabarían intoxicándose con el petróleo al ingerirlo en pequeñas partículas. Finalmente, la ADEC y la comunidad local no aprobaron este procedimiento.

...