EL ESCUCHAR

Introducción

En este resumen veremos la relevancia de la comunicación, sus diferentes características y la importancia de las dos principales facetas; que son el escuchar y el hablar. Dentro de este resumen la importancia del escuchar sobre el habla nos resalta y relata cómo el ser humano a dejado pasar por alto muchas veces algo que creíamos secundario a un tema que sin duda se vuelve principal dentro de la comunicación humana.

También tratará el tema de cómo transmitir de manera efectiva la transmisión de mensajes y el cómo escuchar permite la comprensión total del mismo. El autor Echeverría nos plantea diferentes etapas en donde se involucra la comunicación, como llevarlo a una práctica efectiva además de lo que generan estas dos acciones en un ser humano, desde emociones hasta historia. También explica el mismo Echeverría la relevancia del impacto que conlleva el habla y escuchar en nuestro día a día en un mundo donde estos son la principal fuente de comunicación.

Por otra parte, nos plantean cómo hablar y escuchar son parte de lo que somos, hacemos y creemos; nuestras intenciones y acciones también tienen un rol importante dentro de la comunicación que efectuamos día con día. Lo que es un hecho es que la comunicación ha sido parte del mundo que conocemos por muchos años, pero … nunca nos detuvimos a pensar el impacto, efecto y transición que puede llegar a tener dentro de las personas, sociedad y el mundo.

Capítulo V: El Escuchar

Rafael Echeverría

-“Así como hay un arte de bien hablar, existe un arte de bien escuchar.”

(Frigia, 2019)

¿Hablamos para ser escuchados o para ser oídos?

Sin duda el humano por naturaleza tiene una indiscutible necesidad de comunicarse, sus medios los conocemos; hablar y escuchar. Sin embargo, el hablar por hablar no tiene ningún sentido sino existe un escuchante activo; el escuchar implica un razonamiento e involucramiento de información que parte de la comunicación humana y la comunicación instructiva, la primera como el sentido que se le da a lo escuchado y la segunda, se produce cuando el receptor es capaz de reproducir la información que se le está transmitiendo.

Es curioso pensar que en ocasiones el humano se limita a escuchar o bien oír, pero ¿a que se debe esto?, si bien sabemos el humano ve lo que solo puede ver porque es lo único que su mecanismo le permite, así como solo escucha lo que le es permitido por su sistema biológico, no solo somos seres capaces de oír ruidos, o las gotas de lluvia en una tarde friolenta, oír a diferencia de escuchar se distingue por la capacidad de distinguir sonidos, sonidos que las especies pueden desarrollar.

Y bueno, ¿por qué se considera diferente el oír y el escuchar?

Ser escuchado implica un acto de comprensión, e interpretación, escuchamos gestos, facciones, posturas del cuerpo y los movimientos en la medida en que seamos capaces de atribuirles un sentido. Todo esto engloba una comprensión que va de lo descriptivo a lo generativo, desde la capacidad de organizar oraciones a darle una definición a esas palabras, esto consiste en un instrumento del lenguaje para describir la realidad.

El filósofo británico J.L. Austin, plantea tres niveles de acciones relevantes de la comunicación humana: el primero está el acto de articular las palabras que decimos, son acciones diferentes y generan un escuchar diferente y consecuencias diferentes en nuestra coordinación de acciones con otros. En un segundo nivel, está la acción comprendida en decir lo que decimos, implican una misma acción y son escuchadas como lo mismo (esto es, como negativas), sin perjuicio de que ambas negativas sean escuchadas en forma diferente, en razón de sus diferencias a nivel locucionario. Y por último esta el nivel de actor perlocucionarios aquí las acciones tienen lugar porque se dijo algo, aquellas que se producen como consecuencia o efecto de lo que decimos.

Todo esto nos lleva a un solo punto la “intención”, si,

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