EL MALTRATO AL MÁS ÍNTIMO

¿EL MALTRATO AL MÁS ÍNTIMO ES EL DECADENTE DE NUESTRA SOCIEDAD?

«En el fondo de ser padres, lo más difícil no es dar la vida, sino soltar al hijo de la mano y entregarle su libertad»

Anónimo.

«La verdad oculta que rechazaríamos de buen grado, es la de que el hombre no es una criatura tierna y necesitada de amor, que sólo osaría defenderse si se le atacara, sino por el contrario, un ser entre cuyas disposiciones pulsionales también debe incluirse una buena porción de agresividad. […] En condiciones que le sean favorables, cuando desaparecen las fuerzas psíquicas antagónicas que por lo general la inhiben, también puede manifestarse espontáneamente desenmascarando al hombre como una bestia salvaje que no conoce el menor respeto por los seres de su propia especie»

EL MALESTAR EN LA CULTURA

Sigmund Freud

El maltrato al más íntimo es uno de los aspectos relevantes que aportan a la desolación del mismo. Son tantos los métodos y resultados que por esto prima concienciar al ser maltratante. Por lo tanto se quiere demostrar que existen otros mecanismos de educación y formación a los menores de edad.

El maltrato a los niños es un problema universal que ha existido desde tiempos remotos, sin embargo es en el siglo XX con la declaración de los derechos del niño (O.N.U. 1959), cuando se le considera como un delito y un problema de profundas repercusiones psicológicas, sociales, éticas, legales y médicas.

No existe una definición clara y concisa de lo que es el maltrato infantil, pero, se puede tomar que el maltrato son las acciones que no permiten un buen y notorio desarrollo físico, cognitivo y emocional del niño, cometidas por personas, instituciones o la propia sociedad. Esto supone que existe un maltrato físico, negligencia, maltrato psicológico o un abuso sexual.

De este modo, lo que comprende cada uno de los maltratos conocidos y estudiados, son el abuso con la fuerza física, el abandono, el impedimento a recibir una cordial educación, el mal trato con palabras, ofensas, indiferencia. Por último, el que posiblemente causa mayores secuelas: el abuso sexual. Aunque cabe decir que todo tipo de maltrato sea físico o psicológico genera consecuencias que son irreversibles para el ser maltratado.

«Los estudiosos del tema del maltrato infantil han tratado de explicar su aparición y mantenimiento utilizando diversos modelos, así tenemos: el modelo sociológico, que considera que el abandono físico es consecuencia de situaciones de carencia económica o de situaciones de aislamiento social (Wolock y Horowitz, 1984); el modelo cognitivo, que lo entiende como una situación de desprotección que se produce como consecuencia de distorsiones cognitivas, expectativas y percepciones inadecuadas de los progenitores/cuidadores en relación a los menores a su cargo (Larrance, 1983); el modelo psiquiátrico, que considera que el maltrato infantil es consecuencia de la existencia de psicopatología en los padres (Polansky, 1985); el modelo del procesamiento de la información, que plantea la existencia de un estilo peculiar de procesamiento en las familias con menores en situación de abandono físico o negligencia infantil (Crittender, 1993); y por último el modelo de afrontamiento del estrés, que hace referencia a la forma de evaluar y percibir las situaciones y/o sucesos estresantes por parte de estas familias (Hilson y Kuiper, 1994). » (González.)

Es decir, según lo anteriormente citado, se puede tomar que existen tres modelos explicativos del tema, de los cuales, cada uno comprende un ámbito de la sociedad y la familia. En el primero, se puede encontrar que, las carencias socioeconómicas (estatus social) «es» uno de los explicativos del porque se maltrata al más íntimo; pero, si tomamos este punto como una verdadera explicación, podríamos considerarla como ilógica y también de un modo patética, pues el estatus social no es una excusa o justificación racional para poder agredir (maltratar) al ser más amado de la sociedad, pues si nos detenemos a mirar el camino de nuestra sociedad y también el de toda la historia, el maltrato se manifiesta no sólo en aquellas familias con un poder económico nulo, sino que también se desarrolla en las familias elite, aquellas que pueden tener los mayores poderes económicos, éstas que casi « podrían tener el mundo en sus manos».

En el segundo enfoque explicativo se puede hallar que está la premisa y/o afirmación que dice que el maltratador siempre fue un maltratado. Dicho en palabras un poco más coloquiales, esta afirmación da a entender que el maltrato, se viene sobrellevando genéticamente a lo largo de la historia de la humanidad. De este modo, todos aquellos maltratadores que encontramos en la actualidad son punto clave para decir que su vida en los primeros años no fue la mejor. En este enfoque según (Díaz, 2002, pág. 60) sostiene el siguiente ejemplo:

«A partir de la interpretación de los terribles excesos de violencia paterna y materna –vividos por Adolfo Hitler, cerebro del holocausto judío-, de una drogadicta y de un perverso, conocidos éstos dos últimos por la prensa internacional, en la década de 1960, la autora sostiene la tesis de que el daño causado a otros y a sí mismo, en los tres casos, se funda en la violencia descargada sobre ellos, por sus padres en la infancia».

Analizando un poco más a fondo lo dicho anteriormente, ¿cómo se haría para erradicar esa cadena que se viene dando desde épocas remotas? Posiblemente, esta incógnita en estos momentos no tenga una solución clara, pero, a lo largo del desarrollo de este texto se podrá encontrar un breve solución.

Como tercer y último enfoque explicativo está aquel, en el que se dice que el ámbito social es el jugador primordial en el maltrato, ya que al mirar nuestro entorno, todo está basado en violencia. Miramos la televisión y encontramos guerra, hallamos entretenimiento basado en violencia; leemos el periódico y también existe lo mismo. En general, todo en nuestra sociedad es violencia. Una triste y degradante realidad, si es que se le puede llamar de ese modo.

Diferente a los enfoques explicativos anteriormente mencionados, se pueden encontrar más para este problema que hoy por hoy mantiene relación con todo lo que hacemos. Pero, de los muchos que podríamos mencionar sólo optaremos por uno: la concepción y educación de los maltratantes (sean padres, acudientes y/o terceros).

Como podemos ver, el sistema educacional que existe en la actualidad, no es el mejor, no es el apropiado si hablamos de asuntos de educación colectiva, si hablamos de educar para exterminar la violencia y además, lo primordial para este escrito, la educación para acabar el maltrato

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