EL RIESGO DE PENSAR
Enviado por Javier Bulacio • 24 de Agosto de 2020 • Resumen • 1.355 Palabras (6 Páginas) • 343 Visitas
EL RIESGO DE PENSAR
Uno puede llevar una vida más o menos placida, puede hacer deslizar sus días sin mayores sobresaltos, puede ser como uno, o también como el buen vecino y como el otro buen vecino. Solo tiene que levantarse a la mañana, darse una ducha rápida, lavarse los dientes, desayunar con la esposa o con la esposa y los hijos o con quien sea que este junto a uno (la elección de la pareja ya no implica riesgo en el mundo de hoy, ya que la diversidad en este campo ha sido paulatinamente aceptada) y salir a trabajar. Luego vuelve y ve la televisión, ve los noticieros, se entera indiferentemente de todas las desgracias de este mundo, escucha y recibe con toda pasividad los miles de interpretaciones acerca de los miles de acontecimientos del día, ve los comerciales, ve muchos culos y muchas tetas, todos abundantes, brillosos, espléndidamente producidos y luego se va a dormir para poder hacer lo mismo, exactamente lo mismo al día siguiente.
De pronto, inesperadamente, un día ocurre un acontecimiento terrible que altera todo este seguro mundo inseguro y auto deslizante. Mucha gente, acaso la mayoría, atraviesa esta vida sin que este acontecimiento ocurra, pero algunos nacieron para el desajuste, para el desconcierto, para la intranquilidad, y es a estos a quienes este terrible suceso les llega de modo irreparable. De pronto, cierto día uno en medio del trabajo, o durante la ducha o durante el desayuno con la esposa y los hijos, o mientras ve la tele, o en tanto se prepara para dormir… de pronto, uno, cierto día… piensa, de pronto, cierto día, uno deja de ser pensado por otro y piensa a partir de sí mismo. De pronto uno se atreve a formular ciertas preguntas que solo llevan al desasosiego, a la incomodidad, de pronto uno se pregunta cosas como… ¿por qué? ¿Para qué? ¿Hacia dónde? ¿Es justo esto que ocurre o no? ¿Es justo que el mundo sea como es o no? Y si no está bien ¿es posible cambiarlo? Y si es posible cambiarlo ¿es mi deber luchar para hacerlo o sigo siendo la misma lechuga de todos los días y me muero enfermo en mi cotidianeidad?
El surgimiento de estas preguntas, es el surgimiento de la conciencia crítica. Es posible que conciencia crítica sea una etiqueta algo pomposa para un acontecimiento que parte de certezas elementales como: “¡esto apesta!”. Sin embargo es así. El pensamiento crítico surge cuando ya no aceptamos al mundo tal como es, tal como nos viene servido, tal como nos lo imponen. En este sentido pensar es un riesgo, tal vez el más grande de los riesgos. Siempre viene a incomodarnos, a sacarnos de quicio. Siempre surge de la duda. Siempre surge ahí donde me atrevo a decir que no; no al mundo tal como está, no a la vida que llevo, no al mundo tal como me lo entregan desde la tele. Cuando un militar golpista dijo que “la duda es la jactancia de los intelectuales” no se equivocaba. Pero no de los intelectuales solamente, “la duda es la jactancia de aquellos que se asumen como sujetos libres”. La jactancia entendida como orgullo, como plenitud de sí, como coraje, como valentía de darse el ser a partir de sí y no recibirlo desde afuera. Toda la modernidad surge de la DUDA. Cuando Descartes se planta ante la dogmática del mundo medieval, ante todas las categorías del pensamiento Aristotélico – Tomista, todo el mundo medieval que delegaba en un Dios absoluto e incuestionable todas las verdades y respuestas del universo, está ejerciendo, ahí, Descartes, el acto supremo de la libertad. La duda es la suprema expresión de la libertad del sujeto, es su gran riego. Para Descartes, el riesgo no ha sido no seguir pensando desde categorías Tomísticas – Aristotélicas.
Por el contrario el gran riesgo fue pensar a partir de sí mismo. Se atrevió a decir: “yo dudo”. Descubrió que la duda era expresión de un pensamiento, que la duda era un pensamiento y que ese pensamiento y esa duda eran, en principio, sus únicas certezas. Así dijo esa célebre frase que todos conocemos “Pienso, luego existo”. ¿No sigue siendo revolucionaria esa frase? En una sociedad como esta sociedad, a la que todavía podríamos llamar Posmoderna o sociedad del espectáculo o sociedad comunicacional o sociedad mass media. Consagrada a eliminar el pensamiento como el modo más efectivo de eliminar la libertad de los sujetos. La frase cartesiana recupera todo su poder de rebelión, porque si existo porque pienso esto significa que hago de mi pensamiento libre la posibilidad de ser. Soy porque pienso; soy porque no soy pensado por otros; soy porque no pienso como piensan los otros; soy porque no me someto a la masificación; soy porque digo NO; soy porque dudo; soy porque he decidido construir mi propio universo valorativo. Soy porque he decidido unir mi destino a los que incurrido en el mismo riego que yo, el riesgo de pensar. Porque la duda y el pensamiento no me aíslan de los otros, me aíslan de la masificación, pero no de la comunicación, no de la apertura a los otros espíritus libres.
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