ELABORACIÓN DE UN CUENTO “REFLEXIONANDO Y ACTUANDO SOBRE LA EDUCACIÓN INCLUSIVA”
Enviado por teranlili • 22 de Octubre de 2021 • Apuntes • 931 Palabras (4 Páginas) • 232 Visitas
ELABORACIÓN DE UN CUENTO “REFLEXIONANDO Y ACTUANDO SOBRE LA EDUCACIÓN INCLUSIVA”
EDUCACION INCLUSIVA Y MODELOS FLEXIBLES
PRESENTADO POR:
MARIA GUADALUPE RICARDO VERGARA
TUTOR: CRISTINA MILED CEPEDA CORREDOR.
LICENCIATURA EN PEDAGOGIA INFANTIL
CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE (CECAR)
PLANETA RICA, CÓRDOBA
OCTUBRE– 2021.
El Conejo y el Tigrillo
[pic 1]
Cierto día un joven conejo paseaba por el caserío del Viajano tratando de buscar algunas zanahorias que pudieran alimentarlo bien a él y a su familia que lo esperaba en casa.
Caminando entre los árboles del bosque encontró lechugas frescas y grandes que eran las favoritas de sus hermanos menores y sin pensarlo se apresuró a tomarlas y meterlas en su
mochila; la cual estaba totalmente vacía ya que por el fuerte verano que se presentaba en la región del san Jorge no había encontrado alimentos para comer. Estando el conejo en la
recolección de las legumbres se presentó frente a él un grande y robusto tigrillo; quien le gritaba con voz fuerte e intimidante que ese era su territorio, que nadie podía tomar sus pertenencias.
- ¡Nadie come mis legumbres! Gritaba furioso. El conejo asustado y con lágrimas en sus ojos le preguntaba como pago por haber arrancado y cogido lo que usted dice que es suyo creo
que te comeré o sino tendrás que convertirte en mi esclavo todo lo que te queda de tu pobre y miserable vida ladrón, claro si es que sirves para hacer todo lo que yo te pida y se me antoje;
el pequeño conejo al oír esto, tumbó sus orejas y desbordó en tristeza mientras pensaba en su familia.
Oyendo todo lo que pasaba en el lugar, el señor don pato que paseaba por el lugar se metió en el cuento tratando de ayudar al conejo y le dijo al tigrillo: pero amigo, ¡piensa bien lo que dices! Deja que el joven conejo tome sus lechugas mira que no hay zanahorias y los tigrillos no comen legumbres. ¿qué harás tú con lechugas frescas?} -No lo sé, pero son mías y lo que es mío no lo comparto con nadie. Gritaba el tigrillo mientras se acercaba al conejo y así que no te metas de defensor tú también porque si este no me sirve te puedo tomar a ti en su lugar.
Está bien, son tus lechugas. Pero mira al conejo, respondía el pato: parece un pollo remojado de lo flaco que está y esos huesos delgados deben saber a rancio. He oído que los conejos flacos son carne de golero que saben muy mal entonces tu como te vas a comer eso tan horrible.
Sí, es cierto está flaco y bastante desnutrido, es más parece un palillo de paletas, pero algo de carne debe tener, a algo debe saber, respondió el pato esos huesos de conejo son vacíos y nunca cogen buenos sabores, además, para nadie es un secreto que los
conejos no son presa gustosa para los caníbales, ya que su corazón es muy grande y viven enamorados de las zanahorias; cosa que los hace desagradables en el primer mordisco.
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