ELIÁN texto despcriptivo

ELIÁN

Él es Elián, el chico que le puso color a mi vida, que me hizo ver que el té sabe mejor si le agregamos dulce y que una mujer se ve más hermosa si le agregamos una sonrisa;  él ocasiona un intrincado de emociones dentro de mí, cada vez que veo una foto suya, escucho su voz o cierro mis ojos, logro imaginar ese cabello negro con churcos inigualables y en cierto modo no lo comparo con nadie porque él es el más lindo. Al cerrarlos logro pensar en sus pequeños y lindos ojos con los que me enamoró, porque al mirarlos ellos muestran esa mirada de una persona que no le importa nada más que lo hermoso que se puede ver frente al espejo y a la vez demuestran una mirada tan pura de una persona con un corazón perceptivo, un corazón que no quería enunciar ni sentir porque nunca había encontrado algo real, algo por lo cual valía la pena sentir esas “maripositas” en el estómago y más que eso alguien por quien pensar más que en él; no estoy diciendo que yo sea esa personas porque eso no lo sé, total, nunca lo he visto en realidad como ahora lo  veo al cerrar mis ojos.

Es indescriptible la forma como ese chico llegó a mi vida,  porque créanme que sus intenciones no fueron las mejores, él me dijo en una absuelta conversación que no le podía brindar nada bueno a mi vida, que solo era un egocéntrico y narcisista más, yo no quería otro así, pero tampoco quería perderlo porque él es el único que sabe cómo sacarme una sonrisa; insistía en que era una persona perniciosa pero yo no lograba ver eso, yo veía un chicho con aspiraciones, inteligente, cariñoso, capaz, con una sonrisa enorme que cautivaba la mía, veo mil cualidades ocultas dentro de él.

Sin necesidad de un beso o una caricia me tiene perdidamente enamorada, sin ni siquiera una estrechada de mano me hace pensar en un futuro junto a él y en que quiero que sea el papá de mis hijos y persistentemente me dice “no quiero hijos” pero eso lo veremos después.

Si lo describo como mis ojos lo ven, como mi mente lo sueña o como mi piel lo siente tan cerca, ni si quiera lograría culminar este texto. ¿Será que él siente lo mismo?, como saberlo, si ni siquiera él sabe que “lo que ayer era normal, hoy es lo más grande de esta vida”.

Amor, si algún día lees esto “cierra los ojos para encontrarnos frente a frente y que este abrazo dure en el alma para siempre”.

Él no sabe la carestía que tiene mi cuerpo de sentirlo o de escuchar su dulce voz en mi oído para sentir que se me eriza todo, quiero saber cómo se sienten sus manos rodeando mi cintura, solo logro imaginar la suavidad de ellas.

Elián no lo sabe, pero yo nunca había encontrado una felicidad tan completa, no digo que perfecta, porque hasta el orgullo se cruza en lo más efímero de la vida; lo relevante es saber maniobrarlo, pero “esta lejanía duele cada día, mira qué ironía esto que nos pasa amor”. Logro contener esos impulsos que me dan de decirle “te amo” porque quizás es algo muy apresurado de decir y no sé qué vaya a pensar él.

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