ELOGIO DE LOS JUECES
Enviado por RIVAZ • 4 de Febrero de 2014 • 469 Palabras (2 Páginas) • 413 Visitas
En el libro “Elogio de los jueces, escrito por un abogado”, debemos considerar que la primera edición en 1935 contenía los siguientes doce capítulos:
I. De la fe en los jueces primer requisito del abogado.
II. De la urbanidad (o bien de la discreción) de los jueces.
III. De ciertas semejanzas y diferencias entre jueces y abogados.
IV. De la llamada oratoria forense.
V. De cierta inmovilidad de los jueces en audiencia pública.
VI. De ciertas relaciones entre los abogados y la verdad, o bien de la justa parcialidad del defensor.
VII. De ciertas aberraciones de los clientes, que los jueces deben recordar en disculpa de los abogados.
VIII. De la predilección de abogados y jueces por las cuestiones de derecho o por las de hecho.
IX. Del sentimiento y de la lógica en las sentencias.
X. Del amor de los abogados por los jueces y viceversa.
XI. De algunas tristezas y heroísmos de la vida de los jueces.
XII. De cierta coincidencia entre los destinos de los jueces y de los abogados.
Para la segunda edición de 1955 se añadieron los siete capítulos denominados:
• Consideraciones sobre la denominada litigiosidad.
• De las relaciones entre la justicia y la política.
• Del sentido de responsabilidad y del amor de la vida tranquila.
• De la independencia o del conformismo.
• De ciertas servidumbres físicas, comunes a todos los mortales.
• De la arquitectura y del moblaje forense.
• De ciertas tristezas y de ciertos heroísmos de la vida de los abogados.
Con los que se conformaron los 19 capítulos de la obra como actualmente se conoce.
Lo anterior nos lleva a apreciar la lectura en dos momentos históricamente diferentes, pues en 1935 en Italia predominaba el fascismo encabezado por “el Duce” Benito Mussolini, con su política expansionista y una política interna extremista y partidista que dominó a la sociedad italiana de la pre guerra y la segunda guerra mundial y los capítulos añadidos en 1955, corresponden a una etapa de pos guerra que vivían los italianos con una economía de complicada reconstrucción y reacomodos sociales enfocados a una democracia y con una herencia de corrupción difícil de combatir.
Esta circunstancia lleva al lector a percibir la lectura de dos libros diferentes entremezclados en uno sólo, por lo que pareciera ir de una época a otra y de un criterio a otro en el transcurso del libro, o también puede dar la impresión de estar leyendo a dos autores diferentes, pues en algunos capítulos es sutil y amable y en otros se convierte en crítico agudo e irónico, claro está sin perder esa caballerosidad que distingue a la obra.
El libro en sí podría ubicarse parcialmente en las categorías de deontología, sociología y novela. Esto por supuesto no demerita el libro que definitivamente es lectura obligada
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