EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS

EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS

El calendario señalaba un día cualquiera como 20 de Octubre del 2009 y el reloj indicaba las 3 de la tarde, cuando de pronto suena mi canción favorita de esa época indicándome que entraba una llamada a mi celular; una llamada casi que anunciada, pues se me informaría que viajaría por trabajo al pueblo de Ocaña. No me quiero ni imaginar la conversación privada que acabas de tener en el instante que leíste pueblo, pero permítaseme el atrevimiento de volverlo a mencionar para contarle mi historia, y demostrarle así la ignorancia que me caracterizaba, pues era esa la imagen que se venia a mi cabeza cuando escuchaba Ocaña. Señalo mi ignorancia, ya que ni yo mismo sabía lo que era un pueblo. Era traicionado por mi imaginación mediocre que se conformaba con traer a mi mente una foto donde solo se identificaban un par de calles y una plaza principal con mucha gente alrededor. Fue ese mismo calendario y ese mismo reloj los que me indicaron el día y la hora que debía partir a encontrarme con ese mundo con el cual tenía un vínculo gracias a mis ascendientes pero que a la final era desconocido para mí.

Solo bastaron cuatro horas. Esas mismas que dure manejando, buscando el destino territorial hacia donde me dirigía, y tiempo en el cual, mis ojos notarían la diferencia entre el mundo del que venia y el mundo con el que me encontraría. Diferencias como clima agradable y paisajes llenos de color verdoso, desde que uno inicia la entrada por Abrego, y sin mencionar, el aire que empezaba a respirar, pues sentía la pureza y la fuerza con que tocaban mi cara, y esto, era una señal de que me iba a amañar. Bienvenido a Ocaña! Esa fue la frase con la que me recibió la persona a quien habían designado recibirme y quien fue la encargada de enseñarme ese “pueblo” donde vendría a trabajar, ese día empezó a transformarse la foto que tenia plasmada en mi imaginación, pues mis ojos fueron testigos de varios semáforos, edificios, y mucha gente de grandes características de amabilidad y espíritu de pujanza, y de un sin numero de cosas que también habían en el pueblo del cual yo provenía. Cada día que pasaba, era un día de aprendizaje, con el cual me enamoraba y me contagiaba de la alegría con la que se vivía. Y es que Ocaña me deslumbraba con eventos como Bienvenido Diciembre, permitiéndome sentir la unión y la alegría de ver el encendido navideño que la adornaban; Celebración de los cumpleaños de Ocaña, que sin imaginarme, era el mismo día en el que yo celebraba los míos, situación que me ha permitido jugar haciendo bromas, como por ejemplo decirles a mis amigos que están invitados a mi fiesta que se realizara en el parque 29 de mayo, y donde contare con la presencia de artistas tan queridos en la región como Silvestre Dangon, Checo acosta, y entre otros propios de ella.

Y cuando creí que ya todo lo había conocido y aprendido,

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