ENSAYO CRÍTICO SOBRE LA VIRGEN DE LOS SICARIOS DE FERNANDO VALLEJO

ENSAYO CRÍTICO SOBRE LA VIRGEN DE LOS SICARIOS DE FERNANDO VALLEJO

INTRODUCCION

La Virgen de los Sicarios de Fernando Vallejo muestra la violencia que presentan muchos países latinoamericanos, siendo esta noticia la que encabeza la portada de los principales periódicos nacionales; y en especial la realidad que se vive en muchas partes de Colombia, en donde sus habitantes se limitan a ser indiferentes ante esta problemática social, lo que hace que la vida sea peligrosa, dura y violenta.

ANÁLISIS DEL TEXTO

Esta historia se desarrolla mediados de los 90, en un pueblo llamado Sabaneta el cual se había convertido prácticamente en un barrio de la Ciudad de Medellín. La virgen de los sicarios forma parte de la autobiografía del escritor colombiano Fernando Vallejo; este libro narra fragmentos de su historia a su regreso, después de años de ausencia, encuentra una ciudad con profundos cambios, completamente llena de violencia y donde además el narcotráfico y los asesinatos a personas es algo que se vive y se presencia todos los días,  lugar donde la frase “ya nadie vale nada” enuncia con gran exactitud las alternativas cotidianas; una ciudad hundida en la pobreza y en la miseria, fruto de la corrupción de sus gobernantes y del pésimo manejo de los recursos del estado por parte de sus dirigentes, con una juventud con mucha falta de valores éticos, la cual busca obtener beneficios a como sea necesario. Este lugar puede ser descrito como una “capital del caos, del horror y del odio, en donde los conflictos de sangre pasan de generación en generación. Se vive un ambiente de violencia dominante en los barrios marginales, entre las pandillas de sicarios y los parches de narcotraficantes. “Medellín, en otrora declarado como templo de la cocaína, hizo hasta un punto, poderoso al difunto narcotraficante Pablo Escobar”.

Recobró un poco de vitalidad al enamorarse de uno estos jóvenes de vida efímera: Alexis un joven adolescente proveniente de las comunas de Colombia que tiene por profesión ser sicario, en la obra se conoce como un joven sicario como aquella persona que asesina por dinero, A quien conoció por intermedio de un compañero. Con Alexis empieza una relación muy difícil: teniendo en cuenta la diferencia de edad, comenzando así una doble lucha: la de sobrevivir en Medellín y la de mantener boyante la historia de amor: "Los momentos más esplendorosos de su vida son las que ha vivido en la cama con muchachos; costeando o no costeando". “Él regresó a sucumbir en su Medellín, ahora inmerso en una ola de violencia sin por qué, de sicarios homosexuales y contratados, capaces de asesinarte por un gesto mal entendido”.

Fernando poseía características similares de Alexis, ambos jóvenes sicarios que se criaron en el mismo barrio y ciudad; Ambos con las mismas aspiraciones, actúan de manera inesperada ante las acciones que van ocurriendo, pero Fernando Se muestra conmocionado por aquellas acciones realizadas por Alexis. No comparten similitud en sus identidades, Fernando se ve fuertemente afectada por su niñez, la cual describe como muy feliz, pero coincide con el personaje de Alexis en su fervor religioso ambos asistían constantemente a la iglesia y las peregrinaciones que se realizaban; se destaca la homosexualidad de ambos; por otra parte, Alexis creció en un barrio muy pobre y marginado donde lo bueno y lo malo no existía, en donde salir de la pobreza no era tan fácil como se dimensiona en la obra.

Esta obra da para carcajear en muchos sucesos, o para conmover al corazón a través del sufrimiento que reflejan algunos de sus personajes, también constriñe a una meditación, no sólo física, sino a un nivel más oscuro en lo político y en lo social; que es, textualmente, lo que una obra artística debe trasmitir. Es un desafío, pero, a su vez, es un reflejo de una metrópoli azotada por el abandono, por el desabrigo, por la indolencia, de la clase política dirigente, que en otrora ofrece al pueblo infinidades de mentira y en su momento solo dirigen para mejorar su economía por medio de la corrupción; sin que la comunidad perciba esa situación, toda vez que se hacen los indolentes ante su incapacidad de combatir ese flagelo de corrupción que en ese momento se refleja en sus dirigentes políticos; más aún al sentirnos satisfechos con esas pequeñeces que ofrecen estos políticos, sin tener pleno conocimiento, que ese actuar, es en cumplimiento de un deber legal constitucional.

Podría enunciarse que es una novela que narra la vida cotidiana a la que se ven obligado vivir esas personas de bien que viven en esas comunas, en la cual la mayoría de su gente se acostumbra: a vivir de las limosnas que entrega el estado, a presenciar las muertes de jóvenes con un futuro incierto, al ruido externo sin querer conocer su origen por miedo a descubrir algún problema que lo afecte, la insensatez de la televisión que no tiene programación de interés o que insten a la superación, a la apatía de los políticos que no se preocupan por el futuro de su gente, a los partidos de fútbol que es el único modo de distracción, a los vallenatos que despejan la mente, a leer diariamente la prensa para enterarse de las ultimas noticias trágicas de su ciudad, a los curas que los insta a buscar de Dios para vivir en una paz total con su mundo exterior... pero no es así. "La virgen de los sicarios no es un documental sobre los jóvenes sicarios de Medellín. Ni es, ni pretendía serlo según el autor. Narra la historia en una ciudad donde habitan los sicarios, donde está la iglesia y en donde estos asisten a su peregrinación". Ellos se amparaban bajo la supuesta bendición de la virgen de Sabaneta, hoy virgen María Auxiliadora, antes llamada Virgen del Carmen, quien aparentemente los acompañaba y protegía durante sus hechos delictivos.

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