ENSAYO DE JURISPRUDENCIA

La Jurisprudencia

La palabra Jurisprudencia proviene de las raíces latinas jus y prudentia, que significan prudencia la prudencia del derecho.

En la tradición romanan podemos ubicar a la jurisprudencia en la época posterior a las XII tablas (451-450 a.C.) cuando los pontífices asumieron la interpretación jurídica, puesto que la ley era visible para todos pero eran ellos los que la interpretaban, así los primeros juristas fueron los pontífices, quienes no sólo elaboraron una teoría del derecho, sino que además interpretaban el derecho, fijando su contenido y alcances. En la época de la República surgieron grandes jurisconsultos laicos como Quinto Mucio Escevola, Aquilio Galo y Servio Sulpicio.

Por otra parte, la jurisprudencia, en su sentido procesal, tiene su origen en el common law, con Enrique II quien centralizó la justicia en la corona, organizó el sistema judicial, le dio racionalidad y consistencia. La justicia local no desapareció, pero se convirtió en una primera instancia.

En Inglaterra se desarrolló un sistema de precedentes, que originalmente sólo tenía fuerza persuasiva, hacia el siglo XVIII adquirieron fuerza obligatoria según la doctrine of binding precedent. A decir del célebre jurista inglés William Blackstone:

“…los precedentes y las reglas deben ser seguidos a menos que sean netamente absurdos e injustos, porque, aunque su razón pueda ser aparente a primera vista, debemos a quienes nos han precedido la deferencia suficiente de no suponer que han resuelto sin razón...-Así, el derecho y las decisiones de los jueces no son siempre una sola y misma cosa, puesto que, a veces, puede que un juez se equivoque.”

Fue Ignacio Mariscal quien introdujo en México la doctrina de stare decisis en nuestro proceso de amparo. En la iniciativa de Ley de 1861, propuso en los artículos 32 y 33 que las sentencias de todas las instancias, se hicieran del conocimiento público a través de los periódicos, además de que éstas tuvieran por objeto interpretar el orden jurídico con efectos obligatorios.

Un cambio significativo se llevó a cabo en 1881, cuando Ignacio Vallarta Ogazón, entonces presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con motivo de una nueva Ley de Amparo, presentó al Senado de la República un proyecto de ley, donde propuso la transformación del sistema implantado por Ignacio Mariscal, para que en lugar de que fuera una sola resolución de los tribunales la que tuviera la calidad de fijar el derecho, tal procedimiento se llevara a cabo por cinco ejecutorias no interrumpidas de la Suprema Corte. Lo que quedó reflejado en los artículos 47 y 69 del mencionado proyecto.

La actual configuración de la jurisprudencia procesal mexicana de amparo, comenzó a gestarse a raíz de la reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el 19 de febrero de 1951, donde se amplió la obligatoriedad de la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se previeron las figuras de la interrupción y modificación, y se estableció la jurisprudencia por contradicción.

En 1968 se reestructuró el capítulo referente a la jurisprudencia, dando facultades a los Tribunales Colegiados de Circuito para fijarla “en materia de su competencia exclusiva”.

Según Eduardo García Máynez: “La palabra jurisprudencia posee dos acepciones distintas. En una de ellas equivale a ciencia del derecho o teoría del orden jurídico positivo. En la otra sirve para designar el conjunto de principios y doctrinas contenidas en las decisiones de los tribunales”.

Entonces podemos analizar la jurisprudencia en dos sentidos distintos; el primero como ciencia del derecho, donde se incluye la teoría de la interpretación y aplicación de las leyes; conforme al derecho positivo mexicano, la jurisprudencia, no es ley en sentido estricto, no crea una nueva, lo que hace es interpretar la ya existente y como toda labor de interpretación, está determinada a que el contenido de una norma, sea comprendido diciendo cuál fue desde un principio la voluntad de la ley.

Y el segundo, en el sentido procesal como conjunto de sentencias uniformes que se emiten. La jurisprudencia surge del análisis reiterado de las disposiciones legales vigentes, en función de su aplicación en los casos concretos, sometidos a la consideración de su aplicación de la Suprema

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