ENSAYO SOBRE EL BANCO MUNDIAL

EL BANCO MUNDIAL

El grupo BANCO MUNDIAL, es una entidad de carácter financiero y de alcance internacional; fue concebida en el año 1944, durante las conferencias de Bretton Woods, al inicio de la post guerra, y su propósito inicial fue contribuir económicamente a la reconstrucción de los países que resultaron afectados o destruidos durante la Segunda Guerra Mundial.

Actualmente está conformado por 189 países miembros, su sede principal está ubicada en la ciudad de Washington DC. – EE.UU., tiene más de 130 oficinas o sucursales en todo el mundo; está conformada por cinco (05) instituciones como son: El Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), La Asociación Internacional de Fomento (AIF), La Corporación Financiera Internacional (IFC), El Organismo Multilateral de Garantías de Inversiones (MIGA) y El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), cada país miembro está representado en la Junta de Gobernadores (un gobernador por cada país miembro); asimismo su directorio ejecutivo está conformado por doce (12) directores ejecutivos titulares y doce (12) directores ejecutivos suplentes; su actual Presidente, es el coreano Jim Yong Kim – 2012 hasta la actualidad; para la toma de decisiones, estas se someten a voto, sin embargo, su método no es del todo democrático, pues el derecho al voto es proporcional a la riqueza o al aporte de los países miembros, por ende los países que más influyen en las decisiones, son los países más industrializados y desarrollados (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido y China), incluso Estados Unidos, por ser el máximo aportante (16.56 %) es el único que tiene derecho a Veto.

Desde su fundación, hasta la actualidad, ha ido ampliando su accionar, no solo limitándose a brindar apoyo a los países afectados por la Segunda Guerra Mundial que era su propósito inicial, sino que se convirtió en una entidad que brinda asistencia financiera y técnica a los “países en vías de desarrollo”, como lo señala en su portal Web, su actual propósito declarado es reducir la pobreza y promover la prosperidad compartida, mediante préstamos de bajo interés, créditos sin interés a nivel bancario y apoyos económicos a las naciones en desarrollo.  

Si bien, el propósito declarado del Banco Mundial es “reducir la pobreza mediante préstamos de bajo interés, créditos sin intereses a nivel bancario y apoyos económicos a las naciones en desarrollo”; sin embargo, dicho enunciado no pasaría de ser más que una “utopía” o una “patraña”; pues la realidad nos demuestra todo lo contrario; basta con analizar la situación de los países sudamericanos, antes dé y después de haber sido beneficiados con préstamos de esta entidad, podemos concluir que no lograron reducir la pobreza ni fomentar un desarrollo inclusivo; por el contrario en muchos de estos países ha crecido los niveles de pobreza y desempleo y la deuda pública se incrementó a niveles que incluso superan al PBI de estos países; esto se explicaría debido a que los préstamos otorgados por esta entidad, en su mayoría fueron para financiar megaproyectos, los cuales son ejecutados por corporaciones multinacionales (en su gran mayoría de capitales estadounidenses), vale decir que el dinero va a parar a manos de unos pocos dueños o accionistas de estas corporaciones y solo cantidades residuales ingresen al circuito económico de los países, lo cual contribuye a maximizar la brecha y diferencias entre clases sociales de estos países en vías de desarrollo; además estos megaproyectos todos son ejecutados sin responsabilidad social y/o medioambiental, pues ocasionan el desmedro de la Amazonía, la contaminación de aguas dulces, la destrucción de flora y fauna, el desplazamiento forzado de comunidades nativas,  y todos estos ocasionan más daño a los grupos vulnerables; es más que evidente que el Banco Mundial prioriza los intereses económicos de los Estados Unidos y de los países más industrializados, pues la “corporatocracia” es la que en realidad forja las políticas de gobierno en los países sub desarrollados, promoviendo el endeudamiento a nivel mundial, otorgando créditos y préstamos, no sin antes imponer condiciones, tales como fomentar la privatización de los sistemas de servicios básicos (agua, electricidad, saneamiento), sistemas de seguros y otros y también impulsar la explotación de recursos fósiles (petróleo, gas y otros minerales) y direccionar a que estos sean ejecutados por privados (corporaciones estadounidenses y de otros países industrializados miembros de la elite que domina el Banco Mundial), de cierta forma limitando la soberanía de estas naciones y tornándolas más vulnerables y dependientes.

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