ENSAYO SOBRE LA CORRUPCIÓN EN MÉXICO.

Joaquín (El Chapo) Guzmán es uno de los hombres más buscados por la justicia mexicana, y es, a su vez, uno de los personajes más ricos del mundo.

De acuerdo a una publicación de marzo del 2009, su fortuna está calculada en poco más de mil millones de dólares, colocándose así en el lugar 701 de los hombres más acaudalados, junto al presidente de Grupo Televisa, Emilio Azcárraga.(Revista Forbes pag. 23 marzo 2009).

Mientras estuvo preso en el penal de Puente Grande, Jalisco, controlaba el penal a su gusto. A este penal entraban, prostitutas, licor, drogas y alimentos cuyo destino eran el Chapo Guzmán.

Fue en enero del 2001 cuando este sujeto se fugó del penal siendo este de máxima seguridad (El Informador.com 2010).

Pero, ¿Cómo es posible que un narcotráficante sea más poderoso que el Presidente de la República o que la propia PGR?, ¿Cómo es posible que un delincuente figure entre los hombres mas ricos, siendo estos ingresos obtenidos de manera ilícita?, ¿Por qué durante su estancia en el penal gozó de tantos privilegios?, ¿a qué se debe su salida del penal de máxima seguridad?, ¿ es a caso descuido de la autoridad o complicidad?, o es que en verdad estamos hablando de un deshonroso caso más de corrupción.

Como es evidente en nuestro país la delincuencia organizada ha llegado a niveles muy altos en los últimos años. Su única explicación es la inmensa corrupción que impera en nuestro país y que ha provocado un grave debilitamiento de las instituciones

públicas y su falta de credibilidad y confianza. Esto desde luego es originado por la falta de ética y calidad moral de los funcionarios públicos.

Quienes sufren las consecuencias de la corrupción es la clase políica, ya que la sociedad ha mostrado desconfianza hacia los partidos y oco a poco la gente se ha abstenido a ejercer su derecho al voto; rompiendo asi con nuestro sistema democrático.

Como argumenta Denise Dresser, profesora de Ciencias Políticas del ITAM: “es obvio que la corrupción tiene costos y el país los paga, es claro que la corrupción debe ser combatida y castigada, pero es un síntoma de males más complejos y más difíciles de curar: instituciones débiles, rendición de cuentas inexistente, capitalismo rapaz”

Cabe mencionar que la clase política sufre en la apriencia, ya que ellos por sí mismos se han ganado el desprecio del pueblo y su prestigio lo ha cambiado por beneficiarse del dinero de los recursos públicos..

En conclusión, para combatir la corrupción se necesita la participación de todos y no solamente de los gobernantes porque es común que las personas se quejen y reclamen sus derechos a éstos sin exigirse nada a sí mismos. Debemos tomarnos muy en serio este tema desde el seno familiar inculcando valores y difundiendo la honestidad y responsabilidad.

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