"ENSAYO SOBRE LA CULTURA DEL CONSUMISMO COMO CAUSA DE LA DELINCUENCIA".

LA CULTURA DEL CONSUMISMO COMO CAUSA DE LA DELINCUENCIA.

En mi ejercicio Profesional he notado un hecho característico de la mayoría de los delitos sobre los cuales he tenido conocimiento, y es en general el deseo de obtener por las vías no licitas el aprovechamiento de bienes de fortuna, este deseo en mi opinión solo tiene una causa y es precisamente el deseo de gozar del botín en la sociedad que el delincuente -según algunas opiniones- desea destruir o destruye paulatinamente con sus actos contrarios al orden establecido.

Y en este sentido opino que la delincuencia no tiene por actores personas asóciales o antisociales, al contrario tiene como actores individuos que de alguna u otra manera desean integrarse a esa comunidad a la cual solo cumpliendo con los parámetros que exige la vida urbana actual pueden ingresar.

Estos parámetros son los que cotidianamente tenemos que afrontar; la indumentaria, la alimentación, el medio de trasporte, en fin una cantidad de necesidades que según la certeza en el mundo del consumismo el dinero puede dar.

Los medios de comunicación social son responsables de esta situación, considero que la población de escasos recursos económicos es constantemente bombardeada por información sobre las nuevas modas y las nuevas forma de gozar el dinero _que no se ganan-, lo que les crea un sentimiento de impotencia pues por un lado se establece -quiméricamente- la igualdad y por la otra se pretende que la población sobreviva con sueldos miserables, pero que observe diariamente lo que podrían hacer su obtuviesen ingresos dignos.

La explicación a esto la encontramos en las características más esenciales del ser humano. La Sociabilidad, es precisamente esa necesidad del individuo de vivir no solo en sociedad sino en la forma en que esa sociedad en un determinado momento histórico se desenvuelve.

Así vemos como los ladrones no corren a enterrar el botín, por el contrario pasado el desgraciado momento violento, dan rienda suelta a las formas ordinarias de gastar el dinero, lujos, comida, placeres, ayudas a la familia son solo unos ejemplos en los cuales se gasta el dinero.

Fue otro el momento histórico en que se robaba para comer, el ladrón de nuestros tiempos no roba para alimentar a su familia sino para darse y darles los bienes y servicios necesarios para que sean socialmente aceptados.

Desde luego el presente ensayo no se enfoca solo en los delitos de Robo o Hurto, por el contrario pretendo establecer la certeza de lo anteriormente expuesto, señalando que la mayoría de los delitos tienen un trasfondo relacionado con el disfrute, de lo adquirido en los actos delictivos en la misma Sociedad.

Los delitos relacionados con drogas, es uno de los que en mi opinión concuerda claramente con lo señalado. Se puede asegurar que la mayoría de las personas procesadas o condenadas por esos delitos no cometieron tales actos para alimentarse o alimentar a los suyos.

En la sociedad de cómplices en la que vivimos no le importa –al menos a la mayoría- de donde proviene el dinero ostentado por algunos nuevos ricos, o ricos que se hacen mas ricos con dineros públicos o privados. Con lo cual quiero recordar los banqueros mañosos propulsores de una Ley que sancionara sus actos dañinamente delictivos. Considero que es precisamente ese apego al disfrute en la sociedad, y la falta de oportunidades para gozar holgadamente de ello es lo que genera la delincuencia galopante de los últimos tiempos.

Es por ello que opino que las personas que delinquen no son monstruos afanados en destruir la sociedad en que viven, sino seres que como todos buscamos el placer y nos alejamos del dolor. Desde luego existen delincuentes que obtienen placer dañando o destruyendo, pero es la minoría, hecho comprobado con solo ver la estadística criminal.

Observo como, por ejemplo en nuestra sociedad es mas sancionado moralmente

el asesino que el estafador, y este menos que el narcotraficante, desde luego para estos dos ultimo su grado de aceptación varia dependiendo de la ganancia obtenida, manifestada con su poder adquisitivo y su “culpabilidad no probada en instancias judiciales”.

Los delitos de “Cuello Blanco” es otro ejemplo para afirmar lo anteriormente expuesto. Es seguro que en ningún caso los responsable delinquen para obtener sustento para sí o, para su familia.

Siempre que se analizan las cusas de estos delitos se deja ver la clara necesidad de “salir de la miseria”, y no para “no morir de inanición”.

Desde luego no puedo dejar pasar en mi ensayo a las personas implicadas en delitos, que realmente no tienen trabajo y por ende no ganan para su sustento diario. En este caso reconozco que muchas veces sus necesidades son vitales, pero ¿qué es realmente vital para vivir hoy en día?.

Analizar y responder esta interrogante me llevaría a pronunciarme sobre lo que es vivir en términos biológicos o lo que es vivir socialmente hablando. Y en este ultimo sentido me atrevo a realizar una enumeración negativa, comenzando con decir que no es solamente, 1) Comer. 2) Vestirse. 3) Respirar, entre otras.

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