ENSAYO SOBRE LA EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LAS IDEAS PENALES Y EL PERIODO DE LA INQUISICION.
Enviado por Laura Espinoza • 26 de Julio de 2015 • Ensayo • 1.354 Palabras (6 Páginas) • 730 Visitas
Dentro de este ensayo se hará una analogía de lo sucedido en el periodo de la inquisición para ejemplificar el proceso por el que han pasado las ideas sobre el derecho penal en relación con las diferentes etapas de aplicación de penas.
Esto gracias a la visita realizada a la exposición “instrumentos de tortura y pena capital”
LA INQUISICIÓN
Empezaré dando un concepto de lo que es la Inquisición, el término Inquisición hace referencia a varias instituciones dedicadas a la supresión de la herejía mayoritariamente en el seno de la Iglesia Católica. La herejía en la era medieval muchas veces se castigaba con la pena de muerte, y de ésta se derivan todas las demás.
Al hablar de la Inquisición como algo trascendental y aterrante que por varios siglos ocurrió y se manifestó de una forma brutal, ya que la manera de corregir, si es que así pueda llamarse a tal brutalidad, no se cuantificaba el grado de conciencia en una persona, sino que el castigo era establecido en base a la decisión del pueblo, dando como resultado la aplicación de penas por encima del límite soportable.
Así como en el periodo de la venganza divina, en el de la Inquisición, las penas se basaban en la ofensa a Dios,
Los miembros principales de este tipo de represión lo conformaban los inquisidores, el procurador, el alguacil, el verdugo, entre otros, todos ellos instituidos de manera arbitraria en los juicios a personas supuestamente infractoras de la voluntad divina.
Las torturas de la Inquisición se pueden agrupar en “bloques”: Se trataba de objetos que se le colocaban al reo para humillarle ante los ciudadanos; éste era insultado y maltratado por la muchedumbre mientras el verdugo multiplicaba su tormento, de distintas maneras, según cuál fuera el instrumento que se impusiera.
Estos instrumentos de condena se imponían por las causas menos graves, como desobediencia, desorden público, a los vagos, borrachos y a quienes no cumplían con sus obligaciones religiosas.
Un ejemplo de este tipo de tortura es la flauta del alborotador: en este instrumento, hecho de hierro, el collar se cerraba fuertemente al cuello de la víctima, sus dedos eran aprisionados con mayor o menor fuerza, a voluntad del verdugo, llegando a aplastar la carne, huesos y articulaciones de los dedos.
La finalidad de estos objetos era causar un largo dolor, y en su mayoría provocaban una muerte agonizante. Algunos han interpretado que de esta manera se revalida la posición de que la Iglesia tiene derecho a decidir qué tesis científicas pueden ser defendidas y cuáles deben ser prohibidas, y a condenar y castigar a los que defiendan estas últimas.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LAS IDEAS PENALES
PERIODO DE LA VENGANZA PRIVADA
Los primeros grupos humanos, cuando el poder público no poseía aún el vigor necesario para imponerse a los particulares, la función penal revestía el aspecto de la venganza; ya sea individual o la realizada por un grupo familiar contra otro.
Solamente cuando la sociedad se pone de parte del vengador reconoce la legitimidad de su venganza y le ayuda en caso necesario, en cuyo caso se puede hablar de una venganza privada equivalente de la pena.
De este modo surgió la idea de usar la justicia propia. Como los vengadores no reconocían un límite o restricción, causaban a su ofensor todo el mal que se pudiera.
José Antón, señala: Frente al origen de la pena en la venganza privada, ha de argumentarse que en los pueblos primitivos aparecen ya manifestaciones de reacción colectiva total contra hechos quebrantadores de intereses comunes; la venganza privada no es pena, sino guerra entre grupos sociales.
PERIODO DE LA VENGANZA DIVINA
Durante la evolución de las sociedades, al verse vulnerables a los fenómenos naturales, los integrantes empezaron a crear normas religiosas para explicarse el por qué de estos fenómenos, y así se volvieron civilizaciones teocráticas basadas en la religión.
Ese período se caracteriza, por la aplicación de las penas por los representantes divinos; a su vez, la administración de la justicia penal es manejada generalmente por la clase sacerdotal, que aludía que el delito era una forma de ofender No a los particulares, sino a Dios. Así, quien violaba una norma cometía un pecado.
El derecho de castigar (ius puniendi) proviene
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