ENSEÑANZAS DE LA ECONOMIA VENEZOLANA

ENSEÑANZAS DE LA ECONOMÍA VENEZOLANA

La situación económica venezolana en los años del chavismo ha sido rica en experiencias que debemos señalar y dilucidar, por las siguientes razones:

1. Ha sido un intento de instaurar un régimen económico de capitalismo de Estado, que con sus contradicciones y diferencias, es lo más cercano al inicio de una economía de transición al socialismo
2. Somos pedantemente ignorantes del tema económico y corremos el riesgo de cometer los mismos o peores errores que el chavismo
3. Los obstáculos colocados por la burguesía opositora y por las trasnacionales son un asomo tibio de lo que le puede acontecer a un gobierno genuinamente revolucionario
4. Los vaivenes de la acción de las masas proletarias y de la clase media, son una prueba de laboratorio del cambio en la conciencia y las razones de ello
5. La alta dependencia de la renta petrolera y la caída abrupta de los precios del petróleo constituye un alerta a tomar en cuenta en un futuro proceso revolucionario

Empezaré un poco desordenado, para tratar de plasmar varias ideas que tengo en la mente, confiando en que posteriormente logre sistematizar una presentación del tema.

Vamos a explicar la razón 1 de este tema, para tratar de franquear la barrera que existe entre la izquierda independiente y el trotskismo respecto a la posibilidad o no de una comparación, y por tanto, de tomar enseñanzas del llamado “proceso bolivariano” (entendiendo como tal, cronológicamente y para los efectos de este tema, las acciones del chavismo en el poder – 1998 al 2016)

Empecemos con las diferencias para alejar dudas innecesarias: un proceso revolucionario genuino puede devenir a través de circunstancias muy particulares y sui generis, pero debe tener al menos algunos rasgos que lo delimiten para poder identificarlo. Surge de situación y crisis revolucionaria, con su dirección revolucionaria, radicalización de la clase media y hegemonía de los trabajadores en el proceso de lucha social, así como desmembramiento de la fuerza armada y dualidad de poderes transitoria a causa de la aparición de organismos de poder alternativo de las masas. Todo esto es genérico, pues puede abordar formas clásicas o no (puede haber soviets, o comités de fábrica, o central obrera, o partido movimiento que arrope a las masas, etc).

Nada de esto ocurrió ni ocurre en Venezuela. La supuesta revolución pacífica canalizó el descontento de las masas y su ruptura con el punto-fijismo hacia las vías de la reforma.

Pero esta vía reformista encontró obstáculos grandes que fueron superados con heroísmo por las masas y que obligó al chavismo a radicalizar su discurso y establecer acciones cuyo objetivo principal era mantener el cause reformista ante unas masas radicalizadas.

El chavismo empezó su mandato cumpliendo su palabra del llamado a una Asamblea Constituyente, a pesar de que ello no estaba contemplado en el ordenamiento jurídico vigente para el año 1999. Sólo el descontento generalizado, la debacle de los partidos tradicionales AD y Copei, así como el descontento dentro de las FFAA, de las que Chávez salió y mantenía vínculos hizo posible su convocatoria, ya nadie daba ni medio por el moribundo régimen punto-fijista.

La nueva constitución le da mayores poderes al Estado en la economía, pero sin romper el cordón umbilical con la iniciativa económica privada. Donde más se profundiza es en el carácter social y en los derechos democráticos. Siendo una Constituyente que no asumió todo el poder, le tocó al gobierno lidiar con una transición muy zigzagueante entre la 4ta y la 5ta república, ya que los empleados públicos en su mayoría venían del clientelismo político impuesto por el punto-fijismo y, aunque – como toda la sociedad -  hubo una ruptura con los partidos tradicionales en búsqueda de salir de la crisis, la abigarrada administración pública no estaba dispuesta a inmolarse por la “revolución” y arrastraba todos los vicios que le permitieron sobrevivir hasta entonces.

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