EPISTEMOLOGÍA E HISTORIA DE LA PEDAGOGÍA Y PRÁCTICAS PEDAGÓGICAS
Enviado por Patricia Morales • 17 de Abril de 2020 • Reseña • 2.031 Palabras (9 Páginas) • 149 Visitas
FICHAS DE LECTURA
EPISTEMOLOGÍA E HISTORIA DE LA PEDAGOGÍA Y PRÁCTICAS PEDAGÓGICAS
ESTUDIANTE SEMESTRE I:
NOMBRE: GLADYS PATRICIA MORALES CHÁVEZ
Artículo 1. Zuluaga G, Echeverri S, Martínez B, Quiceno C, Sáenz O & Álvarez G.(2011). Pedagogía y epistemología. En Magisterio (Ed.), Pedagogía e historia (pp. 21-40) Bogotá. Artículo 2. Artículo 3. Artículo 4. Artículo 5. |
Ponencia 1. |
REFERENTE 1 | |
Artículo1: . Zuluaga G, Echeverri S, Martínez B, Quiceno C, Sáenz O & Álvarez G.(2011). Pedagogía y epistemología. En Magisterio (Ed.), Pedagogía e historia (pp. 21-40) Bogotá.
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SÍNTESIS | OPINIÓN PERSONAL |
El libro trata de esbozar la definición, especificar el objeto, el campo y la posición teórica-científico de la pedagogía a través de un análisis e interpretación histórica y epistemológica, y para tal fin, se analiza desde la importancia o relevancia que tiene la epistemología desde la pedagogía que efectúa el docente y el análisis del conocimiento que debe hacer desde su entorno. En ese orden de ideas, la epistemología y la pedagogía constituyen el medio propicio para explicar e ilustrar lo que se enseña y se aprende, además de que posibilitan el desarrollo de los individuos en cuanto a los aspectos intelectuales, emocionales, entre otros. Igualmente, en los diferentes textos que componen el libro Pedagogía y Epistemología se expone los paradigmas de la pedagogía a través de personajes como Juan Amos Comenio y su Didáctica Magna, Pestalozzi, Herbart y Claparéde, éste último fue quien asignó a la Pedagogía un estatuto práctico, y reservó para la Didáctica el papel de llevar a cabo los procedimientos de enseñanza, centrándose en un contexto epistemológico y en relación con la Historia de las Ciencias. La pedagogía se planea como una disciplina fundadora de todo proceso educativo, la cual pasa los límites de la metodología para comunicar o transferir cualquier saber, puntualizando siempre su eje en la formación. Del mismo modo, se especifican las posibles tareas de la epistemología respecto a la pedagogía, una cuestión que se trata de compartir con algunas corrientes de pensamiento que han pretendido negar el status teórico y científico de la pedagogía misma. Lo que nos dirige a un debate que permita reevaluar el valor de la pedagogía, y que brinde al maestro elementos estructurados de un saber pedagógico a través de los cuales éste tome su posición y sea reconocido como tal, que de manera autónoma sea capaz de transformar su función de agente transmisor de ideas y de contenidos, y que deje de estar en función de las necesidades laborales, que no solo piense en integrarse a la burocracia educativa y ganarse un salario a cambio de instruirse, sino que logre ir más allá del inmediatismo que le imponen las condiciones materiales de vida y se convierta en un personaje investigador de la pedagogía como su disciplina de trabajo. | La educación es un proceso que le ha permitido al ser humano conocer y saber sobre sí mismo y su alrededor; se presenta en su naturaleza, y es él quien ha creado sus propios mecanismos y ha buscado formas que le permitan no sólo sobrevivir comprendiendo la complejidad del entorno en que se desenvuelve, sino además desarrollarse hasta llegar a la necesidad de interrelacionarse y convivir con los demás. De tal manera que la educación se convierte en una acción eminentemente humana puesto que es el hombre quien tiene la capacidad de adquirir su lenguaje, cultivar, mejorar gustos, sentimientos y ampliar conocimientos. La educación necesita de la epistemología para poder ser llevada a cabo, pues son los conocimientos los que la educación imparte y es el hombre quien los crea y a su vez necesita de ellos; el papel que jugaría la epistemología sería el de estudiar el conocimiento humano y el modo en que el individuo actúa para desarrollar sus estructuras de pensamiento. El trabajo que desempeña es amplio y se relaciona también con las justificaciones que el ser humano puede encontrar a sus creencias y tipos de conocimiento, estudiando no sólo sus metodologías sino también sus causas, sus objetivos y los elementos intrínsecos. Dentro de nuestro ámbito o labor pedagógica es útil todo lo analizado anteriormente, porque como maestros debemos tomar conciencia acerca de lo que impartimos y del grado de verdad que poseen esos contenidos, debemos ser críticos e invitar y motivar a nuestros alumnos para que aprendan a dudar de lo que se les presenta, a que acaben con esas barreras mentales en las que suelen caer, guiarlos para que puedan crear sus propios conceptos y tomen como verdaderos aquellos que cumplan las expectativas y los objetivos que se han propuesto dentro y fuera del aula de clases. Pero la verdad es que somos seres que nos autolimitamos, podemos cambiar muchas veces de paradigma, pero no de manera frecuente ni indefinidamente, porque el hecho de experimentar los cambios nos inquieta, alteran nuestra seguridad, nuestra racionalidad, imposibilitando sacar o imaginar lo bueno que pueden llegar a ser si dejáramos que incidieran en lo que tiene que ver con nuestro sentido existencial y nuestra cosmovisión. Se puede afirmar que día a día en el transitar cotidiano, los individuos se identifican con el mundo que los rodea, lo que nos hace consiente de la realidad. Este proceso es lo que puede ser llamado conocer, cuando es estructurado y planificado, se está en presencia de un conocimiento científico, sin embargo, a diferencia de otros tipos de conocimiento, como el no científico, éste no tiene sustento en sí mismo, depende de otro discurso que lo legitime, como puede ser un paradigma o la epistemología, que al ser un elemento de verificación, reflexión y comprensión del conocimiento. |
RESEÑA La pedagogía está conformada con un conjunto de nociones y prácticas que hablan del conocimiento, del hombre, del lenguaje de la enseñanza, de la escuela y del maestro, por su parte la epistemología se basada principalmente en criterios de verdad, realidad, objetividad y justificación, es decir, se constituye en una ciencia que discute sobre la ciencia y en consecuencia sobre el conocimiento. Es por ello que podemos decir desde la pedagogía y epistemología que un individuo que comprende es porque ostenta un cambio, una nueva actitud, aplica y es consecuente con la organización de sus pensamientos y conocimiento de la realidad. Para llegar a la obtención y comprensión de un conocimiento se requiere de un aprendizaje que es netamente individual, ya que aprendemos lo que hacemos, y de un proceso que nos lleve al conocimiento científico, que debe ser claro, preciso, riguroso, único y universal. Pero para llegar a este punto, cada individuo debe superar una dificultad interna (la estructura de nuestro cerebro, acabar con los obstáculos epistemológicos) y una dificultad externa que corresponde a los diversos tipos de manipulación a los cuales estamos expuestos, y para vencerlas debemos estar en constante movimiento, tener una táctica (orden) y una estrategia (dirección), dado que la manipulación y la sustitución son la forma de manejar la mente y crear confusión. Nuestro sistema de ideas o pensamientos siempre deben estar anclados a la conciencia y a la verdad, que es la que nos da “luz” y no necesita de ningún tipo de explicación. Por lo que los paradigmas son considerados como un nuevo modelo o forma de ver y hacer las cosas, dentro de los cuales se da una manifestación indirecta de cómo resolver problemas o contrariedades. Nos permiten reevaluar las situaciones y llenarnos de posibilidades nunca antes previstas, liberándonos de este modo de las cadenas que nos limitan el camino hacia la realidad, hacia lo que cada uno puede construir. Es aceptable llegar a creer que un cambio en la manera de percibir y proceder en la vida, sería lo más propicio cuando en las cosas que hacemos mecánicamente o de forma monótona, no surgen los resultados esperados, un aspecto fundamental dentro de la cotidianidad de la vida profesional como docente, pues desde nuestro quehacer pedagógico se debe reflexionar constantemente sobre ese rol que desempeñamos, para hacer cada vez más efectiva la labor como maestros, e ir rompiendo con esos esquemas tradicionales que nos subyugan y mantiene en función de las necesidades laborales. Siento esto únicamente posible si vamos proponiendo nuevas alternativas de enseñanza donde los estudiantes sean partícipes de la dinámica académica y protagonistas de su propio conocimiento. |
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