ESTRUCTURA DEL MERCADO
Enviado por nena9912 • 29 de Agosto de 2012 • 4.115 Palabras (17 Páginas) • 897 Visitas
5. Estructura de mercado.
Existen distintas estructuras de mercado según el número de empresas oferentes y su tamaño. En cada estructura las empresas tienen un poder de mercado diferente. Al hablar de poder de mercado nos referimos a la capacidad de las empresas para influir o controlar los términos o condiciones de compra y venta de los bienes.
El poder de mercado puede ejercitarse en cualquiera de los dos lados del mercado (productores o consumidores). Nosotros sólo estudiaremos el poder del mercado ejercitado por el lado de la oferta.
Podemos clasificar los tipos de mercados en función del número de oferentes y demandantes de la siguiente forma:
El monopolio (empresa precio determinante) y la competencia perfecta (empresas precio aceptantes) son los dos extremos del espectro de posibles estructuras del mercado.
La mayoría de las empresas de mundo real se encuentran entre estos extremos. En muchos sectores no existe una única empresa o un número elevado de ellas; sino que se da una situación intermedia con pocas empresas, con una posición importante en cuanto al peso relativo de su volumen de ventas y de sus beneficios en el mercado.
A continuación se profundizará en el estudio de la competencia perfecta, el monopolio y oligopolio (competencia imperfecta).
5.1 Competencia perfecta.
La competencia perfecta es una representación idealizada y abstracta de los mercados donde la interacción de la oferta y la demanda determinan el precio, permitiendo la mayor eficiencia en la asignación de recursos.
Por tanto, podemos definir competencia perfecta como un mercado en el que existen muchos compradores y vendedores, de forma que ningún comprador o vendedor individual ejerce influencia decisiva sobre el precio.
Para que opere correctamente es necesario que se cumplan las siguientes condiciones:
1. Existencia de un elevado número de oferentes y de demandantes, de forma que ninguno de ellos pueda tener un poder suficiente como para influir decisivamente en el precio. Por esta rezón, decimos que todos los sujetos participantes en el mercado son precios aceptantes, es decir, toman el precio que resulta del equilibrio de la oferta y demanda como un dato externo a ellos, como una realidad que no pueden cambiar y a la que deben adecuar sus comportamientos.
2. Homogeneidad de los bienes intercambiados, es decir, bienes perfectamente sustituibles entre sí, de modo que para los demandantes no existía ninguna razón que desvíe su elección de la más barata de las alternativas para satisfacer la misma necesidad.
3. Transparencia del mercado. Para que la elección de los sujetos y la asignación de los recursos sea la óptima debe existir una información completa de las alternativas existentes, así como una perfecta movilidad de sujetos, factores y recursos de forma que puedan desplazarse rápidamente a la mejor de las alternativas posibles en cada momento
4. Libre entrada y salida de empresas al mercado. La totalidad de los agentes que participan en la producción podrán entrar y salir del mercado de forma inmediata como respuesta a incentivos monetarios.
En general puede afirmarse que cuanto más alto resulte el número de participantes más competitivo será el mercado.
La empresa perfectamente competitiva que es precio aceptante se enfrenta a una curva de demanda horizontal. Su cuota de mercado es tan pequeña que las variaciones de su producción no perturban el mercado.
5.2 Monopolio.
Un monopolio es una empresa que atiende a todo un mercado. Está única empresa atiende a toda la demanda del mercado de su producto. Utilizando el conocimiento de su curva de demanda, el monopolio toma la decisión de cuánto debe producir. A diferencia de la decisión productiva de las empresas en competencia perfecta (decisión que no tiene ningún efecto sobre el precio de mercado), la decisión productiva del monopolio determinará, de hecho, el precio del bien. En este sentido, los mercados monopolistas y los mercados caracterizados por competencia perfecta son casos diametralmente opuestos.
En algunas ocasiones resulta más conveniente considerar que los monopolios tienen el poder de fijar los precios. Técnicamente, un monopolio puede elegir el punto de la curva de demanda de mercado en el que prefiere operar. Puede elegir, o bien el precio de mercado, o bien la cantidad, pero no ambos. Por lo general, los monopolios eligen la cantidad de producto que maximizan los beneficios y, a continuación fijan el precio de mercado para esa cantidad de producción. A veces resulta más sencillo volver a plantear el análisis en función de la fijación de precios, y así lo haremos en ocasiones. Dadas estas convenciones, definimos un monopolio de la siguiente manera:
MONOPOLIO. Un monopolio es un único oferente en un mercado. Esta empresa puede elegir producir en cualquier punto de la curva de demanda del mercado.
Barreras a la entrada.
La razón por la que existen los monopolios es que a las demás empresas no les resulta rentable este mercado, o les resulta imposible entrar en él. Las barreras a la entrada son, por tanto, la fuente de todo poder de monopolio. Si otras empresas pudieran entrar en el mercado, la empresa dejaría de ser, por definición, un monopolio. Hay dos grandes tipos de barreras a la entrada: las barreras técnicas y las barreras legales.
Barreras a la entrada técnicas.
Una de las principales barreras técnicas es que la producción del bien en cuestión tenga costes marginales (y medios) decrecientes para un gran intervalo de niveles de producción. La tecnología productiva es tal que las empresas con un gran tamaño relativo son productores de bajo coste. En esta situación (que a veces se conoce como de monopolio natural) es posible que una empresa considere rentable echar a los demás de la industria reduciendo sus precios. Análogamente, una vez que se ha establecido un monopolio, la entrada resultará muy difícil porque cualquier nueva empresa debe producir con niveles de producción relativamente reducidos y, por tanto, con costes medios relativamente altos. Es importante destacar que el intervalo de costes decrecientes sólo tiene que ser “grande” respecto al mercado en cuestión. No es necesario que los costes decrecientes se definan en una escala absoluta. Por ejemplo, la producción y distribución de hormigón no tiene costes marginales decrecientes en un gran intervalo de producción cuando se compara con el mercado estadounidense total. Sin embargo, en cualquier ciudad pequeña los costes marginales decrecientes pueden permitir que se establezca un monopolio. Los elevados costes del transporte en esta industria tienden a aislar un
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