Economia En Comunidad
Enviado por Samanta159 • 21 de Octubre de 2014 • 1.701 Palabras (7 Páginas) • 205 Visitas
INTRODUCIÓN:
El tema a desarrollar en este informe es Economía de comunión, que vendría a ser un proyecto de desarrollo económico de carácter solidario llevado a cabo por el Movimiento de los Focolares, en el que se involucran empresas de los 5 continentes.
Entendiendo que el Movimiento de los Focolares es un movimiento dentro de la Iglesia Católica, que promueve la unidad y la fraternidad universal, por lo que sobresale su fuerte vocación al ecumenismo y al diálogo con personas de diversas convicciones; y que la palabra ecumenismo significa "movimiento e impulso de los cristianos hacia la unidad"… Vamos a contar el porqué es un tema tan innovador, a qué invita, lo que fomenta y sus beneficios.
La fuente de la información es internet.
DESARROLLO:
Descripción: La Economía de Comunión (EdC), está formada por empresarios, trabajadores, directivos, consumidores, ahorradores, ciudadanos, investigadores y operadores económicos comprometidos a distintos niveles en la promoción de una praxis y una cultura económica caracterizadas por la comunión, la gratuidad y la reciprocidad, proponiendo y viviendo un estilo de vida alternativo al dominante en el sistema capitalista.
Concretamente, la EdC invita a:
*Vivir y difundir una nueva cultura económica y cívica, desde la infancia hasta la ancianidad, a la que Chiara Lubichquiso llamar “cultura del dar”;
*Formar nuevos empresarios y empresarios nuevos que compartan libremente los beneficios para sostener los fines de la EdC: la reducción de la miseria / exclusión, la difusión de la cultura del dar y de la comunión, y el desarrollo de la propia empresa y la creación de puestos de trabajo; *Empresarios que conciban y vivan sus empresas como vocación y servicio al bien común y a los excluidos de cualquier latitud y contexto social;
*Luchar contra las distintas formas de indigencia, exclusión y miseria con una doble inclusión: comunitaria y productiva; estamos convencidos, gracias, entre otras cosas, a la experiencia acumulada durante 20 años, de que no es posible curar ninguna forma de pobreza no elegida sin incluir a las personas desfavorecidas en comunidades vivas y fraternas y, cuando es posible, también en empresas y en centros de trabajo, ya que mientras una persona que pueda y deba trabajar no tenga la oportunidad de hacerlo, seguirá siendo indigente.
Para hacer realidad este proyecto, la Economía de Comunión trabaja en un amplio proyecto de formación en la cultura del dar, mediante cursos, encuentros y otras actividades formativas dirigidas a jóvenes, trabajadores, empresarios y ciudadanos.
Para terminar, en la intuición carismática original de Chiara (Sao Paulo, 1991) juegan un papel fundamental y fundacional en el que desarrollar y dar visibilidad a la EdC, los parques empresariales ubicados dentro de las ciudadelas del Movimiento de los Focolares, como un componente vital y vivificante de las mismas.
Historia: Atravesando la ciudad de San Pablo, en mayo de 1991, Chiara Lubich había quedado impresionada al ver personalmente, junto a una de las mayores concentraciones de rascacielos del mundo, grandes extensiones de “favelas”.
Ya en la ciudadela del Movimiento, Mariápolis Araceli, cercana a San Pablo, constataba a su vez que la comunión de bienes puesta en práctica hasta entonces en el Movimiento no había resultado suficiente ni siquiera para esos brasileños, tan próximos a ella, que vivían momentos de emergencia.
Impulsada por la urgencia de procurar alimento, un techo, atención a la salud y, de ser posible, algún trabajo, y teniendo fresca en la memoria la encíclica de Juan Pablo II apenas publicada, Centesimus Annus, había lanzado la Economía de Comunión:
Aquí tendrían que surgir industrias, empresas cuyas utilidades se pusieran libremente en común con la misma finalidad de la comunidad cristiana: antes que nada, para ayudar a los que padecen necesidades, ofrecerles trabajo, en fin, hacer de tal modo que no haya ninguno en la indigencia.
Luego, las ganancias servirán también para desarrollar la empresa y las estructuras de la ciudadela, para que pueda formar hombres nuevos: ¡sin hombres nuevos no se hace una sociedad nueva!
Una ciudadela así, aquí en Brasil, con esta llaga del desequilibrio entre ricos y pobres, podría constituir un faro y una esperanza.
La adhesión de los presentes había sido inmediata: todos se habían sentido involucrados, tocados en lo más hondo, y se habían lanzado a dar la propia contribución personal de los modos más variados, realizando con nuevo empuje y radicalidad la comunión de bienes vivida en el Movimiento desde los comienzos.
Todo en común: dinero y joyas, terrenos y casas, disponibilidad de tiempo, de trabajo, de traslado, ofrecimiento de dolores, de enfermedades..., como alguien que dio todos sus ahorros, 4.000 dólares “para que formen parte de este océano de amor, como una gota de agua... y Dios transforme este sueño en una gran realidad que ilumine el comienzo del Tercer Milenio”.
El “sueño” de entonces se está volviendo realidad: muchas empresas han ido naciendo, y no sólo en Brasil, sino en muchos países del mundo; otras empresas, ya existentes, han asumido como propio el proyecto, modificando el estilo de gestión empresarial y el destino de las utilidades.
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