Ecosistemas

¿Es posible restaurar los ecosistemas?

Con la lectura realizada se pudo comprender que el ser humano tiene tanto la capacidad de destruir el medio ambiente como de solucionar los daños ocasionados, lo que se encuentra fundamentado por la realización de proyectos a restaurar el ecosistema en pequeños pasos que causa una gran diferencia. Por ejemplo, al suspender los derrames de desechos tóxicos provenientes de las industrias se mejora la calidad de agua, que es el elemento fundamental de la vida y provoca que especies puedan retornar a su hábitat natural.

La restauración de ecosistemas es en sí una medida de conservación que necesitamos en la actualidad para poder recuperar de manera rápida la población de especies (animales y plantas) y evitar así la extinción de las mismas. Ya desde antes en Estados Unidos contaban con una ley que incluían proyectos con la finalidad de rescatar las posibles especies amenazadas de extinción como fue en el caso del Parque Nacional de Yellowstone en el año 1994; el proyecto tenía como objetivo reintroducir los lobos que alguna vez en ese lugar se encontraban situados. Sin embargo los intereses de los humanos son mayores, ya que los granjeros de cierta manera estaban en contra por el posible ataque a su ganado por parte de los lobos. A pesar de que los granjeros fueron la principal causa del “exilio” de esta especie, se interesaban más por su bienestar económico que por el ecosistema que los rodeaba. Además el proyecto no se encontraba totalmente respaldado ya que ciertas comunidades lo catalogaban costoso de incursionar e innecesario, lo cual en mi criterio deja en que no existía en ese tiempo conciencia ecológica suficiente para saber que el problema estaba recién empezando y que ellos tenían una gran oportunidad de evitar mayores desastres.

Así podemos decir que las acciones necesarias para establecer la restauración de ecosistemas deben incluir aspectos ecológicos, políticos y de educación y cultura ambiental, ya que permitirían el desarrollo de estrategias para la restauración de ecosistemas. Sin embargo no siempre la decisión de poder restaurar un ecosistema recae en la acción  y estrategia del ser humano. Son 3 los aspectos previos que hay considerar si es posible o no una restauración, que los factores abióticos no hayan sufrido alteraciones o que en todo caso esas alteraciones sean reversibles, que haya poblaciones viables de las especies consideradas y que el ecosistema no haya sido alterado con la introducción de especies que impidan el regreso de las especies nativas, si se cumplen estas 3 suposiciones, entonces se puede decir que si es teóricamente posible una restauración.

Suponiendo que es teóricamente posible la restauración de los ecosistemas hay que tener en cuenta que se requiere además investigación científica, disciplina, trabajo, compromiso y de una conciencia ecológica, que permita ver más allá de los intereses de uno mismo. Los principales problemas de contaminación en el ecosistema nacen de una acción humana, sean los avances tecnológicos que incrementan rápidamente la chatarra electrónica en busca del confort deseado. Además el consumismo suele también derrochar los recursos naturales causando un desbalance en el ecosistema propio, ajeno o en ambos. Este comportamiento humano puede destacarse como el producto de la ignorancia e incultura social que busca comodidad y “felicidad” a corto plazo sin saber que las decisiones que toman pueden resultar permanentes y perjudiciales para una comunidad entera. Además muchas veces las decisiones e intereses de un pequeño grupo puede alterar el ecosistema de otra comunidad, lo cual nos da entender que no existe empatía por parte de esas personas que se dedican a emprender proyectos con la finalidad de ser “exitosos”, mientras que el éxito debería ser medido por cuanto menos daño haga al medio ambiente en la actualidad y no solo pensar en el incremento de ingresos (mejora la economía) que puede llegar a tener una empresa, ciudad, o país.

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